" Un Jefe Frustrante "

1453 Words
Terminé recogiendo mis cosas y seguí al hombre _ Cancela todo en mi agenda. Dale las sesiones de hoy a Germán o Raúl. Diles que dejó todo en sus manos. Volveré luego. Informe a Janet, que me observa con expresión confusa _ Te vas con ellos? ¿Estás bien o tengo que llamar a alguien? Sus ojos me preguntaron a gritos: ¿Qué pasa? ¿Tienes problemas con estos hombres bajo trajes del FBI? _Todo está bien. Es Edrikc Calzón. Patrocina a mi primo Adrián. Veré un médico. Quiero las fotos que tiene Raúl sobre mi escritorio al volver, con prioridad, por favor. Informe Con lujo de detalle, tal vez temiendo del mal humor del hombre. Igualmente, Yo no lo conocía. ¿Que podría evitar que me matara? pero igual subí a su auto lujoso botando las babas al sólo adsorber su perfume _ No era necesario usar el calcetín. Llego a pensar que le gusta el dolor, señorita Se refirió a mí antes de contestar el celular y entablar una conversación de negocios. Mencionó varias cifras de dinero hasta confirmar la más alta. Sonrió. Lo observé desvaneciendo en sensaciones Al ver esos dientes perfectos y blancos. Mi cerebro perverso junto a mi abstinencia los imaginé arañando mi piel, mordiendo cada Rincón de mi carne ardiente. Golpeó con el dedo el cristal que nos separa del conductor, este bajo. _ Señor Dijo el hombre al volante _ Qué aguarden con una silla Ordenó _ Enseguida, señor El vidrio volvió a subir y en absoluto silencio, tomó mi pie entre sus manos. Trató de retirar el calcetín con delicadeza, pero el dolor me obligó a retirar el pie. _ Lo siento, mejor dejaremos esto duele mucho Asentí No terminó de sacar el calcetín cuando la puerta se abrió. Observé fuera un spa. Logro ver, pero una silla de ruedas me espera junto al hombre que esperó en mi oficina, el cual ayuda a acomodarme. _ Gracias Le dije al bello hombre que al bajarse del auto camino para acuclillarse y acomodar mis pies. No respondió con palabras, solo clavó sus ojos verdes azulados en los míos. Se levantó y avanzó frente a nosotros. Otro hombre abrió las puertas de cristal, entró como sultán en su castillo con los brazos cruzados a su espalda. Las estilistas más recepcionistas se levantaron, los saludaron con un gesto de respeto. el asintió. A continuación siguieron su labor. Al final del salón un ascensor espera con sus puertas abiertas. Un chico de ropa casual espera dentro con tranquilidad. _ Buenos días, jefe Edrikc. Es una hermosa mañana, ¿no lo cree usted? Ay, ¡qué hermoso es el vivir con plenitud, patrón! Comentó el chico de piel morena con cortesía y agrado al oprimir el botón y la caja de hierro empezará a subir. Ver la seriedad de Edric me pareció grosera por ni siquiera voltear a mirar al chico sonriente, pero al abrir el ascensor le contestó con seriedad señalándolo de forma acusatoria. _ Tú y yo hablaremos luego. No te volveré a proteger. Hoy te convertirás en hombre responsable. Wei Retomó sus pasos por el largo pasillo de paredes blancas. Una recepcionista vestida de celeste deduzco es una clínica _ Hermano, solo fue un accidente, no creí que fracturaría sus dedos más él se lo buscó. Dijo en su defensa _ Un accidente. Solo un idiota se creería eso. Estoy cansado Wein de tapar tu mierda. Debes madurar. Matarás a nuestra madre Y de paso también a su hermana. Volvió a detenerse para continuar su regaño por la diferencia de rasgos y color de piel. Imaginé que son hermanos adoptivos. _ Eso lo dices porque soy de color. Yo sí la mataré. Claro, como ya sobrevivió a la vergüenza que trajeron tus ojos azules. Soltó con ironía al recostar su espalda en la pared. Yo con total incomodidad, cual muñeco en la silla. Si él se detenía, nos deteníamos o avanzábamos tras sus pasos en silencio, siendo ignorados con total intención. _ Te aconsejo que cierres la boca. Tu estupidez Es mayor que tu inteligencia. ¿Qué haces aquí? No me digas que mamá ya lo sabe. Preguntó con el ceño fruncido _ No, ¿cómo crees? Pensé que venías a echarme de cabeza como ahora eres el recto de la familia, el intachable Contestó con una sonrisa sarcástica _ Vuelve a abrir la boca y te la rompo Ahora ve con Santiago, tiene trabajo para ti. _ ¿ Ese es mi hermano mayor, Puedes darme algo de dinero? mamá volvió a congelar mis cuentas. ¿Puedes creer que me hiciera eso? Soltó con inocencia y desentendimiento _ Esto no puede ser posible, Wein. ¿Si no vas con Santiago, te mataré, me oyes? Sentenció al entregarle una tarjeta dorada que extrajo de su billetera _ Hermano, relájate, lo haré. Ahora me voy antes que mamá salga de su oficina. No soporto sus reclamos. Camino en busca de la sala de espera que está al costado del pasillo _ Te llamaré luego, no apagues el celular o tendrás problemas Recalcó con amargura _ Sí, sí, como sea, usted es el que manda. ¿Puedes despedirme de mamá? Recogió un casco junto a su chaqueta de cuero que descansaba en el cojín del mueble de la sala de espera motociclista, imaginé Edrikc retomó sus pasos hasta que uno de sus hombres abrió la puerta del final del pasillo. Al entrar, un hombre de espaldas una doctora frente a él, escribiendo en su recetario. _ ¡Maldito Wein! Lo mataré luego Refunfuñó al entrar, para luego saludar a la mujer esbelta de cabello corto. A su edad le queda muy bien Tal estilo, sus ojos verdes como aceitunas. _ Madre Buenos días Beso la frente de la mujer que está seria como quien está en un funeral _ Espera tu turno, estoy ocupada con un paciente. ¿Dónde dejaste a tu hermano? Sentí vergüenza al la mujer regañarlo por la intromisión.El siquiera tocó la puerta _ No exageres, no estás frente a una operación a corazón abierto. Y si así fuese, Me encantaría ver a Luis con el pecho abierto, tal vez. Y de la emoción estruje su corazón de alegría. _ Edrick, ten respeto. Tu hermano fracturó sus dedos. Es de la familia. Ya no hay conciencia en ustedes. Contestó alterada. Soltó el bolígrafo para cubrir su rostro. Intenté levantarme de la silla y salir de aquella discusión familiar, pero el que está a mi espalda suavemente haló mi chaqueta, evitando que yo me levantara. Así que accedí Al toque. _ No te alteres tía, es natural. su actuar fue su favorito. Quien me atacó nunca aceptaría que estuvo mal. El hombre se levantó de la silla. Un hombre joven apuesto como el mismo señor Carlson. ¿No había duda que eran familiares _ No vine a discutir las acciones de Wein ni a disculparlo, pero estás consciente que tú también tienes tus culpas? Lo acuso al estar apoyado en la esquina del escritorio, el hombre tomo su chaqueta para agregar _ No lo demandaré por mi tía, no porque yo sea culpable de nada. _ Te reto a demostrar que eres inocente y el culpable Sonrío con arrogancia _ Es suficiente, Luis. A casa, Hablaremos luego. Y ahora dime quién es la señorita Preguntó por fin la mujer. Todos centraron la atención en mí _ Es Aisha de los Sorny, si no arreglas su dedo Temo que lo perderá y no creo encontrar otro fotógrafo con tan poco tiempo. Informó a su madre que se coloca sus guantes quirúrgicos. El nombrado sobrino aprovechó para salir en silencio _ Y Piero, ¿Qué pasó con él? Preguntó confusa _ Tuvo un accidente, Ahora está en coma. Sus noches de fiesta le pasaron factura. El padre de Adrián la recomendó a ella. Dicen que es eficiente. Los que la vieron trabajar ayer en el circuito lo certifican. Terminó explicando como si yo no tuviese permiso de hablar y creo que así era, ya que estas personas son buenas para ignorar a los que están a su alrededor. _ Cree que perdere el dedo Le pregunté como idiota, creyendo en las palabras del imbécil. _ No es tan grave, asimiló. Es una mala pedicura. Tendré que extraer lo que causa la infección. Tomarás medicamento y todo estará bien. Explicó sin dejar de hacer su trabajo, y por alguna razón mis ojos buscaron los de él y este me observa con una sonrisa malévola una que me avergonzó internamente. ¿No volví a mirarlo y por un rato, me recosté en la silla cerré los ojos para evitarlo, pero podría yo jurar que escucho cada respiración o movimiento proveniente de él?
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