Llegamos al aeropuerto mi papá y yo, mi madre sigue molest conmigo mientras mis hermanos siguen con su rutina diaria.
Mi padre me da el boleto de avión y me dice.
- Si logras estar un año viendo independiente y me demuestras que cambiaste, no te obligare más a trabajar ni a estudiar, podrás vivir cómodamente con las ganancias de tus acciones y harás lo que quieras con tu vida-.
- ¿Y si no? - le pregunto a mi padre con seriedad mientras me imagino como salir de este castigo.
- Lo siento por ti por que tu vida sera así de ahora en adelante. Olvidate de la herencia, de tus acciones y de todo lo referente a la familia - dice mi padre molesto.
Miro a mi padre molesta mientras me empieza a dar indicaciones de mi castigo.
-Va ir por ti el hijo de Jerónimo, te llevará al departamento donde vivirás y él te dará mas detalles-
- Está bien- le digo mientras veo mi celular sin importarme.
-Y aunque tengas las tarjetas ya han sido canceladas, tus hermanos tienen prohibido apoyarte económicamente y necesito tu celular que yo te compre- me dice mi padre molesto.
Miro a mi padre molesta y le doy mi celular para despedirnos con un abrazo forzado y me dice al oído.- Te amo hija, es por tu bien-.
Subo al vuelo comercial en clase turista, me siento al lado de un joven apuesto, al parecer tiene más de 30 años y se ve que es deportista.
A mitad del vuelo me pregunta mi compañero de viaje.- ¿Te incómoda que cierre la ventana? es que necesito descansar.-
Sonriendo le contesto con la cabeza que no, así que el joven atractivo me tiende la mano y me dice.- Soy Leonardo Solis-.
Le recibo la mano y le digo sonriente.- Yo soy Jenny Real-.
Leonardo me sonríe y me pregunta sonriendo-
¿Qué hace una chica tan linda en clase turista?
- Un castigo de mi padre, ¿Tú viajas con frecuencia?- Sonriendo le contesto con la verdad a medias.
-En clase turista no mucho pero digamos que ahora estoy viajando de placer- me sonrie y yo hago lo mismo.
- ¿De placer? - Pregunta sorprendido.
- ¿Eres hombre de negocios?- pregunto para cambiar el tema.
-Digamos lo así, pero ¿Qué hace una mujer de mundo en un pueblo como La ilusión?- me pregunta observando con cuidado.
Me pongo algo incómoda y le contesto con una mentirilla.- Vengo a reencontrarme.-
Leonardo se ríe mientras aterrizamos, al bajarnos y buscar las maletas veo que viene acompañado seguramente por otro compañero de trabajo.
Leonardo algo le comenta a solas y le da su maleta mientras el me ayuda con la mia y me pregunta .- ¿Gustas que te dejemos en un lugar?
-Vienen por mi. Muchas gracias.- contesto sonriente.
Leonardo sonríe y me contesta-
Es una lástima pero espero volverte a ver.
Me da una tarjeta de presentación y se despide, la guardó en mi bolsa pero al levantar nuevamente la mirada, puedo ver a lo lejos a un nombre apuesto debo reconocer.
El joven se ve de la edad de mi hermano Diego, tez blanca, cabello castaño claro, alto con un cuerpo delgado seguramente por herencia, ojos verdes y con ropa no muy a la moda, el joven tiene una hoja blanca con mi nombre.
Llego con el tipo que sostiene mi nombre y al verme me pregunta con seriedad .- ¿Eres Jenifer Real?-
- No, seguramente me acerque por tu amargada cara.- Le digo de manera grosera y molesta por su actitud al preguntar.
- Si, no hay duda que eres la mal criada Jeniffer, te llevare a tu departamento- contesta molesto.
Molesta le dejo mis tres maletas en el piso mientras me pongo los lentes y empiezo a caminar hacia la salida.
De mala manera va cargando mis maletas y las sube sin cuidado a su automóvil de segunda mano con más de diez años de haber salido de la agencia.
Vamos en camino, cuando recibe una llamada y se orilla para atenderla por su celular de manera antigua, lo que hace que extrañe mi automóvil último modelo ir aún huele a nuevo, tiene las mejores comodidades y altavoz para hablar por teléfono mientras vas manejando.
Logro escuchar que son temas de negocios y después de una larga espera viendo por la ventana el paisaje que debo admitir no está mal, vuelve a tomar el rumbo del camino.
Se disculpa por la interrupción pero molesta le digo.- Ya quiero llegar -
Llegamos al departamento que no es de buen gusto y está ubicado hasta el penúltimo piso.
Es una zona habitacional común y corriente, sin lujos y sin elevador.
Subimos cuatro pisos y me entrega una llave diciéndome.- Este es tu departamento y hasta aquí llega mi trabajo por hoy-.
Avienta las maletas como yo lo hice en el aeropuerto y lo volteó a ver con enojo.
- Mañana te veo en el estacionamiento a las 6:00 de la mañana, puntual por que el súper mercado se abre a las 7:00 de la mañana.- me dice con seriedad.
Se va sin decirme más, abro la puerta y meto las maletas, el departamento se ve que no ha tenido uso en un buen tiempo, veo el polvo y me arrepiento tanto de asistir a esa fiesta cuando veo salir una animal del sofá, grito y el hijo de Jerónimo regresa preocupado.
En cuanto veo que alguien entra al departamento, me escondo detrás de él, mientras pregunta lo que sucede, le señalo el sofá y le digo con susto - un animal-.
El joven ve dónde señaló y me dice riéndose.- Es una cucaracha y seguramente abra más.-
Le ruego como nunca antes lo había hecho a alguien y le suplicó.- No, esto es una pesadilla, no me dejes con eso, por favor.-
El hijo de Jerónimo trata de dar un paso pero se lo impido aferrando mis manos a su cuerpo por el miedo que tengo a las cucarachas.
Me mira a los ojos comprensivo y tranquilo me dice.- No te preocupes, esperame aquí, deja voy a matarla.-
Cierro los ojos mientras mata a la cucaracha, abro un ojo y veo a Carlos mirándome con seriedad, lo veo y le agradezco desviando el contacto visual, así que trato de quitar una sabana que está cubriendo un mueble, todo lo hago con miedo.
Carlos serio me dice mientras ve el departamento.- Vas a necesitar fumigar por que no creo que sea el único animal aquí.-
Me recargo en la pared rendida y me voy bajando al piso hasta que estoy en el piso veo nuevamente un animal moviéndose dentro del sofa.
Carlos ve lo mismo que yo y me dice.- Seguramente es una rata.
Me levanto del suelo, me abrazo a Carlos pero este es muy frio y solamente me dice.- Tengo un amigo fumigador.-
Carlos llama por teléfono con su amigo que ha quedado de venir a fumigar.
- Este es mi castigo- digo con tristeza y miedo.