Pov. Abby Llegamos a argentina en la madrugada, yo muerta de sueño y Antón con un antojo de comer un helado de vainilla con papas fritas. Yo lo miré raro, ya que él no come de esas cosas, por el señor ogro se cuida demasiado y por eso se ve tan guapo y apetitoso. Todo pasa normalmente, llegamos a la habitación del hotel. En donde nos hacemos el amor hasta noquearnos de placer. A la mañana siguiente, desayunamos y tomamos nuestro primer recorrido que fue maravilloso, bueno, casi todo, ya que el hombre a cargo no dejo de mirarme y hacerme partícipe de la actividad. .— señorita, si quiere probar nuestra cosecha especial, haré un tour privado de noche. — me dice el tipo y Antón está que le salta encima. .— se lo agradezco mucho, pero con mi esposo ya tenemos todo planificado en esta visi