" Amabilidad Confusa"

1289 Words
Al final de la cita médica me acomodé en su auto, ahora con el dedo dormido y vendado. _ Usé estas señorita son más cómodas. ¿Sabe usted que si tortura sus pies, castiga su cerebro directamente? El aliento de Erick golpeó mi rostro, el toque de su mano sobre mi pie al colocar una sandalia plana a la que me recordó las que usé la noche anterior estás en blanco perlado. _ La verdad no lo sabía, señor, pero todos los días se aprende algo nuevo. Es usted muy amable. Volví a agradecer todo lo que había aliviado con solo traerme aquí. El alivio era recibido con regocijo por mi alma dolorida. Tantos dolores juntos enloquecen hasta el más fuerte. _ Como le expliqué, soy su jefe. Ahora es mi deber Respondió amablemente _ Bueno, si usted lo dice Solté con los ojos en blanco _ Bueno, ya que aclaramos eso, Si no es mucho atrevimiento, preguntaré qué le sucedió. _ Disculpe, no comprendo la pregunta. Respondí confundida. Ya había explicado que una mala pedicura enfermó mis días _ En su rostro, el maquillaje no oculta a la perfección el golpe que oculta en su pómulo Respondió con sus ojos penetrantes clavados en mi rostro. Viendo cada una de mis reacciones _ Oh, Eso fue un accidente ¿Levante mis hombros, restando importancia a la pregunta _ comprendo y qué nombre lleva su accidente Agregó, confundiéndome aún más _ Creo que ahora si no comprendo nada Sonreí, me despertaba los nervios, eran como mariposas revoloteando en primavera. Él también sonríe al acomodarse en su lugar, como un rey sobre su trono. _ Su novio, pareja o castigador. Las mujeres nos llaman de muchas formas, pero nuestras madres nos coloca el primero con el que somos bautizados al llegar como ovejas y crecer como lobos para el mundo. Con un gesto suave acarició un mechón de mi cabello, que la mayor parte del tiempo luzco suelto y liso. Sentí que mis labios habían temblado deseando un beso _ No tengo nada semejante, señor Carlson. La verdad de lo sucedido es que me golpeé con su apellido Respondí recordando el dulce, pero mortal whisky _ Ahora es usted la que me deja confundido, señorita, sería gentil de explicar Agregó al silenciar su teléfono, que no paró de sonar y el de contestar, aun acariciando el mechón de cabello _ Tomé whisky Carlson, muy rico Por cierto, pero la botella terminó en. Mi rostro al intentar dormir bajo la mesa sentí el de tener del auto, pero no aparte la mirada de aquel hombre que a pesar de tener un carácter frío, me atraía tanto _ Ahora me obligaré a creer en que si es soltera Dijo con esa mirada que me desarma _ Y eso, por qué _ porque de tener dueño no podría ser aceptable tales acciones soltó con esa voz llena de un orgullo arrogante. Lo ataque _ Soy un alma libre, señor Carlson, no un perro que necesite un dueño. Frunció el ceño. Creí haberlo ofendido _ Regresaré en unas horas para revisar las fotografías. Que tenga buen día y cuídese eso Sin una palabra más vuelve a ignorarme al contestar el teléfono me baje en silencio con mi bolso colgando, pensando en lo apuesto que era aquel hombre. El resto del día pasé entre fotografías y modelos para al tomar mi hora de descanso, fulminar a Adrián con regaños por mensaje de texto. Su patrocinador es un pesado y no creo yo caerle bien, cuando se dirige a mí lo hace con arrogancia, sensualidad, pero el canalla rogó por mi ayuda o el día de su mayor sueño terminaría en pesadilla gracias a dicho millonario. (No entiendo, ¿no lo necesitas? También fabricamos autos. ¿Por qué quieres correr bajo su patrocinio? ) Escribí buscando entender lo que quiere conseguir al correr con autos de otros ensambladores. ( Quiero crear mi propia historia, una que no la apague nuestro apellido, nuestra descendencia. Más que mi propio nombre y apellido sea gritado sin recordar el de papá. ) Fue su respuesta. No me intenté rehusar, al contrario, me propongo a entender y respetar su punto. Observó mi reloj. Pasan de las ocho, Recojo los sobres del señor Carlson, salgo en busca de Janet. _ Es hora de irnos. No creo que alguien venga por esto más muero de hambre. Informe a mi fiel asistente Janet nunca se queja o tiene prisa por ir a ningún lado. Vive en estas instalaciones prácticamente. El ver su rostro sonriente, más su imagen pulcra y organizada, me hace dudar que tenga algún problema fuera de esta oficina, aunque poco conocemos una de la otra. _ Cenaremos Yo invito La voz de Edrick exaltó mi pecho al instante sujeté la madera del escritorio de Janet. Esta se levantó bruscamente bajo un terrible miedo. _ Señor Carlson, Casi nos mata del susto. Qué creen que están haciendo? Interrogó al ver su rostro serio, rodeado por sus hombres, dos de ellos armados, revisando el lugar. _ ¿La pregunta es: qué hace usted a estas horas aquí? Pasé, vi las luces encendidas. Creía había un robo o peor, que estaba usted en peligro. Sus palabras guiaron sus pasos hasta estar frente a mí, con esa seriedad que lo hace lucir tan guapo. _ Pues estoy lejos de estar en peligro. Esperamos para entregar sus fotografías que según usted Eran urgentes. Por favor bajen las armas, asustan a mi asistente. Exigí él observa los hombres Edrick Voltio y estos obedecieron. Janet al ver el gesto volvió a sentarse pálido como un papel. El saque una botella de agua para ella la coloca entre sus labios temblorosos. _ Calma cariño, todo está bien frote su espalda, esta recibió la botella _ Lo siento, tengo fobia por las armas explico avergonzada al absorber el líquido _ Esperen afuera no quise asustar la Señorita me disculpo su voz me atrajo a su rostro nuevamente en mis cortos años de vida nunca el rostro o el respirar de un hombre me habían agitado tanto _ lo entendemos señor carlson todo quedó en el olvido aquí está las fotografías editadas más negativos originales sesenta y tres fotografías para ser exactos ofrecí el sobre marrón sellado con lo dicho, pero no lo recibió a cambio dijo _ esperaba que me mostrara el trabajo personalmente usted frunció el ceño no me agradó su actitud _ iba a hacerlo, pero luego usted llega dos horas sobre mi horario laboral Así que cumplo con entregar lo que tanto le urge señor carlson Al soltar su apellido me miró de una forma reprobatoria, Tomó el sobre salió sin siquiera dar las gracias. _ ¿Qué te parece este idiota? no podía creer su grosería, Yanet levantó los hombros sin entender las reacciones frías o arrogantes de este desconocido con Aires de sultán. Esa misma noche, al llegar a casa, subí directamente a mi habitación, las ganas de cenar se me habían ido. Preparé la tina, me sumergí en ella al mi cuerpo estar en armonía con el agua tibia y la espuma, el rostro de Edrikc Carlson invadió mi mente. Cerré mis ojos recreando cada uno de sus movimientos, tecleando o respondiendo su celular con esa autoridad elegante, más su inteligencia al expresarse, un toque inexpresivo, con algo de misterio deseable. Una sonrisa debe ser un sueño recordar, sus dientes me hacen arañar mi pecho, su barba en perfecto candado me lleva imaginarlo entre mis piernas. Un gemido se escapa al profundizar más en la Fantasía y tener frente a frente sus ojos verdes, azulados, ojos que atrapan, esos que esta noche me llevarían a la masturbación en la tranquilidad que brinda la tina.
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