MI AMOR REBELDE

MI ODIOSO JEFE

Tras la llamada del hijo de Jerónimo con su amigo el fumigador, esperamos sentados en las escaleras y cuando llega el fumigador saluda muy cordialmente al hijo de Jerónimo y ambos abren nuevamente el departamento mientras yo decido esperar afuera.

Sale del departamento el hijo de Jerónimo diciéndome que va a tardar así que me invita a comer tacos a unas cuadras del departamento.

Como demasiado pues se que tal vez sea mi única comida del día ya que solo traigo 200 pesos que por casualidad encontré en un abrigo a la hora que empacaba, yo no manejo efectivo y mi padre no dejo que sacará dinero del cajero.

- Nunca pense que te gustarán los tacos- me dice el hijo de Jerónimo asombrado.

- No sabes nada de mi- le contesto desafiante.

- Te llamas Jennifer Real, eres hija mimada del jefe que viene a cumplir un castigo y es lo único que me importa saber- me dice enojado.-

- Y tu eres...- le digo con rabia pero no logran salir las pabras por que no se nada de él.

- Yo soy Carlos, el gerente del supermercado y empleado de tu papá- me dice desafiante.

Terminamos la cena en silencio y llegamos nuevamemte al departamento cuando subimos al departamento vemos que el amigo de Carlos esta terminando de fumigar

- A este departamento le falta servicio- comenta el amigo de Carlos mientras me da la factura.

Veo que son 3,000 pesos y me dice que me hizo descuento por ser amiga de Carlos.

Carlos se me queda viendo en espera a que pague y pregunto apenada.

- ¿Le puedo pagar mañana? Es que no saque dinero de mis tarjetas.-

El amigo de Carlos accede, apenada voy adentro del departamento para empezar a limpiar pero al poco tiempo veo a Carlos que entra al departamento y me ve mientras me dice con seriedad.

- Quedo listo, nosotros nos vamos y en serio te espero a las 6 de la mañana en el estacionamiento.-

Carlos cierra la puerta y empiezo a limpiar el departamento pero no se ni como lo hago hasta que me gana el cansancio así que me duermo en el sillón.

Escucho aún dormida un sonido en mi bolso, aún dormida así que dejo que suene pues estoy segura que mi padre me quito mi celular pero el sonido es muy real así que voy a mi bolso y veo un aparato muy sencillo que parece un celular pero de juguete.

Contesto pero para mi sorpesa es mi padre que me está regañando por no haber asitido a trabajar en tiempo y forma.

Veo mi reloj, me doy cuenta que es medio dia, no lo puedo creer, el castigo de mi padre es que esta semana no recibiré mi pago completo pero si no voy a trabajar hoy, cumple su palabra de deseheredarme.

Voy a cambiarme rápidamente, me pongo un vestido casual de diseñador como todo mi guardarropa y unas zapatillas que combinan con mi vestido, sin olvidarme de mi bolso fino con mi celular barato que seguramente mi padre puso para localizarme.

Me voy caminando a buscar el famoso súper mercado de la familia que debe estar cerca y ser famoso en este lugar.

Le pregunto a la gente que va caminando por el lugar y logro llegar con las indicaciones que me dan, todos son muy amables y yo les agradezco, no soy tan desagradable como muchos creen.

Al ver el lugar es un super mercado pequeño que parece no ser nada moderno pero si muy tradicional.

Llego a la puerta del lugar y veo que hay poca gente comprando, una señorita esta en atención al cliente y parece tener mal carácter, la saludo pero ella solo me ve de los pies a la cabeza.

- ¿Se encuentra Carlos?- le preguntó molesta y con el aire de superioridad que me caracteriza.

La señorita se vuelve aún más grosera y me dice.-El no puede atender a resbalosas-.

Voy a responderle enojada y dejarla en ese lugar pero un amable jovencito llega a decirle a la señorita de atención al cliente.

- Amelia no seas grocera, no creo que la señorita quiera algo con el ogro de tu novio -

Ahora entiendo la actitud de la joven así que empiezo a entender que son tal para cual Carlos y ella.

El joven me sonrie, me extiende su mano y se presenta amable.

- Soy Fernando y soy el encargado de almacén, Carlos salió a acompañar a su padre al doctor, su salud no es muy buena. - me dice el joven con serenidad.

Le agradezco su amabilidad y le digo a Fernando en voz alta para que la señorita de atención al cliente me escuche y hacerla explotar de celos.

- Es una pena, me quedo a esperar a Charlie-.

Una joven de mi edad con tez blanca y ojos obscuros como su cabellera, llega al lugar donde seguramente ya escucho todo por qué dice en voz alta.

- No debe tardar Carlos pero Amelia puede llamarle -.

La joven de atención al cliente responde molesta y celosa.

- Si le llamare-.

La joven se presenta conmigo y me dice.-

- Mi nombre es Laura, soy la cajera, no te he visto por aquí antes-

Me avergüenza que sepan que no encajo bien en este lugar y le digo.

- Me acabo de mudar-

En ese momento llega Carlos molesto y me dice sin ni siquiera mirarme.

- Acompañame a la oficina-

Voy detrás de Carlos hasta llegar a la oficina donde me hace pasar antes que él, pero lo que no sabe es que cuando paso frente a la joven Amelia lo hago sonriente para generarle aún más celos.

- Te espere 45 min en el estacionamiento y no llegaste- Carlos me grita.

Me siento molesta por qué me grité y juzgue pero entiendo que tiene razón así que le digo sincera, aceptando mi culpa.

- Disculpa pero me gano el sueño-

Carlos me mira molesto pero a la vez se ve confundido perome dice.

-Trabajaras lo que resta del día pero sin sueldo, ademas veo que te estas relacionando con tus compañeros y tienes 2 opciones, les dices tu identidad y ellos pensaran que vienes a cerrar o le dices que vienes aprender que es para lo que realmente vienes-

Miro molesta a Carlos y le contesto.

- No soy tonta, no les dire mi apellido para que me traten como un bicho raro o busquen beneficios-

- Vaya, penso la reina de la fiestas- me dice Carlos burlandose.

- Al menos no soy un ogro- le digo enojada.

- No me importa lo que me diga una niña mimada- me contesta molesto.

- Prefiero ser mimada que un gato amargado- le digo enojada.

Carlos ya no me sigue el juego, si que va a la salida de su oficina, abre la puerta y me dice sin emoción alguna.

- Tu labor será empezar desde abajo y eso es en limpieza, sigueme te llevaré con doña Tere-

Voy detrás de Carlos mientras los chicos que me dieron un recibiento cordial se me quedan viendo confundidos.

Llegamos con una señora mayor que esta limpiando pisos en la bodega y Carlos le da la instrucción de que soy la nueva empleada y necesita enseñarme.

la señora me recibe con gusto y la saludo cordialmente.

Carlos me mira seguramente por qué no me conoce en esa faceta de ser cordial con alguien y antes de irse nuevamente a su oficina me dice molesto.

- Cuando acabe tu turno pasas a la oficina-.

Doña tere me mira pensativa y me dice.

-Te vez una muchachita fina como modelo-

- Soy Jenny y me acabo de mudar- Le digo entre risas por su comentario de modelo.

- Tu cara me es familiar - Me dice con una cara tratando de recordar.

- Tengo familia lejana aqui - le digo mintiendo.

-Espero no estes embarazada muchacha y estes huyendo- Me dice doña Tere molesta.

- No claro que no, es que vine a recontrarme conmigo misma para saber que es lo que debo hacer. - le contesto con sinceridad.

Doña tere parece entenderme, empezamos a trabajar mientras ella me enseña a cómo limpiar y trabajar aquí, me plática de su vida.

Al terminar mi turno, estoy muy cansada y me he quitado mis tacones que llevo en la mano, así que me dirijo a la oficina de Carlos a pesar de que ya es de madrugada, tocó la puerta antes de entrar y. me abre la puerta mientras habla por teléfono

Paso a la oficina, me siento en un pequeño sofá que tiene Carlos a un lado de su escritorio y aunque esta viejo es muy cómodo, más para mis piernas que están casadas.

Carlos termina la llamada, se dirije a su escritorio y regresa hacia mi tirando una bolsa en el sofá.

- Ese es tu uniforme y no vuelvas a usar tu ropa de diseñador mientras trabajas- me dice enojado que estoy pensando que es su estado natural.

Miro mi vestido que tiene varias manchas de suciedad y está desteñido en varios lugares pero mis zapatos han resistido así que sin decir nada me voy de la oficina, maldiciendo en mi mente a mi odioso jefe.