VEINTE

2558 Words
En ningún momento Nuée imaginó siquiera que vería a Alina correr riesgo, estaba seguro de que Celine era una mujer capaz de cualquier cosa a la que no temblaría el pulso a la hora de lastimar a la chica por lo que decidió sabiamente no poner resistencia y sumiso se acercó a la fémina manteniendo la cautela y sus ojos azules en su amada; recibió las esposas viéndolas con detenimiento notando que no eran comunes y corrientes, ni siquiera tenían la forma de las que se supone antes había podido ver, sabía que luego de colocarlas sería más débil, pero debía al menos lograr que Celine bajara la guardia, que se sintiera confiada con él pero sobre todo segura. Por su parte, Alina seguía sin poder creer lo que veía, intentaba que su mirada le transmitiera al Dios que no era necesario que hiciera semejante acto, que no quería que nadie se sacrificara por ella, muchos menos él, solo era una humana más, no iba a perderse tanto… Pero Nuée no daría el brazo a torcer y en un veloz movimiento colocó ambas esposas en cada una de sus muñecas observando expectante a la pelinegra que sonreía encantada con todo, la rubia se quejó siendo jalada hacia atrás por uno de los soldados para posteriormente ser puesta de pie. —Admito que creía que pondrías más resistencia, pero también sé que el tipo de Dios que eres no genera violencia, controlar las nubes y sus derivados no es muestra de gran poder, tampoco veo que tengas un carácter de temer, básicamente eres muy dócil, eso me agrada —comentó Carson—. ¿Cuál es tu nombre? Si vamos a trabajar juntos, o bueno, vas a cooperar, quisiera poder llamarte por el mismo. —Me llamo Nuée —respondió sereno más frunció el ceño viendo hacia las esposas, sentía un hormigueo en las mismas que lo desconcertó en grande. —No te preocupes, lo que sientes es propio de la succión de energías —sonrió—. Verás, luego de mucho trabajo y estudio encontré una manera de canalizar mediante censores y conductos finos y diminutos en las mismas conformados por Vanadio o el elemento V en la tabla periódica y seguramente no entiendes de esto pero aun así quiero explicarte, es un mineral con una aleación extra que permite la generación o, en este caso, absorción y concentración de energía, puede albergar cuanta sea sin problemas. Es con lo que están hechas las esposas, se alimentan de ti y una vez no haya nada que quitarte, serán usadas para alimentar un generador con el que seremos imparables, de solo imaginarlo me siento orgullosa de mí misma. —¿Quieres mi poder? —elevó una ceja—, No puedes entenderlo, mis emociones son las que afectan a la energía que controla todo este lugar y los cambios que se efectúan, no se trata de poder sino de comprensión, entendimiento profundo y armonía con lo que nos rodea. —Tendré mucho tiempo para estudiarlo, no te preocupes por ello —sonrió, volteó a ver al soldado—. Llévate a la muchacha de aquí. —No —Nuée se adelantó unos pasos pero Celine apuntó con una pistola a Alina y el Dios retrocedió—. Está bien, está bien… —Qué peculiar —frunció el ceño analizando la situación—. No es dominio lo que esta chica tiene sobre ti sino amor, la amas, ¿Cierto? Es por ello que acudías a su encuentro, te domó una chiquilla, qué irónico. —No considero que amar a alguien sea ser domado —espetó, sus ojos volvieron a Ali que lo veía con lágrimas en los ojos habiendo escuchado la confesión por primera vez. —Muy conmovedor, señor Nuée, pero no vamos a seguir hablando de este sentimentalismo que posee —negó—. Llévatela. El soldado asintió jalando hacia atrás a Alina que luchaba con todas sus fuerzas para no ser alejada del puente bajo ninguna circunstancia, en cuánto el ojiazul quiso intervenir y ayudarla las esposas aumentaron la potencia con la que absorbían sus energías y eso lo llevó a tambalearse hacia atrás algo mareado, ¿Cómo algo tan pequeño podía extraer y concentrar su esencia de manera tan rápida? Nuée no conocía del Vanadio o sus aleaciones para propósitos que no fueran puramente naturales, es más, en Olevón eran conocidos por otros nombres donde ni siquiera se pensaba en extraerlos de los suelos que los producían, pero en la Tierra era completamente diferente y podía constatarlo ahora mismo. El Dios cayó de rodillas agitado, sintiéndose de pronto sumamente débil en fuerza, como si le costara horrores tan solo mantenerse de pie, parpadeó un par de veces notando que su visión no era de las mejores y que la neblina del puente comenzaba a ser menos espesa, a disiparse con lentitud y no podía dejar que sucediera, alguien podría verlos, eso sería peligroso. Mantenerse oculto del mundo era imperativo, aun cuando Celine y su soldado lo hayan conocido por lo que llevó su vista hacia atrás donde la puerta a Olevón seguía abierta pero solo él podía verla —y la cual quedaría al descubierto si seguía perdiendo poder—; extendió su mano hacia ella pidiendo ayuda a las criaturas que esperaban a su ingreso para poder marchar finalmente, de manera que pronto se pudo ver a las hadas salir en su ayuda como un gran enjambre de abejas cuyo sonido al aletear era peor que un zumbido y es que Nuée lo dijo una vez, no les des motivo a esas criaturas para que estén en tu contra. —¿Qué es eso? —Carson frunció el ceño asombrada, el soldado detrás de ella hizo lo mismo deteniendo un poco su andar. —¿Señora? —el joven preguntó queriendo saciar su curiosidad pero lo que menos esperaron fue que las criaturas desplegaran una gran ráfaga de poder al trabajar todas juntas para proteger a Nuée. —¡Corre! —gritó la pelinegra emprendiendo la huida rumbo a la entrada del puente, Alina tuvo que mantener el equilibrio al ser empujada para seguirles el paso y es que bajo ninguna causa la dejarían libre siendo el señuelo que era. El Dios de las Nubes se concentró para mantener las fuerzas en su cuerpo y no dejarle la tarea fácil a las esposas en sus muñecas, se puso de pie encendiendo sus ojos aún más brillantes de lo que ya eran para clavarlos en Alina, tenía que ponerla a salvo. Observó detrás de sí el portal, no podía dejarlo abierto, no podía dejar que fuera invadido su hogar y muchos menos que fuera puesta en evidencia cuando la neblina desapareciera del puente —como estaba sucediendo—, solo tenía una sola oportunidad para llevar a cabo todo lo que deseaba, sería su más grande trabajo pero lo haría con orgullo, sería el final de una etapa en su vida más no estaba asustado sabiendo que probablemente mantendría el curso de la historia, de la realidad y de la verdad pero más importante salvaría una vida. Nuée pensaba que sería tonto pelear contra Celine y su séquito, no podía bajar de nivel y enfrentarla cuando no era más que una humana vacía de todo, solo quedaba cerrar la puerta dando final de ese modo a MKS. A lo lejos vio a Ali forcejear a pesar de no tener sus manos libres, el ojiazul relamió sus labios para adelantarse unos pasos y exhalar con fuerza creando un halo gigantesco que arrasó a gran velocidad con todo a su paso enviando al soldado de boca al suelo, a la fémina varios metros hacia adelante hasta colisionar contra una de las barandas del puente y este se estremecía con fiereza. La rubia no cayó en ningún momento puesto que el enjambre de hadas la socorrió, entre todas sostuvieron y resguardaron a la chico para llevarla con Nuée en un leve vuelo a apenas un metro del suelo, una vez fue depositada frente al pelinegro este cayó de nueva cuenta al suelo de rodillas cansado por todo el esfuerzo, enfrentarse a otros, mantener la neblina, luchar contra las esposas y no olvidemos que mantenía la puerta abierta a Olevón aún. —Les dije que no podrían contigo —Ali había liberado sus muñecas con ayuda de las criaturas que sobrevolaban alrededor de ellos nerviosas y asustadas, lanzó la mordaza lejos. —Que sea un Dios menos agresivo no significa que no poseo poder y facultades para defenderme, que me vean tranquilo no me exime de carácter y como cualquier ser vivo, me molesta que intenten hacerme daño —respondió viendo a la joven acercarse para acunar sus mejillas. —Dime qué harás, te ayudaré, tenemos que darles una paliza —observaba a detalle al pelinegro buscando alguna herida. —Alinita, no creo que sea lo más adecuado —negó lentamente frunciendo el ceño algo adolorido—. T-Tengo que cerrar la puerta a mi hogar y a la vez asegurarme de que tú estarás a salvo… —Yo estaré bien, no te preocupes por mí —espetó. —De seguir todo como está nunca te dejarán en paz aun cuando ella desaparezca del mapa —lo observó atento—. Te perseguirán porque saben que no podré alejarme de este mundo si no te sé a salvo… Ellos ya saben que siento algo por ti… —¿Y? ¿Qué hago? ¿Cómo te ayudo? —sollozó—. Lo siento, debí mentir mejor, debí ser más cuidadosa… —No, yo fui el descuidado, en todo y estás en riesgo por mi culpa —posó su mejilla contra una de las manos ajenas en ella. —¿Dónde están los demás Dioses? ¿Puedes pedirles ayuda? —preguntó viendo la entrada, ella podía verla con claridad, jamás imaginó que existieran luces con semejantes colores, era una vista privilegiada en verdad. —No van a intervenir porque ya tomé mi decisión, mi hogar, mi Santuario, yo lo defiendo y porque les he pedido que cuiden y ubiquen a todos los seres que vivían aquí. La decisión de un Dios es definitiva y se respeta hasta la muerte —suspiró, notó el movimiento en Celine y su soldado que trataban de incorporarse del suelo, Nuée llevó sus manos esposadas al rostro de la rubia para tomar su mentón y besarla una vez más—. Te amo, mi humana especial, asique ve y vive en grande, nos veremos en algún momento. —¿Nuée? —frunció el ceño sin comprender. —Pónganla a salvo —dijo a las hadas que de inmediato arremetieron contra la muchachita para, entre todas y con gran esfuerzo, converger la energía suficiente para elevarla por el cielo pareciendo miles de mariposas aleteando—. Adiós. —¡Nuée! ¡No! —gritó la rubia no pudiendo hacer nada en contra de lo que sucedía y pronto atravesó la niebla del puente y su misma estructura. El pelinegro se puso de pie volteando hacia la g****a que conectaba entre ambos mundos para sonreír agradeciendo a su Padre por la vida que había tenido, por cada error cometido, por cada cierto y enseñanza, por su extenso tiempo en la Tierra y por haber conocido a aquella joven que se ganó su corazón como ningún otro, había sido una gran vida después de todo; todo el esfuerzo que hacía para evitar que las esposas absorbieran su energía se disminuyó de pronto para que esta fluyera con velocidad y potencia hacia los extraños artefactos, se hincó una vez comenzó a sentirse exhausto dejando que su conexión con el portal hiciera fluir a través de sí toda la energía que albergaba Olevón, ¿Celine quería poder? Se lo daría, sin mezquindad, todo para ella y sus condenadas esposas, sus aleaciones y aparatos extraños, nunca más tendrían la oportunidad de herir a uno de los suyos, nunca más verían algo del mundo espiritual decorar el terrenal, nunca más harían daño a nadie y especialmente a Alina si no había un Dios a quién sobornar. Cerrando la última puerta a Olevón se perdería para siempre el contactos mundos. Cerrando la puerta de la forma en que Nuée lo hacía este dejaría de existir, moriría. Con Nuée muerto, Alina Prince estaría a salvo de cualquier plan de MKS —a futuro— para siempre, ese era el legado del Dios de las Nubes, vida para la rubia, en paz. Las esposas comenzaron a sobrecargarse, el Vanadio a pesar de ser capaz de albergar una considerable cantidad de energía se veía siendo resquebrajado a pesar de la aleación flexible que se había creado. Nunca quieras superar la divina naturaleza, no quieras aprovecharte de sus dones y poderes, porque no estarás ni remotamente cerca de llegar a los talones; el cuerpo de Nuée se iluminó considerablemente, su piel brillando como miles de diamantes y sus ojos solo observaban a Celine que aterrada intentaba marcharse del puente sin éxito, más su soldado pudo salir sin contratiempos, el Dios no la dejaría ir así como así. —¡Estás demente, vas a matarnos! —gritó la fémina. —Es un precio que hay que pagar, ¿No? —respondió calmo sabiendo que lo escuchaba a la perfección. —¡Los Dioses dan vida! —volvió a decir horrorizada. —También podemos quitarla —susurró—. Tú te llevaste a varios de mis seres queridos, compañeros que atacaste por la espalda, es justo que seas tú quien retribuya todo —sonrió—. Bienvenida al Puente de las Nubes. La gran explosión que se llevó a cabo tras la ruptura de las esposas y la liberación magnánima de toda la energía cerró por completo el ingreso a Olevón al colisionar las esencias de los mundos, el puente tembló considerablemente, sus cimientos resquebrajándose levemente, el lago meciéndose de un lado a otro, los árboles estremeciéndose, la energía eléctrica del pueblo siendo interrumpida debido a la estática dejándolo ver en las luces de las calles que se apagaron de pronto, el sonido estruendoso alertando a todo pueblerino y gritos de los soldados que esperaban fuera de la estructura. Las lágrimas de Alina descendían calientes y lentas por sus mejillas hallándose ella en perfecto estado en las inmediaciones cercanas al lugar, habiendo visto la gran explosión de esencias pero no pudiendo salir del c*****o dorado que habían formado las hadas para cuidarla; finalmente, una a una las diminutas criaturas de ojos brillantes descendieron al suelo para quedarse dormidas eternamente, sus cuerpecitos transformándose en florecillas amarillas y blancas que emergían entre el césped alrededor de la muchacha porque hasta el instante final cumplieron con el pedido de quien las cuidó y amó desde siglos atrás. —No… —las yemas de los dedos de Ali acariciaron la cabecita de una de las últimas criaturitas en fallecer hasta que se transformó en pétalos suaves y perfumados. El caos se desató en el pueblo, las personas no tenían idea de qué era lo que había sucedido. El cuerpo de Nuée se desintegró en miles de estrellas ínfimas y etéreas que desaparecieron al tocar el suelo. De una forma u otra la pareja nunca podría haber seguido con su amor, Nuée prefirió sacrificarse para salvaguardar a su amada antes que vivir una eternidad sin ella.

Read on the App

Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD