—No es necesario —dijo Hadriel, ya que no deseaba usar de los servicios que le habían sido comprados a ella por parte de Arthur Walker. —Insisto, es mi trabajo —dijo ella, con cortesía—. ¿Qué necesita? Hellen sabía que había propiciado una fuerte discusión, pero él se había mantenido sin contestarle luego de haberlo enfrentado. Agradecía eso, ya que en estas circunstancias era él el que tenía todas las de ganar y ella las de perder. La vida de su madre estaba en manos de ese desconocido, y no podía arriesgarse a enfadarlo. Estaba seguro de que era muy afortunada de haber coincidido con él, y no con otro. Se mantendría la margen y controlaría sus emociones. —Quisiera una copa de vino, por favor —contestó Hadriel, con tono neutro, pues no quería causar más polémica entre los dos, y tampoc