CAPITULO TRES

2162 Words
ALONDRA - ¿Encantadora de gruñones? – pregunta divertido el señor Barbosa - No le haga caso, es un apodo tonto que me puso su mujer – La risa de Ashley nos hace a todos mirar hacia ella y esto provoca que se ría más fuerte y en un segundo todos estamos a las carcajadas. - No puedo esperar a ver que puedas hacer por nuestro bebé gruñón – me dice una Ashley muy sonriente - Vamos, visitemos a Eric – nos dice mi padre, dándome su brazo para caminar hacia la habitación de Eric. La casa de los Barbosa es una mansión a todo dar, tiene tres plantas, es enorme, entre las escaleras tienen instalado un montacargas que resalta, pero a la vez se integra con el diseño, supongo que ese detalle es obra de Ashley. Mientras subimos las majestuosas escaleras dobles en el centro del recibidor, puedo admirar la sala de estar, con muebles de un diseño moderno y acogedor, al subir, Ashley nos señala que el ala derecha tiene un centro de estudios y una biblioteca independiente, debe ser enorme y espero poder escabullirme a mirarla antes de irme. En el ala izquierda están las habitaciones de la familia, la principal que ocupan ellos, la antigua habitación de Eric que se convirtió en una de invitados, dos habitaciones de huéspedes extra y la habitación que era de Adele, antes que el recuerdo la entristezca otra vez, Marcus nos muestra una escalera de caracol en hierro, los ornamentos son realmente preciosos y es bastante amplia que la podemos subir de a dos personas a la vez. Al subir me doy cuenta que el montacargas llega hasta aquí y tiene una silla de ruedas junto a él. - Este es el altillo de Eric, aquí arriba esta su taller de diseño y en el fondo su habitación – - Tienen una casa preciosa – les digo - Ashley y Eric se han especializado en hacer de esta casa una epitome del diseño interiorista – señala orgullosamente Marcus - Realmente es digna de la portada de una revista de arquitectura - - Muchas gracias Ally - Las mejillas sonrosadas de Ashley le ganan un beso en la frente de parte de su marido. Seguimos caminando hasta las puertas dobles de la habitación de Eric y tras varias llamadas sin respuestas, Marcus la abre. Lo primero que noto es la oscuridad, lo segundo el olor, ciertamente no es tan malo que me haga salir corriendo, pero si es fuerte, supongo que Eric está en ese nivel de depresión en la que poco a poco va perdiendo interés incluso en su estado de aseo personal. Intercambio una mirada conocedora con mi padre y decidida a que eso no me afecte, cuadro mis hombros y entramos tras sus padres. Eric está en la cama, recostado al cabecero, su mirada es una mezcla de enojo y fastidio, pero a la vez hay algo de vulnerabilidad, a pesar de su descuidado aspecto, puedo ver que es un hombre guapo. Dentro de los documentos que me envió mi padre no había una fotografía de él y ciertamente sus padres y el mío se han conocido desde hace varios años, pero yo nunca había tenido la oportunidad de conocerlos, mi circulo social era más entre los nerds en las bibliotecas, no las pasarelas de moda, ni nada por el estilo, siempre he sido tímida en lo que a relaciones sociales se refiere. Mi padre no se inmuta ante el ceño fruncido de Eric y pronto se acerca a su cama lo saluda y me presenta. - Eric, esta es mi hija, Alondra, ella es fisioterapeuta con especialización en el sistema neuromusculoesquelético, va a ser mi mano derecha en este estudio – - Mucho gusto Eric – le tiendo mi mano y tras varios segundos de vacilación, extiende la suya saludándome. Cuando nuestras manos se tocan, no puedo evitar sentir un hormigueo por todo mi brazo que me llega al resto del cuerpo rápidamente, Eric me mira y por un segundo creo que algo parecido ha sentido, pero antes que pueda procesarlo, saca su mano de mi apretón bruscamente. Me pongo mi escudo profesional no dejando que su actitud me afecte y escucho atentamente a mi padre explicarle el estudio, los procedimientos, sus complicaciones posibles y todo lo relacionado a su recuperación. Eric lo escucha atentamente y de vez en cuando sus ojos se dirigen a los míos, no puedo evitar analizar su rostro, nariz perfilada, pómulos altos cubiertos por una espesa barba descuidada, un ceño muy fruncido, ojos verdes enojados y tristes, su cabello castaño oscuro cae en ondas sueltas hasta sus hombros, se ve grasoso y opaco, realmente voy a tener que hacer más que fisioterapia con él. - Y que puede hacer ella por mí que no hayas podido hacer tu – - Dios mediante, un milagro, si hace que dejes de ser tan gruñón y saca tu culo apestoso de esta cama, necesitas un buen baño - El comentario burlón y grosero de mi padre hace que jadee junto a él, Eric por su parte se ríe y oh Dios mío, bajo toda esa barba se oculta una sonrisa hermosa que hace que mi corazón se acelere. - Bien, entonces, Alondra a parte de mi fisioterapeuta, ¿será mi niñera? – - No te pases de listo Eric – advierte mi padre - Si lo quieres ver así, eso seré Eric, si te quieres comportar como un niño mimado y remilgoso, no tengo problemas de tratarte como tal – Eric me mira con una ceja bastante elevada en su frente, claramente mi respuesta no le gusto, pero bueno, no se me conoce por ser alguien que permite que le pasen por encima, si él quiere portarse grosero conmigo, yo puedo ser sarcástica. - Mi niño – Ashley se acerca a la cama de Eric y se sienta junto a él, enmarca su rostro con sus manos y hace que la mire directo a los ojos – por favor bebé, no te niegues a esto, si hay aunque sea una probabilidad, un pedacito de esperanza de volver a caminar, de que vuelvas a ser el hombre fuerte que me tiene tan orgullosa desde que tenía cinco años y lo ayudaba con su tarea de manualidades, por favor tómala, si no lo quieres hacer por ti, hazlo por mi Eric, no soporto verte más así, me duele mucho mi niño, por favor – La voz de Ashley se quiebra y Eric la atrae a sus brazos, ella solloza sobre su pecho, el besa su frente, cierra los ojos y respira profundamente, el cuadro es tan enternecedor como desgarrador que siento que mi corazón se aprieta y los ojos empiezan a picarme, mi naturaleza compasiva y sensible sale a relucir cuando tengo pacientes como Eric, en el fondo quieren sanar con todo su ser, pero están tan atrapados en la desesperanza que se marchitan tanto física como mental y emocionalmente, arrastrando sin querer a sus cuidadores. - Por favor hijo – gimotea Ashley – no soporto verte más así, por favor – Eric suspira nuevamente y veo como toma la decisión, suavemente acaricia el cabello de Ashley sobre su espalda y cuando ella se tranquiliza, la separa de su pecho y seca sus lágrimas con sus pulgares, besa su frente y la mira a los ojos. - Quiero que me prometas que dejarás de culparte por ese accidente, ni tú, ni papá tienen la culpa, nadie sabía lo que pasaría – - Yo te mande por ella… - - Y yo acepté, pude haberte dicho que no, pude haber inventado una reunión o decir que el auto estaba descompuesto, diablos, hasta pude decirte que yo estaba descompuesto, pero dije que sí, porque la amaba y me preocupaba mucho por ella, aun la amo y siempre la amaré – - Oh Eric – - ¿Quieres que acepte ser parte del estudio? – ella asiente – entonces prométeme que dejaras de culparte, la única culpable de ese accidente fue la imprudencia de Adele y lo pago muy caro, me pidió perdón antes de morir frente a mí y yo ya la perdoné, es hora que te perdones ti misma, porque te aseguro que no te guardo rencor ni resentimiento – - Mi niño – - ¿Me lo prometes? – - Si – Eric abraza nuevamente a su madrastra y ella se deshace en llanto en su hombro, en este punto no puedo aguantar más las lágrimas así que antes que se me salgan decido ponerme en modo profesional, respiro profundamente y miro a Marcus, quien tiene lágrimas en sus ojos también. - Señor Marcus, voy a necesitar una bañera grande para prepararle un baño tibio con sales de epsom a Eric – - ¿Tan mal huelo? – El comentario de Eric es totalmente inesperado y nos hace reír a todos en especial a Ashley, quien se retira de su abrazo y se limpia la cara con el pañuelo de mi padre que aún tiene en sus manos. - Oh cariño, no quisimos decirte nada, pero ya que lo mencionas – Marcus y papá no se reprimen y se ríen a carcajadas haciendo que me ría también, Eric tiene un suave sonrisa dirigida solo a su madrastra, carraspeo un poco llamando la atención de todos. - Independientemente del estado higiénico de Eric, las sales de epsom ayudan a regular los niveles de magnesio en el cuerpo, lo que puede favorecer la producción de serotonina, que es un neurotransmisor relacionado con la sensación de bienestar y relajación – explico ganándome miradas interesadas – al utilizarlas en el baño esta sal puede ayudar a facilitar la circulación sanguínea, eliminar toxinas, relajar los músculos y aliviar el dolor o calambres musculares, reduciendo la hinchazón, la inflamación y también tienen acción analgésica – - Vaya – susurra Eric - Sip, no hay que subestimarlas – digo con una sonrisa – puedes relajarte un poco en el baño mientras preparo mi instrumental, así estarás más receptivo en el examen físico preliminar que necesito hacerte para ajustar el plan de tratamiento que ya tengo en preparación – - Ella es buena – dice Marcus - La mejor – responde mi padre con claro orgullo – no es porque sea mi hija, pero Ally fue la mejor de su clase tanto en el pregrado como en la especialización, su naturaleza empática, servicial y a la vez firme la hacen perfecta para este caso, por eso la incluí dentro de mi equipo de profesionales – - Y yo aquí pensando que era por nepotismo – - Eric, eso fue muy grosero de decir – le reprende Ashley - Te aseguro Eric que el nepotismo no tiene nada que ver aquí – dice mi padre – Ally es mi niña consentida, por supuesto, pero no te equivoques, aquí donde la vez, me tiene prohibido intervenir en su carrera, puede aceptarme que le compre cualquier cosa que se me ocurra, pero jamás me ha permitido que yo o mis contactos la favorezcan, cuando inicio su carrera me dijo y cito, “ya haces suficiente pagándola y haciéndome café mientras estudio, es lo único que te aceptare” – El orgullo que muestra mi padre mientras habla y me mira a los ojos tiene mis mejillas calientes, Marcus asiente aprobándolo y Ashley sonríe con ternura. - Perfecto, entonces mientras los chicos ayudan a mi bebé a desvestirse, nosotras prepararemos el baño, la bañera de Eric es perfecta para un buen remojo – - Iré al auto por tu maleta – dice mi padre saliendo de la habitación Ashley me toma del brazo y me lleva al baño de Eric, baño que me deja con la boca abierta, su diseño es precioso, piso y paredes son de mármol, la bañera enorme en la esquina es un jacuzzi para ocho personas, la encimera, los lavamanos, los gabinetes, la ducha, todo es precioso. - Podría mudarme a este baño – digo anonadada mirando el lugar - Gracias, Eric y yo elegimos todo, él tiene un gusto exquisito y supo aprovechar todas las recomendaciones que nos dieron los arquitectos, juntos hicimos este lugar destinado a la absoluta relajación, aunque por el momento sea un desperdicio de espacio – - Eso se acabó, Eric va a empezar a pasar mucho tiempo en este baño – - Eso me encantaría, déjame te enseño cómo funciona el jacuzzi – Ashley me enseña a prender y regular la temperatura del jacuzzi, tiene tantos botones que parece una maquina espacial, la ventaja es que tiene asientos e incluso una baranda de apoyo, eso facilitara mucho las cosas tanto para Eric como para mí. Fue un gran acierto el diseño ergonómico que tiene. - Aquí tienes Ally – - Gracias papi – Papá me guiña un ojo y sale del baño y yo me pongo manos a la obra, es hora de preparar el perfecto baño relajante que necesita Eric.
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