Hellen, por algún motivo, se sentía más tranquila y relajada, como si pudiera dialogar con él, ya que se mostraba receptivo y accesible. No como lo había imaginado, como un monstruo con el cual no iba a poder comunicarse, como si fuera un ser de otra especie, con el que no compartía el mismo lenguaje. Sin mencionar que él parecía desubicado, como si no supiera nada de lo que estaba pasando allí. ¿Qué estaba sucediendo? También se había confundido. —Entiendo —respondió él, con voz seca y ronca. Se expresaba cortante. Hadriel había confirmado su teoría; Arthur Walker y Dylan West habían contratado a una dama de compañía para él, y había contado con la ayuda de Jareth Davies su secretario y mano derecha, para armar un complot en su contra. Tensó la mandíbula al ser traicionado de esta maner