DIECINUEVE

2108 Words
El coche en el que es transportada Alina apenas emite sonido, la joven no hace más que apretar las manos sobre su regazo no pudiendo siquiera ver hacia fuera debido a que la ventana no se lo permite, frente a ella se encuentra Celine y a su lado Ralph que no dejaba de comunicarse con los demás soldados que los acompañaban en otros vehículos. Los nervios crecían en Ali a gran escala, ¿En qué momento su vida se convirtió en una película de acción? ¿En qué momento lo que creyó que sería una ruptura amarga y solitaria se transformó en una misión s*****a para aprehender a su amado Nuée? ¿Podía ella hacer algo para evitar que el Dios tuviera problemas? Mentir e inventar una historia creíble no era algo que fuera a dar resultado, Celine había dejado en claro que no le interesaba en lo absoluto saber de Nuée o de lo que pudiera querer, solo deseaba tenerlo en sus manos, quitarle su energía y acceder a la puerta de Olevón, no había mucho por hacer, no había una salida clara, al menos de su mano. Podía sentir su corazón latir como loco preso del miedo y a la vez el dolor por todo lo que acontecía en ese momento, tragó duro, ¿Las encargadas la buscaban? ¿Los niños estaban bien? ¿La extrañarían? ¿Qué sería de ella luego? ¿Qué iba a ser de Nuée? ¿Por qué sucedía todo esto? No tenía ni una mísera idea de nada y eso era lo que más temor le producía, relamió sus labios observando a la fémina. —¿Qué es lo que vas a hacerle si no quiere cooperar? —no dejaba de mover sus manos sobre el regazo, las apretujaba cuanto podía. —Sabemos que no va a cooperar, eso es un hecho, pero tenemos la esperanza de que al verte quiera escucharnos al menos, no es mucho lo que vamos a pedirle, solo deseo tener una charla interesante con él —sonrió—. Dime, ¿Es de apariencia extravagante? —No —susurró. —¿Cómo luce este Dios? ¿Cuál es su nombre? —ladeó la cabeza viéndola sería—. Solo tienes que responder mis preguntas y todo terminará, regresarás a tu hogar pronto, esto será solo una mala experiencia en tu vida, ¿Por qué protegerlo? Siendo él un ser con tanto poder y privilegios que al mundo le harían tan bien pero que no nos comparte, ¿Por qué no querrías al menos ayudar a mejorar nuestra situación? —¿A qué te refieres? —frunció el ceño—. Quieres matarlo, herirlo, hacerle daño como al último Dios que encontraron, eres cruel, ¿Por qué debería ayudarte cuando tú no ayudas a nadie más que a ti misma? —Alina, con dones como los que poseen estos seres seríamos capaces de descubrir tantas maravillas, hallar respuestas a muchas inquietudes que han existido a lo largo de la humanidad, quien te dice y se resuelven problemas de salud, se encuentran curas, formas de avanzar más de lo que ya se ha hecho —colocó sus manos sobre las de la jovencita—. ¿Cómo se llama? ¿Cuál es el nombre del Dios de las Nubes? —No voy a decirle nada —negó con lágrimas en los ojos—. No podemos avanzar en la historia sacrificando a otros, es un error que se comete una y otra y otra vez. —Como quieras, pero serás tú quien nos ayude, te guste o no —el coche se detuvo—. No pretendo que lo entiendas, pero no tienes más opciones —la puerta del automóvil se abre a un lado donde un soldado toma a la rubia por el brazo para jalarla y sacarla del interior. —Muy bien, estamos cerca del puente, son las tres de la mañana y el pueblo duerme, tenemos que darnos prisa —Seung habla viendo a todos lados—. Alguien debería hacerse cargo de las encargadas de la casa hogar, seguramente estarán buscando esta chica. —Tengo a algunos miembros de la policía local listos en caso de una denuncia, también les dije que fueran hasta el orfanato, que se encarguen de que nadie salga de allí —Celine dijo sonriendo, Alina la veía incrédula—. Niña, tengo todo planeado, tal vez hayamos actuado de manera precipitada gracias a tu querido Dios cerrando la puerta, pero no por eso no cuento con planes de contingencia. —Vas a fallar —susurró Prince segura de sus palabras. —Veremos quién tiene razón —observó a Ralph—. Vamos, al puente, llévenlo y que se coloque en la entrada, lleven lo que les pedí y del resto me encargo yo. Celine estaba segura de que entre la adolescente y el Dios había una amistad, que podía usar a Alina para detener cualquier cosa que intentara el ser, sí, una extorsión, chantaje, llámenle como gusten. Desde que habían perdido la oportunidad con Stjärna había planeado cada detalle para que no volviera a suceder, nadie podría echar a perder la situación de nuevo y ella podría finalmente presentar sus pruebas a sus superiores, que su proyecto de energía divina fuera visto por todo el mundo, que aceptaran que durante tantos años había tenido razón cuando solo recibía burlas de parte de sus colegas y demás personajes que no quería apoyarla o abastecer sus investigaciones económicamente. Mientras tanto, la neblina en el puente se había cobrado cada centímetros de la construcción logrando así que Nuée pudiera ir y venir por el mismo mientras se encargaba de que cada hada y ninfa atravesara la puerta, de que las pequeñas criaturitas del fondo del lago cruzaran hacia su verdadero hogar pues no se podía permitir olvidar a ninguna sabiendo que no iba a regresar nunca más y que al cerrarse el portal a Olevón toda energía espiritual que fluyera del mismo desaparecería logrando que todo ser divino se debilitara hasta desaparecer; el Dios apremiaba a los diferentes grupos de hadas a dejar los árboles cercanos al lago donde habían formado sus aldeas para cruzar al otro lado de la g****a dimensional, también esperaba que las ninfas se acercaran hasta la orilla para ayudarlas a marchar de igual manera, podían verse hasta tortugas de diferentes tamaños y extravagantes colores, y no, no requerían de un tipo especial de agua cuando el mismo lago poseía energía mágica que brindaba todo tipo de sustento a sus habitantes. El ojiazul llevó la mirada la cielo notando que la noche era despejada, llena de brillantes estrellas, tal vez fuera la última vez que las vería desde el plano terrenal, las echaría de menos, especialmente a los momentos donde se echaba en el césped para sentirse en las nubes pensando en Alina… El joven volvió la mirada al lago notándolo totalmente solitario, no había brillo ni maravillas allí, cada criatura ya se habían marchado por lo que él se permitió acercarse a la orilla tomando una piedra del fondo rememorando el momento en que le obsequió una a su Ali; sonrió sintiendo una lágrima deslizarse por su mejilla, era momento de dar el verdadero adiós. —Voy a extrañarte, Alina —murmuró, suspiró para encaminarse hacia la que era conocida como la salida del puente donde el portal a su hogar esperaba, sin embargo, contra todo pronóstico, de pronto comenzó a sentir la presencia de la rubia del otro lado y frunciendo el ceño volteó con rapidez—. ¿Ali? Volvió a ver hacia la puerta a Olevón, ¿Debería marcharse y ya? Pero, ¿Y si la chica quería despedirse una última vez? Apretó los labios indeciso y regresó sus pasos hacia la entrada, casi corriendo no queriendo perder más tiempo, queriendo aprovechar los minutos que le quedaran para abrazar una última vez a la humana, para volver a repetirle que quiere que sea feliz el resto de su vida mundana; la niebla no se disipaba más para él era una señal de que aún tenía el tiempo de su lado, estando a punto de llegar a la entrada fue que divisó una silueta y sonrió en grande, pero su confusión y sorpresa fue enorme al encontrarse con una mujer de sonrisa algo siniestra que con manos cruzadas detrás de la espalda lo veía impresionada. —¿Quién es usted? —preguntó deteniéndose, podía sentir a Alina cerca pero la mujer frente a sus ojos le daba mala espina. —Al fin, después de tanto tiempo, he podido dar con uno de ustedes cara a cara —suspiró feliz—. Mi nombre es Celine Carson y soy una de las líderes de MKS, ¿Cuál es tu nombre, Dios de las Nubes? —No tengo conocimiento sobre ti, humana, ¿Por qué debería de decirte mi nombre? ¿No crees que estás siendo demasiado confiada al preguntarme algo así? —elevó una ceja—, ¿MKS? —Somos una organización que se encarga de investigar tu mundo y seres como tú —sonrió. —Son asesinos, en lo que a mí respecta —retrocedió algunos pasos, debía llegar a la puerta de inmediato. —No te muevas ni un milímetro más —sentenció volviendo su rostro serio y amenazante—. O tu querida Alina Prince sufrirá las consecuencias. Y fue suficiente para que Nuée abriera los ojos en alerta observando detrás de la fémina que victoriosa lo veía obedecer. —Bien, así me gusta, la cooperación —asintió caminando un poco hacia uno de los lados—. Llevo mucho tiempo queriendo dar con ustedes y su mundo, ¿Tienes idea de todo lo que nuestro mundo sufre solo porque no nos han obsequiado sus conocimientos y habilidades? No, no la tienes, porque claro, como ya no tienen Santuarios y plegarias de parte de la humanidad nos han dejado a nuestra suerte, que nos maten las enfermedades, las guerras, los malos mandatarios, que niños sufran horrores, que mujeres terminen en fosas, que hombres mueran en guerras innecesarias… —Lo que ocurra con tu mundo no es de nuestra responsabilidad sino de las elecciones que ustedes mismos han tomado —respondió molesto—. La única razón por la que la humanidad se está intoxicando en su propia miseria y enfermedad es porque eligen el mal, ustedes quisieron delimitar territorios cuando la Tierra les fue heredada a cada hombres y mujer del mundo; ustedes han impuesto creencias, han malinterpretado siglos de enseñanzas como han querido. Se regocijan en el sufrimiento ajeno porque les da placer antes que una buena acción, porque están podridos por dentro, desde el alma hasta la mente y no hablemos de sus corazones… Es por ello que no se les ha dado más de lo que pueden manejar y aun así, decepcionan. —Vaya, sí que odias a los humanos —soltó apretando los puños. —No los odio, hay muchas personas que merecen una vida mejor y que la obtienen por su esfuerzo más que regocijo tendría yo si pudiera llevarlos a mi propio mundo, pero no puedo interferir, no hables de cosas que no eres capaz de entender —suspiró—. ¿Dónde está Alina? —Ella está aquí con nosotros, del otro lado de la salida —se encogió de hombros—. Vigilándola supimos que se comunicaba contigo, ¿Qué relación tienen? ¿Qué te ofrece, o viceversa, para que sus encuentros lleguen a este punto? ¿Mmm? —No te compete —negó. —Iré al grano, Dios, requiero tu poder y vas a entregármelo por las buenas, de lo contrario, una pobre huérfana va a desaparecer —sentenció. —Quiero verla —demandó, la mujer habló por un intercomunicador y pronto un soldado trajo consigo a la rubia, esposada y amordazada, para dejarla de rodillas a un lado de Celine. —Aquí la tienes —señaló con una de sus manos, con la otra tomó un artefacto enseñándoselo al pelinegro—. Vas a colocarte estas esposas en las muñecas, no vas a sentir dolor, pero drenarán parte de tu energía y luego, cuando no representes un peligro, quiero que me des acceso a la puerta a Olevón. Prometo que nada va a sucederte en tanto cooperes con nosotros y de paso garantizarás la seguridad de esta chica, ¿Entendido? —Entendido —asintió Nuée resignado sin dejar de ver a Ali que desesperada negaba con la cabeza queriendo que el Dios simplemente se marchara sin importarle su bienestar, pero no lo haría. Nuée no se podría ir hasta ponerla a salvo.
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