- Esto debe ser una broma, mi padre no sería tan estúpido como para enfrentarse al tuyo. William estaba exasperado, pasó sus manos con desesperación por su cabello despeinándolo - Dime la verdad. Exigió. - Esa es la verdad, no me preguntes los por menores porque no los sé, pero Gabrielle sí los sabe. Todos miraron al guarda espaldas, quien recibió un asentimiento por parte de Alexandra indicándole que hablara. No se sentía cómodo dándole explicaciones a esos imbéciles, pero ya una de sus señoras le había ordenado algo y debía cumplir. Ni el mismo tenía conocimiento de que ya la señora de Palermo tenía conocimiento de lo que había sucedido con su padre y la verdad era que detrás de todo había una historia muy triste y llena de dolor que pocos podrían comprender. Ferragamo sufrió hasta