Siendo fin de semana, y habiendo estado anoche en el club El Edén, Jelena y Alec se habían tomado la libertad de dormir hasta tarde. No fue sino hasta el medio día que Jelena despertó, y sonrió al ver a Alec profundo, recuperando las fuerzas que había perdido anoche con ella, cuando después de llegar del club, hicieron el amor como dos posesos. Rudo y salvaje, pero siempre finalizando con palabras de amor y arrumacos tiernos. Jelena se quedó observando a su esposo un buen rato mientras este seguía dormitando. Ya se estaba notando que estaba llegando a los 30 años. La piel de su cara ya no era tan tersa como la de hace cinco años, y en la cama ya no estaba aguantando tanto como solía hacerlo apenas empezaron a salir; tal vez según los estándares humanos aguantaba bastante, no es que para