Cuando su cerebro comenzó a recuperar la consciencia lentamente, Aaron arrugó su pequeña nariz de botón y alzó sus brazos sobre su cabeza para estirar su cuerpo.
Como siempre, la ya esperada pesadez estaba sobre cada uno de los músculos de su cuerpo, casi como si estos estuviesen resentidos luego de haber hecho una maratón o hasta por haber tenido un extenuante día de ejercicio intenso.
El peso sobre sus hombros se sentía ligeramente más pesada que veces anteriores que había tratado a Liam, incluso podía sentir un ligero ardor en cada parte de su cuerpo por las heridas que había logrado por terminar de sanar gracias a su poder.
Pero el ligero cambio de la situación era entendible considerando que había superado su límite con creces.
En realidad, como ya había descubierto, cada vez que
