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1472 Words
Desde temprano se escuchaba el ajetreo por toda la base .El ruido generado por el metal de las armaduras al ser transportadas, el relinchar de los caballos y los gritos de las madres llamando a sus hijos eran sólo algunos de los sonidos que interrumpían mi sueño. Durante la noche las deidades habían decidido visitarme nuevamente y me advirtieron lo esencial. Proteger y salvar a los inocentes y no emocionarme demasiado .La cabeza me dolía horrores y al tacto comprobé que mis cuernos habían vuelto a crecer un poco más. Por suerte me había adelantado a todo este circo montado por Kaezel y en conjunto con Stella habíamos organizado la retirada de aquellos que lo quisieran durante la batalla .Al ser supuestamente una emboscada lo que planeaban los syaitians, los altos mandos no tenían la mínima intención de mover a nadie de aquí. Planeaban encerrar a las mujeres, niños y ancianos en sus casas y desarrollar la batalla a un kilómetro de la entrada de la fortaleza .Un plan ridículo a mi parecer pero bueno ,así de idiotas eran nuestros líderes. Cerca del mediodía ,y calculaba la hora solo por el hambre que me atacaba, fue que decidieron sacarme de la celda. Los guardias me condujeron hasta el torreón de la realeza y me empujaron dentro de una habitación .Parecía estar diseñada para una dama de la corte .La cama inmensa con dosel ,la cómoda y el espejo eran iguales a las de Kae pero en un color más claro. Curioseando encontré el baño igual de innecesariamente elegante y para rematar lo único que había para usar eran vestidos. De todos los colores y formas unos más extravagantes que otros .Si serán mis últimas horas aquí no las desperdiciaré con un vestido .La guardia en la puerta era permanente así que sin hacer ruido me escapé por la ventana hasta mi cuarto .Me duché y vestí con unos pantalones un poco holgados con varios bolsillos y travillas de color n***o ,una camisa de manga larga blanca ,mis botas altas de cuero y agarré mi capa negra .Con el mismo silencio regresé a mi encierro ,agarré un libro de la mesita de noche y comencé a hojearlo con aburrimiento. Me había leído el libro dos veces cuando tocaron trayendo mi comida .No presté atención hasta que la puerta fue cerrada nuevamente y me lancé con hambre sobre la charola .Degustando el pan un sabor extraño me hizo fijarme mejor en que casi me comía un trozo de papel. Era un mensaje de Stella avisando de que todo estaba listo. Un peso menos en mis hombros. Tiempo después entró el príncipe seguido de dos guardias que cargaban toda clase de armas .No abandoné el sillón donde reposaba ,me dediqué a mirarlos y noté que faltaba la más importante ,mi espada. -Ármate con lo que necesites-ordenó el rubio con seriedad, sonreí con burla y caminé despacio hasta la cama admiré un cuchillo y comencé a guardar en mis ropas todo lo que pudiera .Dagas ,un par de karambi, un juego de cuchillos en mi cadera .Lo miré directo a los ojos para hacer mi pedido. -Sin mi espada no lucharé-demandé autoritaria Kae frunció el ceño con molestia pero asintió. Minutos después de quedar sola tocaron a la puerta trayendo mi espada ,la guardé en su funda y la colgué en mi cintura .Cuando confirmé que estaba lista me condujeron hasta el príncipe que aguardaba sobre su caballo .Lo ignoré en todo momento ,monté en mi caballo y anduvimos a paso lento hasta la entrada de la fortaleza .En el silencio de la espera podía sentir la insistente mirada de mi primo y ,unos segundos después, la inmensa horda de energía oscura que se acercaba a nuestra posición. Coloqué la capa sobre mi cabeza, siendo esta ligeramente levantada por los cuernos pero aún así cubriendo la mitad de mi rostro. A la lejanía ya eran perceptibles los aullidos y rugidos de los demonios y el ruido de las armaduras al andar .El paisaje blanco se interrumpió por una columna de sabrán los dioses cuántos syaitians pero apostaba que rondaban los diez mil .Nosotros apenas y nos acercábamos a los tres mil soldados. Esto sería unilateral en todo el sentido de la palabra .Ellos siguieron avanzando hasta quedar a una distancia prudente pero audible para los humano. -Hoy termina la guerra-exclamó Kaezel con soberbia y retuve el gesto de golpear mi frente con mi mano ante su idiotez . Examiné a los que parecían comandar al "enemigo" y solo reconocí la armadura de Hiver. -No podría estar más de acuerdo humano-la voz de mujer cargada de burla pertenecía a la generala-Pero me temo que hay algo que discutir antes de sacar las armas-los demonios le abrieron el paso a una imponente figura, se acercaba a los dos metros de altura ,su armadura era negra como la del resto pero más sencilla. Al ver sus ojos lo reconocí de inmediato y mi corazón se agitó con violencia. Rex se veía aún más guapo fuera de la cápsula, se había cortado el cabello haciendo resaltar más sus grandes cuernos y portaba su sonrisa arrogante de siempre. -¿Quién es el líder?-su voz ronca transmitía poder ,aún así el príncipe hizo a su caballo avanzar un par de pasos .Rex sonrió de lado cuando su vista cayó en mi-Retira a tu gente por su propio bien-aconsejó mirándome y sabía que esta era mi oportunidad ,di un paso adelante bajo las miradas interrogativas y ansiosas de muchos. -Burst-chasqueé los dedos y se escuchó una fuerte explosión del otro lado de la montaña .Esa era la primera señal ,con mis sentidos mejorados escuché a todos dentro de la base comenzar a moverse hacia los túneles que habíamos preparado-Retírense-ordené con voz fría a los soldados que estaban detrás de mí y ante la mirada de furia de mi primo la mitad de los guerreros corrieron hacia adentro para reunirse con el resto y huir. -Μαύρος Λύκος-lo escuché murmurar con picardía-Entonces ustedes son los que morirán-sentenció el peliplateado y con un gesto de manos los shadows atacaron. Kaezel profirió un grito de guerra y los soldados que quedaban se lanzaron al ataque. Me mantuve expectante hasta que algunos soldados se sumaron al ataque y parecían estar en apuros .Curiosamente los humanos que se habían quedado emanaban una energía diferente y les estaban plantando cara a los demonios. Utilizando el terreno ayudaba a los syatianos a deshacerse de sus contrincantes .En un momento todo cambió, desde la montaña comenzaron a llover flechas que ignoraban a los mundanos, iban directamente a por los syaitians. Decidí unirme a la batalla cuando la emoción me ganó. Saqué mi espada y corrí a gran velocidad adentrándome en el campo de batalla .Un shadow saltó a por mi cabeza pero de un corte la dejé incapacitado .Un humano se entrometió en mi camino cuando notó que iba a ayudar a un demonio .Chocamos espadas un par de veces pero con fuerza arranqué su brazo diestro y lo empujé de una patada hacia un montículo de baba que pareció tragárselo gustoso .Seguía avanzando cortando y golpeando a quien se atravesara en mi camino .En el calor de la batalla la pequeña Nila me localizó y cubrió mi espalda un par de veces ,sin embargo le entregué un pedazo de papel y señalé la fortaleza con la cabeza .Ella asintió y corrió hacia allí para alcanzar a Stella y los otros y escoltarlos hasta la costa sin perder a nadie. Sin darme cuenta en algún momento había perdido la capa y ahora mis cuernos eran visibles para todos .Los humanos que me rodeaban quedaron congelados por la sorpresa y eso me facilitó el rajarles el cuello .Kaezel y Rex ,que no recuerdo en qué momento comenzaron a cruzar espadas, también fijaron su vista en mí. Rex me miraba con un brillo hermoso dominando sus orbes dorados pero mi pariente de sangre aprovechó ese instante de estupor para tratar de atacarlo por la espalda .Mis reflejos se activaron al máximo y lancé una daga desviando el metal .Rex se giró para continuar con el enfrentamiento pero yo ya me encontraba en medio de ambos. Gracias ,hechizo de velocidad .Empuñé mi espada contra el príncipe de los humanos y eso nubló su rostro de ira .Una mano grande agarrando mi cadera me herizó todo el cuerpo. -Permítame encargarme principito-hablé con una sonrisa de lado tratando de mantener los pensamientos en la pelea y no en su calor corporal filtrándose al mío. -Por supuesto mi guerrera-susurró con voz ronca a mi oído .Dejó un beso en mi sien que encendió mis mejillas y alteró visiblemente a mi oponente .Retiró a su gente dándome espacio y caminó hasta situarse al lado de su hermana. -Bailemos querido primo-hablé con burla para disimular el rencor que sentía.
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