Aquella noche se tornó hermosa. Estaba llena de estrellas y un aire increíblemente animado. Caminar al lado de Gabriel se sintió tan… bien. Violet llevaba las mejillas rojas y el corazón palpitando con fuerza. Por alguna razón, sentía que Gabriel parecía querer decirle algo, conversaban solo de la universidad, las clases y cómo le estaba yendo a Violet con las materias. Después le preguntó si haría algo extracurricular o si estaba pensando en apuntarse a algún equipo. —Teresa se va a apuntar al grupo de baile —comentó Violet—. Me dijo para que lo hiciera, pero siento que eso no es lo mío. —No te veo practicando baile —dijo Gabriel y desplegó una sonrisa—. No es lo tuyo. —No, para nada… —Dejó salir una risita—. Prefiero otra cosa, como un equipo de deporte o algo así. —¿En cuále