Capítulo 18: La cascada.

2433 Words
Cuando de pronto empezó a caer polvo del techo de la cueva si era como polvo, cuando Amenet se dio cuenta grito: —¡Corran, corran porque esto se está cayendo! Después empezó a caer grandes piedras y todos corrieron, Ernesto tomo de la mano a Titi y empezaron a correr y correr. Mientras tanto a su alrededor caían piedras grandes y de todos tamaños, llegaron al puente, Amenet dijo gritando nuevamente. —Corran no se detengan, corran antes de que el puente caiga, corran. Así lo hicieron, no se detuvieron, continuaron corriendo, pasando el puente, este conforme pasaban se iba desasiendo, convirtiéndose en polvo, así continuaron cuando llegaron al lago que estaba dentro de la cueva, ese lago con aguas negras por el tuvieron que atravesar, porque no había otra manera de llegar a la otra orilla, y esta vez no fue la excepción, tuvieron que hacer lo mismo, subieron al bote y empezaron a remar lo más pronto que podían, el agua se movía constantemente, en ocasiones las olas que provocaban las piedras al caer parecía que voltearía el bote, pero ellos continuaban remando sin parar, hasta que llegaron a la otra orilla, se bajaron del bote rápidamente y continuaron corriendo, parecía que la montaña se caía a pedazos, así seguían corriendo cuando por fin a lo lejos vieron la luz del día, eso quería decir que ya estaban cerca de la salida y así continuaron corriendo. Cuando salieron de la cueva esta parecía que los había escupido, porque al salir ellos sintieron que algo o alguien invisible los había empujado cayendo bruscamente en el suelo. Después de recuperarse voltearon todos a ver la entrada de la caverna, en eso que lo hicieron callo una gran piedra que la tapo, es como si la montaña ya no quisiera que nadie entrara en ella, todos sorprendidos miraba a su alrededor, cuando de pronto se oyó un gran rugido que salía de las profundidades de la tierra, está empezó a moverse como si fuera un pantano, ellos se levantaron de inmediato como pudieron y la punta de la montaña escupió una gran cantidad de lava, que de inmediato empezó a escurrir por todos lados de ella, es más, parecía que la montaña tenia vida y estaba furiosa de que hubieran escapado los seres de inframundo, querían acabar con ellos, estaban furiosos, la lava corría como un rio de agua, así que ellos se pararon rápidamente y continuaron corriendo. La lava iba detrás de ellos, ellos corrían lo más que podía, la montaña continuamente lanzaba grandes bocanadas de lava, a lo lejos vieron el bosque, aquel bosque que habían pasado anteriormente, no sabían qué iba a pasar al llegar hasta el, pero no había tiempo de pensar, así que continuaron corriendo, cuando la lava estaba a punto de alcanzarlos llegaron al bosque, de alguna manera y quien sabe porque antes ellos al llegar al bosque y sin darse cayeron cual largos eran todos, voltearon a ver qué es lo que pasaba con asombro, vieron que la lava ya no podía avanzar como si hasta ahí pudiera llegar y no tenía permiso de entrar al bosque, ellos se pararon y vieron como la lava se secaba y se iba convirtiendo en tierra, si, en tierra, en una tierra gris, esta iba avanzando secándose hasta llegar al cráter de la montaña, que para esos momentos dejo de lanzar lava, se apagó, si se apagó así como había encendido así se apagó, después de esto todos se vieron entre sí, aún respiraban agitados por la carrera. Enseguida se sentaron en el pasto a descansar por unos momentos y Guillermo dijo: —Pero que fue eso. Armando le contesto: —Si eso, sí que fue intenso. Amenet les contesto: —Y solo es el empiezo, esto quiere decir que los dioses del inframundo ya se dieron cuenta de que liberamos a Anubis y a Amunet, y que vamos a rescatarlos, así que van a tratar de detenernos, ellos no pueden usar sus poderes, hasta que salgan de ahí, todo lo que hay a su alrededor se los impide, pues es parte de lo que los tenían encerrados así que ellos, en estos momentos son como cualquier persona o cualquier esclavo. Enseguida Bastat contesto: —Así que hay que tener más cuidado que nunca, ya que ellos se están juntando para evitar que los rescatemos. —Pero porque, yo creo que no pasa nada el que los rescatemos. —dijo Armando. Sejmet contesto: —Mira ellos poco a poco se han ido apoderando del templo, ellos ahí se esconden, están saliendo poco a poco y se están juntando, por el momento están escondidos y saben que si nosotros nos alejamos, para ellos todo sería más fácil, en este momento ya estamos tres unidas y así somos muy poderosas, pero no tanto como para derrotarlos a ellos, así que si rescatamos a Anubis y a Amunet este poder de estar todos juntos seria impenetrable, es por eso que lo van a tratar de impedir, en estos momentos nuestros poderes son limitados, pues Amenet apenas está recuperando los suyos y en ciertos momento y situaciones, no nos está permitido usarlos, así que como ven no es tan fácil. Ya nadie dijo nada, solo se voltearon vieron el bosque, no sabían lo que les podía pasar, pero tenían que avanzar para poder regresar a su mundo, esto es lo que pensaron los chicos, así que no les quedaba otra, por el lado de Titi el anillo aun no salía, así que había que encontrar a Amunet para poder deshacerse de él, a eso habían ido, pero jamás se imaginaron por todo lo que tenían que pasar, así que como dijo Amenet. —Tenemos que continuar adelante. Y así lo hicieron, se fueron adentrando en el bosque poco a poco, iban caminando sin ninguna novedad, Armando hasta ahora se daba cuenta que en ese bosque no había nada, nada más que árboles y el pasto en el piso, pero no había nada más, no había yerba, no había pájaros, no había insectos o animales rastreros no, no había nada, solo árboles y pasto, cuando iban caminando sin más aviso todos cayeron uno a uno en diferentes hoyos que se abrieron en el suelo, al fin estaban separados como los dioses del inframundo los querían, separados era más fácil tenerlos así, porque así si podían terminar con ellos, pero cuales eran las intenciones de estos seres, nadie lo sabía así que empezaron a gritar para ver en donde estaba los demás, pero como todos hablaban al mismo tiempo, no se sabían en donde estaban, entonces todos comprendieron lo que estaba pasando y se callaron. Enseguida Amenet fue la primera que hablo y dijo al sentir aquel aire tan reconfortante, que ayudaría a compartir lo que tenía pensado decir: —¿Cómo están? Todos al unísono dijeron: —Bien. Ella continúo diciendo. —No sabemos qué fue lo que paso, pero no debemos estar separados —, y enseguida dijo: —Bastet, Sejmet unámonos y salgamos de aquí, pero tiene que ser al mismo tiempo, las tres juntas. Ambas contestaron al mismo tiempo. —Sí, si claro. Bastet dijo: —Está bien a las tres, uno, dos y ¡TRES! —al gritar el último número. Las tres alzaron sus báculos al mismo tiempo y volaron afuera de los hoyos, que estaban bastante hondos, ya afuera empezaron a buscar a Titi, Armando, Guillermo y Ernesto, pero por más que buscaban en el piso todo estaba cerrado, ya no había hoyos solo la tierra y el pasto, no había indicios de ellos. Sejmet dijo: —Solo querían separarnos de ellos. Entonces Bastet empezó a gritar: —¡¿Dónde están?! ¡No lo encontramos, denme un indicio para poder rescatarlos! Ellos si las oían, pero ellas a ellos no, ya se estaban desesperando tanto las diosas como ellos que estaba encerrados, no sabían que hacer, después Titi empezó a gritar desesperadamente. —¡Ayuda, ayúdenme! Ernesto le contesto de inmediato fuerte. —¿Qué pasa? Titi ¿Qué pasa? Ella le contesto: —Están saliendo serpientes de todos lados, no tengo donde esconderme y no sé qué hacer ya saque mi espada, pero todo es inútil ellas siguen saliendo, creo que voy a morir, hermanos los amo, les dicen a mis papás que los amo y tu Ernesto, te amo. Después ya no se oyó nada, Ernesto en su desesperación saco un frasco de los que traía y lo lanzo, al suelo él no sabía lo que iba a pasar, pero algo tenía que hacer ,empezó a salir un humo color morado, este humo empezó a salir a la superficie es cuando ellas se dieron cuenta en donde estaba, y era irónico, ellos estaban debajo de ellas, ellas pisaban donde estaban, alzaron las tres al mismo tiempo sus báculos y enseguida los hoyos se abrieron, los vieron y estaban bien, pero Titi estaba tirada con la espada en la mano, de inmediato la sacaron, Ernesto se acercó a ella, la abrazo, los demás la rodearon para ver cómo estaba, enseguida y dijo: —Aún está viva parece que solo se desmayó. A los pocos minutos, ella empezó a despertar los vio a todos y dijo: —¿Que paso? Ernesto le contesto: —Nada solo te desmayaste ¿Que te paso? —No sé, solo recuerdo que estaba luchando con las serpientes y de pronto me desmayé y ya desperté aquí, dime ¿Que paso? —Nada, lograron sacarnos de ahí y tú estabas desmayada, pero ya todo paso. —le contesto Ernesto. Se esperaron unos momentos y después se pararon todos, para continuar el camino, ya nadie dijo nada, pero Bastet se les quedaba viendo, no le quitaba la mirada a Titi, ella Titi se sentía rara, pero no sabía que era, no le dolía nada solo se sentía rara, pero no sabía que era. Así continuaron por el bosque caminando, este conforme avanzaba se hacía más espeso, los árboles empezaron a seguirlos y a emboscarlos, entonces Bastet cuando se dio cuenta dijo: —Cambiemos de camino no vayamos por ahí sí, vengan por este lado, por aquí. Ellos la siguieron, cuando ella dijo esto y cambiaron el rumbo los árboles se detuvieron y ya no continuaron, salieron a un claro donde no había árboles, solo piedras y pasto, pero enseguida había una cascada inmensa, donde caía una gran cantidad de agua, Titi se acercó a la orilla para meterse al agua, pero Amenet la detuvo y le dijo: —No, no espera no sabemos lo que hay. Titi solo alcanzo a meter al agua la punta de su pie, cuando Amenet evito que se metiera al agua enseguida de que Titi cayo es como si se hubiera desmayado, pero no era así, sus ojos estaban abiertos cuando la vieron que cayo, todos la rodearon para ver qué es lo que pasaba, ella solo veía sin ver, Ernesto hizo el intento de abrazarla, cuando Bastet le dijo: —No, no Amunet se está comunicando con ella por medio del anillo, déjala. En ese momento Titi despertó, se podría decir así, se sentó y dijo: —Anubis, Anubis está atrapado en la cascada o catarata, él está ahí atrapado. Todos vieron hacia las cataratas eran tan grandes y tan fuertes que como podrían entrar, después se sentaron y Ernesto les dijo: —Hay que estudiar cómo está la catarata, casi por lo regular se puede entrar por un lado solo que hay que encontrar el lado por donde se puede entrar y así veremos, si solo hay una cueva o hay varias, porque esta tan grande que me parece que puede haber varias. Entonces se dirigieron a la catarata por un lado, no entraron en el rio solo iban por la orilla, pero llego un momento en que tenían que entrar al agua, en eso Sejmet entro al lago cuando de pronto al meter el pie en el agua un tentáculo la jalo fuertemente, la alzo, ella colgaba de un pie por los aires ella estaba indefensa, después de lo profundo del rio cayo un gran calamar, cuando lo vieron todos se hicieron para atrás a manera de que los grandes tentáculos no los alcanzara, estos volaban por todo el río buscando que agarrar, cuando Bastet y Amenet se dieron cuenta les dijeron a los chico fuerte. —Atrás no dejen que los atrape, nosotras nos encargamos de esto. De inmediato empezaron a flotar y con su báculo empezaron atacar al enorme calamar, pero este no cedía hubo ocasiones en que fueron alcanzadas por algún tentáculo, que como un látigo las lanzo a los aires, pero ellas no cedían. Mientras tanto Sejmet el tentáculo la metía y sacaba del agua, ella por más que quería zafarse no podía en la posición en la que estaba no la dejaba, Armando estaba desesperado al ver que su amada estaba en peligro, no sabía qué hacer, pero sabía que él tenía algo que hacer así que en lo que Amenet y Bastet lo distraían tratando de matarlo, él se escabullo por la orilla y entro en el rio, en ese preciso momento el tentáculo sumergió a Sejmet justo cerca de él, el con la espada en la mano ataco al animal cortando el tentáculo y en ese preciso momento dejo libre a Sejmet, el tentáculo tratando de sobrevivir, se retorciéndose en el agua y dándole un gran golpe a Armando, dejándolo inconsciente. Sejmet se dio cuenta, de inmediato nado hacia él, lo cargo y lo saco rápidamente del agua, antes de que este se ahogara, salió a la superficie se los dejo a los demás chicos y se fue para apoyar a sus compañeras, Titi, Guillermo y Ernesto atendieron a Armando que despertó después de unos cuantos minutos. Mientras tanto Sejmet, Basted y Amenet se enfrentaban al enorme molusco, cuando Bastet y Amenet se dieron cuenta de que Sejmet estaba bien y libre se unieron las tres para terminar con el gran molusco, flotaron al centro del río donde estaba la cabeza del molusco, unieron los tres báculos asiendo solo uno y lo enterraron en la cabeza del molusco que de inmediato empezó a recoserse y a manchar el rio con la tinta purpura de su sangre, se fue hundiendo poco a poco, no sin antes lanzar un gran ruido que salió dé el, conforme iba cayendo, iba desapareciendo, al igual que la sangre que estaba en el agua, las tres se miraron con alegría y como después las tres bajaron y de inmediato llegaron donde estaban los chicos.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD