Canal Interplanetario entre la Tierra y Marte.
En una gran plataforma construida por los marcianos hace tres años y que fue puesta en funcionamiento a unos 30 millones de kilómetros de la Tierra (más o menos la mitad de la distancia que hay entre los dos planetas vecinos) Raquiel observaba desde la torre de control cómo una de las naves mercantes proveniente de su planeta, la Tierra, se acercaba para dejar la mercancía. Naves que fueron construidas por Bea con ayuda de los ingenieros marcianos y que se las vendió a los empresarios multimillonarios de la Tierra, que por el momento eran los únicos que podían costearse algo así. Por supuesto, Bea ahora también era millonaria, ganaba mucho con sus naves, pero más de la mitad de sus ganancias las repartía entre su familia y obras de car
