ERIC
- ¿Cómo te sientes hijo? –
Me pregunta mi padre una vez la enfermera nos deja a solas para ir a avisar al doctor de nuestra llegada al hospital donde nos ha guiado hasta el laboratorio de robótica para mis pruebas con el implante.
- Ansioso – confieso – no pensé sentirme así, pero supongo que voy encontrando esa esperanza de la que todos me han estado hablando –
- ¿Esperanza o Alondra? – dice con una sonrisa en sus labios
Pongo mis ojos en blanco y bueno, si, debo admitir que Alondra ha sido gran inspiración para mí en este proceso, sin su intervención, creo que no hubiera aceptado nada en primer lugar.
- ¿Y si así fuera? –
Lo interrogo queriendo conocer su opinión sin revelar mucho de lo que está pasando entre nosotros, él se acerca a mi silla de ruedas y se sienta junto a mí, quedando a mi altura me mira a los ojos y suspira, su sonrisa se hace más amplia y le ilumina toda la cara.
- Me harías el padre más feliz del mundo – dice mientras sus ojos se ponen acuosos – eres mi niño preciado, no importa la edad que tengas, siempre voy a querer que seas feliz, que estes bien, que seas amado, que te superes día a día y estoy muy orgulloso en todo lo que has logrado – mi padre toma una gran bocanada de aire antes de continuar – cuando perdimos a tu hermana y perdiste tu movilidad, vi tu luz apagarse, vi como poco a poco simplemente existías, ya no había nada más que amargura y dolor, las únicas veces que te veía medio sonreír era por Ashley, una vez ella salía de tu rango de visión, esa oscuridad volvía, Alondra ha sacado tu luz interior día a día, poco a poco te he visto relajarte a su alrededor, volver a tus bromas, dejar ese ceño fruncido, así que si Ally es la respuesta, razón o tu esperanza, considérala de mi parte, bienvenida a la familia
De los ojos de mi padre caen un par de lágrimas que hacen que mis ojos ardan también, no por dolor, sino por la felicidad que hay en su rostro, hacia tanto tiempo no lo veía así, feliz y relajado.
- Creo que me estoy enamorando de Ally – le confieso y me confieso, mi padre me abraza – no le digas a mamá, empezaría a planear nuestra boda desde ya –
- Y hasta los nombres de los nietos, de eso que no te quepa la menor duda –
- ¿Duda sobre qué? –
- Hablando de la reina de Roma – responde papá al ver entrar a su esposa con bocadillos
Tras de ella, entra Kurt, quien sostiene una bandeja con cafés.
- Dije que no me tardaría, así que ahora, ¿duda sobre qué? –
Repite mirándonos con los ojos entrecerrados, poniendo la bolsa de papel marrón detrás de ella y tratando de cubrir a un sonriente Kurt con su pequeño cuerpo en comparación, declarándolos rehenes.
- Sobre el procedimiento – se apresura mi padre a cubrirme – le decía a Eric que no importa que pase a partir de hoy, que no le quepa la menor duda que no nos rendiremos con él –
Mi padre medio gira para mirarme y me guiña el ojo que su esposa no puede ver, sonrío y asiento, Ashley no está muy convencida, pero al menos ya no es hostil y nos comparte los bocadillos.
- Me encontré a Kurt en la fila de la cafetería, fue quien sugirió los bollitos de arándanos –
- Son los favoritos de Ally y míos – nos dice, yo anoto ese detalle
- Algo huele muy rico por aquí –
Casi invocada, Ally entra al salón de robótica, despertando mi cuerpo y mi alma, la tensión y el nerviosismo que tenía antes desaparece cuando la veo acercarse a nosotros, con su hermosa sonrisa contagiándonos de su alegría.
- Toma uno, traje suficientes para todos – le ofrece Ashley al saludarla
- Nunca le diría no a una de estas delicias – Ally saluda a todos antes de tomar el bollo y acercarse a mí, dándome un beso en la mejilla - ¿Qué tal esta mi paciente estrella? –
- Estoy listo para esos implantes – digo con confianza tomando su mano, ella no se aparta de mi gesto - ¿Cómo estás? –
- Muy bien, tuve la sesión con mi paciente temprano, estaré un rato por aquí y luego iré a una cita médica de rutina y volveré a tiempo para los resultados de la primera sesión – asiento hacia ella sabiendo a que cita médica se refiera, sin embargo, su tío no lo deja pasar.
- Ninguna cita médica tuya es de rutina contigo niña, ¿te sientes bien princesa? –
- Sip, estoy bien tío – Ally me suelta y cae en brazos de Kurt, quien la revisa de pies a cabeza como si tuviera rayos x en los ojos, Ally se ríe – es con mi ginecóloga, ya sabes, las cosas de chicas se mudaron también conmigo así que… –
- Entendí princesa – se apresura a decirle él
- Super – dice ella terminando su bocadillo - ¿Y papá? –
- Estaba dándole una visita a Luke, vendrá en un rato –
- ¿Algún cambio? –
- Si, a eso de las cuatro de la mañana despertó – Ally da un chillido demasiado alegre que hace que algo oscuro se retuerza en mi estomago – pero al parecer tiene ciertos inconvenientes que era mejor que Rafe revisara –
- Ay no, ¿Qué paso? –
- Esta algo confundido, según escuche a las enfermeras, perdió la memoria de los últimos diez años aproximadamente, así que, hay que esperar a ver qué pasará en los próximos días –
- Ay no – dice visiblemente afectada - ¿Y Liam? –
- ¿Y quién demonios es Liam? – espeto impaciente por saber que otro hombre ronda a mi Ally.
Todos me miran asombrados por mi arrebato. Bueno, creo que tal vez exageré.
- Liam es el bebé de la doctora Maggie y su esposo Luke – me explica Ally con una sonrisa de diversión que ilumina sus ojos traviesos
Papá me da un apretón en el hombro y no me queda de otra para hacer que lo más interesante del mundo sea una mota inexistente en mi pantalón, la conversación vuelve a fluir mientras me quedo en silencio hasta que Raphael se aparece y termina mi tortura.
Con la ayuda de su hermano, instalan unas piernas protésicas a una computadora y me explica cómo van a funcionar las pruebas, procede a colocarme en la cabeza varios electrodos conectados a una máquina que a su vez está conectada a una computadora, en la cual, está conectada la prótesis robótica, sinceramente esa cosa es impresionante.
- La idea es ajustar el nivel de sensibilidad del chip, una vez se implante en ti, la función de la computadora la va a reemplazar totalmente tus nervios, ahora relájate y empecemos a flexionar estas prótesis –
- Ok –
Lo intento como por media hora antes de soltar un rugido frustrado.
- Mierda, no puedo, es más difícil de lo que pensé – digo derrotado
- No te preocupes Eric, no esperaba que lo lograras levantarlas a la primera calibración, vamos a tomarnos quince minutos de descanso y lo haremos nuevamente, esto va a pasar hasta que logremos encontrar una señal compatible entre el chip y tu organismo, esto será mucho más sencillo una vez el chip esté dentro de tu cuerpo –
- Esta bien – digo derrotado
Mis padres tratan de consolarme, pero realmente necesito unos minutos a solas para lamentarme, Raphael y Kurt se disculpan para ir a dar una consulta rápida y papá se lleva a Ashley dejándome a solas con Ally.
- Ni creas que te vas a salvar de que diga algo por la escena de celos –
- No eran celos –
- No claro que no, para que sean celos tú y yo deberíamos ser algo ¿no? –
- Si buscas una admisión de mi parte, si, admito que tú y yo somos algo, ¿Qué somos? Aun no lo definimos, pero definitivamente no fueron celos –
Replico como niño malcriado, si lo sé, nada maduro de mi parte, pero la vergüenza que siento por haber estallado así, aunque fuese por menos de un minuto, me tiene el ego aplastado.
Ally se acerca a mí me abraza por la espalda apoyando su barbilla en mi hombro, ya que mi frente, sienes y cuello están llenos de electrodos y cables, me da un beso en el hombro y luego se excusa para irse a su cita.
- Regresare enseguida, aun te queda una buena hora por aquí, trata de relajarte, piensa en nuestro muy buenos días – dice con un guiño – tú puedes hacerlo Eric –
Su confianza en mí es refrescante, quiero besarla, pero antes que pueda decirle que se acerque a mi nuevamente, mis padres regresan, Ally se marcha y me quedo con ellos a esperar a los doctores e intentar nuevamente la calibración, esta vez logro mover un poco el pie de la prótesis robótica
- No te desanimes hombre, avances son avances - dice Kurt - esto es solo el comienzo, pronto estarás pateando traseros -
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- Hola –
La voz de Ally llama mi atención, es casi media tarde, ella fue a su cita, luego volvió a mirar un rato más de mi desastrosa prueba y luego tuvo que irse nuevamente por un paciente y yo me quedé más frustrado. No quería a nadie en esa sala salvo a ella.
- Hola – respondo entrando a mi habitación en mi silla de ruedas
- ¿Cómo te sientes? –
- Como si me hubiera aplastado un camión –
Ally se acerca a mi e intenta sentarse en mi cama, pero no la dejo, necesito sentirla cerca, así que tomo su mano y la hago sentarse en mi regazo de medio lado, entierro mi cara en su cuello e inhalo una bocanada de su olor.
- Si estaba celoso – susurro en su oreja, muerdo el lóbulo – odio pensar en ti con otros hombres –
Ally me besa y damos rienda suelta a nuestros sentimientos, nuestras lenguas pelean el gobierno la una con la otra, mis manos recorren todo lo que pueda tocar de su maravilloso cuerpo, me he vuelto un adicto a Alondra Rivera.