La maldición de Titi

Capítulo 17: —No, no esto apenas empieza.

Por lo que estaba pasando, Guillermo pensó “si no regresa ¿Que vamos a ser?” “¿Qué es lo que va a pasar? No, no quiero ni pensarlo” solo ignora lo que estaba pensando, pero por primera vez tuvo miedo, mucho miedo, por otro lado, Ernesto tan bien estaba preocupado al ver que Armando no llegaba, la piel se le puso chinita nada más de pensar que armando no regresara y que iba a ser de ellos, como iba a terminar todo esto, si Armando no regresa la única que se atrevió a decir en voz alta lo que pensaba fue Titi y ella dijo:

—No, no regresa porque no regresa, la luz se está apagando y no regresa —, entonces se volteó a ver a Amenet y le dijo: —¿Que pasa porque no regresa? —pregunta preocupada.

Ella contesto:

—Sí, algo anda mal, esto no es normal.

Ver que continúan con los ojos cerrados y tan concentradas y confusas de Sejmet y Bastet que se mantienen tomadas de las manos, y expresando una especie de dificultar de fuerza, en eso corrió la anciana hasta un caldero que tenía en un rincón de la cueva y dedujo al decir:

—Creo que necesitan ayuda para regresarlo o alguien está interviniendo, tenemos que saber qué es lo que está pasando.

Enseguida cuando llego a donde estaba el gran cazo, empezó a echar dentro dé el una gran cantidad de yerbas y menjurjes, esto empezó a humear, después paso la mano por el humo y este desapareció en el fondo del caso, había una clase de agua transparente donde empezó apareciendo en el reflejo del agua Osiri, donde con sus poderes estaba tratando de jalar hasta el a Armando, el gritaba y maldecía por que no podía, mientras tanto Armando estaba flotando en el limbo, él no sabía que hacer el solo flotaba y en el fondo de donde el flotaba estaban muchas personas como quemadas, que trataban también de jalarlo para llevárselo con ellos. Así que enseguida Amenet quito del caso lo que estaba viendo y dijo:

—Sí, si necesitan ayuda, Osiri está tratando de jalar a Armando hasta él y si lo logra, todo estará perdido, Armando se encuentra en el limbo y corre el riesgo de quedarse ahí y de ahí ya no podrá salir, nunca nadie lo podrá sacar y lo mismo, todo estará perdido para todos, ellas están perdiendo poder, así que hay que ayudarlas porque solas no van a poder.

Entonces rápidamente empezó a echar nuevamente otra gran cantidad de yerbas que tenía en una bolsa, y enseguida una gran cantidad de menjurjes que tenía en unas botellas. Enseguida todo lo empezó a mover con un gran palo que tenía a un lado, esto empezó a hervir y a humear bastante, hasta tal punto que la cueva empezó a llenarse de este humo, después ella paso la mano por encima del caso y el humo desapareció, entonces ella cerro los ojos y empezó a decir palabras que nadie entendía, de ahí se hizo un remolino de humo que se dirigió hasta donde estaban Sejmet y Bastet, uniéndose al gran resplandor que salía de ellas, en cuanto el humo se unió a ese gran resplandor, que poco a poco se iba apagando, nuevamente empezó a brillar más, tanto así que era cegador los chicos, con sorpresa y alegría vieron como venía bajando y flotando Armando hasta llegar al piso y quedar en medio de las dos diosas, el en ese momento estaba como en trance, no sabía lo que estaba pasando. En cuanto estuvo en el piso Bastet, Sejmet y Amenet despertaron de inmediato, todas cayeron en el piso como si no tuvieran fuerzas ni para pararse, así como Armando, Titi que estaba cerca de Amenet corrió a ver como estaba, no sabía que darle pues en ese lugar ni agua había, así que solo le echaba aire con la mano y le hablaba.

—Amenet, Amenet ¿Estás bien? Amenet por dios dime que estas bien. —le dice Titi.

En eso Amenet abrió los ojos y murmuro.

—Si estoy bien, tranquila.

Ernesto y Guillermo corrieron a ver a Armando, este estaba como atontado, Ernesto le dijo:

—Armando ¿Cómo estas te sientes bien?

Él alzo la cabeza y le dijo:

—Sí, estoy bien.

Armando vio para todos lados y vio a Sejmet tirada en el suelo, corrió hacia ella tomándola entre sus brazos y le dijo:

—Sejmet, Sejmet ¿Cómo estás? despierta no me hagas esto yo te amo, amor, despierta dime que estas bien.

Sejmet abrió los ojos lo miro y le dijo:

—Es verdad lo que me dices, de verdad.

Luego el alzo los ojos, ambos se miraban mutuamente y dijo:

—Por dios creo que me he enamorado de esta diosa, cuando es algo imposible.

Así se quedaron consolándose mutuamente, cuando Guillermo corrió a ver Bastet y le dijo:

—Bastet, Bastet ¿Cómo estás?

En eso ella abrió los ojos y le contesto:

—Bien, bien no te preocupes ya estoy bien, pero ¿Que paso? ¿Qué es lo que paso? Y ¿Dónde está? Amenet, ¿Dónde está? ella es a la que se le tiene que ver como esta, pues ella es la más débil, a ella si puede morir en el intento y bueno ¿Qué es lo que paso? —termina preguntando Bastet.

En eso se levantaron todos se pararon y corrieron a ver a Amenet que estaba con Titi, Titi la tenía entre sus brazos, Bastet le pregunto:

—¿Cómo estás? Amenet ¿Cómo te sientes?

Ella contesto:

—Bien, bien.

—Pero como bien, si no te puedes parar.

Ernesto la cargo y se la llevo a la cama que había ahí. Enseguida Amenet les dijo:

—Solo dejen que descanse un poco, pero todo está bien.

Después Bastet le pregunto:

—¿Que paso? Amenet no recuerdo nada, solo el cansancio que tuve cuando desperté, eso me dice que algo no salió bien y luego despierto y tu estas desfallecida, dinos ¿Qué fue lo que paso?

Ella contesto:

—Lo que paso fue muy fuerte, Osiris se dio cuenta de lo que estábamos haciendo y el intervino de inmediato, tratando de jalar a Armando y con los poderes de las dos ya no era suficiente para regresar a Armando, lo peor es que si fallábamos también perderíamos a Armando, el ya no podía regresar, se quedaría por siempre en el limbo y eso le convenía Osiri, así ya no podíamos hacer nada en contra de él y Anubis y Amunet, ya no podrían regresar jamás, y así Osiris se haría más poderoso y ya no tendría que preocuparse por Anubis y Amunet, ya nada lo detendría y esto iba a ser un caos, por eso fue necesario de que yo interviniera, esto era urgente, pero bueno después de todo lo logramos y estamos todos juntos, por que los chicos a pesar de que no tiene poderes nos trasmiten su fuerza interna, que es la más importante así que ustedes tiene lo suyo. —les dijo mirándolos y poniendo una pequeña sonrisa en sus labios.

Después enseguida levantándose poco a poco, primero se sentó en la orilla de la cama y después les dijo:

—Ya me estoy sintiendo mejor.

Entonces Titi pensó “para, sí estoy loca o a la mejor no la vi bien cuando llegamos, pero me parece que ha rejuvenecido un poco esta menos vieja”, pero ella movió la cabeza como rechazando lo que había pensado, después se paró, se fue para la gran mesa que estaba enfrente y en medio de la mesa había algo que estaba cubierto por una tela como azulada que lo tapaba, Titi por un momento pensó que era un frutero o algo así, todos siguieron a Amenet, subieron un escalón y enseguida Amenet les dijo:

—Tomen asiento, tu Titi siéntate cerca de mí y tu Armando dame lo que trajiste.

En eso Armando saco de la bolsa de su pantalón el brazalete y el medallón. Enseguida Amenet le dijo a Titi.

—Pon tu mano sobre la mesa.

Titi intento quitarse el anillo, pero Amenet le dijo:

—No, no espera, ese no va a salir tan fácil.

Titi puso la mano sobre la mesa y Amenet le puso el brazalete y el medallón en la palma de la mano, después le dijo que cerrara fuertemente la mano y así lo hizo, Titi al momento de hacerlo los tres objetos se unieron, salió una gran luz de la mano de Titi, esta empezó a formar un remolino reluciente que exploto en el aire, era como si miles de estrellas alumbraran la cueva, pero estas parecían tener vida, porque se desplazaban por toda la cueva, era un espectáculo hermoso. Enseguida se volvieron a unir todas y formaron una estrella, que fue absorbida por toda la mano de Titi, cuando esto sucedía se oyó un gran grito terrorífico y ensordecedor, este era como de un animal herido de muerte, enseguida su mano se abrió en automático, ella estaba sorprendida en seguida Amunet dijo:

—Bueno ya está hecho, ahora vamos a ver en donde están.

Conforme decía esto, ella iba rejuveneciendo y ya no solo Titi lo notaba, también los demás que se le quedaban viendo ellos, como el cambio se hacía poco a poco enseguida ella dijo:

—Vamos a ver en donde están.

Como dijo Titi.

—Entonces esto aún no termina.

Ella contesto:

—No, no esto apenas empieza.

—Titi necesitamos ver en donde están ellos, ya están libres ahora solo hay que ver dónde están y sacarlos de donde estén en este momento.

Ernesto dijo:

—Bueno es que no, no entiendo nada.

—Sí mira, ellos ya están libres, pero no sabemos dónde están y tenemos que rescatarlos, ellos no pueden recuperar sus poderes hasta que estén cerca de los objetos que los mantenían prisioneros, así que vamos a ver dónde están.

Enseguida destapo lo que estaba en la mesa y era una gran esfera de vidrio transparente, donde se reflejaban todos, ella paso las manos por encima de ella y la esfera empezó a llenarse de humo y después de pasar varias veces sus manos por encima de ella, al fin se distinguía algo dentro de la esfera, enseguida todos se acercaron para ver y distinguir bien lo que veían, ellos solo vieron a un hombre que estaba en un gran pozo profundo, se veía que el trataba de salir escalando por las paredes, pero estas eran lisas y esto era imposible. Enseguida Bastet dijo con gran sorpresa.

—Es Anubis, si es él.

—Bueno ya sabemos en dónde está, ahora debemos de ver donde esta Amunet.

Amenet volvió a pasar las manos por encima de la esfera y la imagen que estaba desapareció, y nuevamente se hizo el humo blanco, después poco a poco empezó a verse otra imagen, cuando la vieron de inmediato se dieron cuenta de que era Amunet, ella estaba en una cueva totalmente cerrada, ella veía para todos lados, pero no había por donde salir, después Amenet dijo tapando la esfera con el lienzo azul. Enseguida dijo:

—Bueno ya sabemos dónde están.

Entonces Guillermo dijo:

—A ver a ver no entiendo nada que paso, yo pensé que al unir los tres objetos todo esto terminaba y regresaríamos de inmediato a casa, pero ahora no entiendo nada.

—Sí, si por favor expliquen por qué no entendemos nada.

Entonces Amenet los vio, sonrió y dijo:

—Al hacer esto.

Todos con mucha sorpresa vieron que ella ya no era ella, estaba totalmente rejuvenecida, era una mujer muy bella con el pelo rubio tan dorado y largo, la larga vestimenta que traía y que arrastraba ya estaba en el suelo, ella estaba vestida igual que Bastet y Sejmed solo que lo de ella era de color azul, ella sonrió y dijo:

—A ya se dieron cuenta del cambio, que bueno porque así será más fácil explicarles, bueno si se dan cuenta eran tres objetos y los que estaban atrapados solo eran dos, nunca se preguntaron el porqué de esto, bueno pues parece que no por las caras que ponen, parece que no pues el medallón era donde estaban atrapados todos mis poderes, al maldecirme, Osiri encerró todo lo mío en el medallón, nada más que la diferencia es que yo me convertía en bruja y como ustedes saben, las brujas no son eternas, al encontrar el medallón apresuro mi muerte, es por eso que cada día que pasaba yo envejecía más y más, así iba a ser hasta que desapareciera, por eso cuando los objetos fueron unidos, conmigo no hubo problema porque yo estaba cerca del objeto y así me repuse más pronto, recuperando mi juventud y mis poderes, pero para Anubis y Amunet esto es más difícil, porque ellos están muy lejos, es por tal motivo que debemos ir a rescatarlos, si me entienden verdad.

Ellos contestaron.

—Sí, sí, si claro ya lo entendimos, pero solo una pregunta, cuando regresaremos nosotros.

Amenet contesto:

—Lamentablemente así es, no se pueden ir hasta que todo esté completo, la burbuja no se abrirá hasta que todo este normal.

Enseguida Sejmet dijo:

—Bueno pues vamos, entre más pronto será mejor.

Así empezaron a caminar para salir de la cueva, Amenet en un bolso que cruzaba por sus hombros metió envuelta su esfera de cristal.