ERIC
- Alondra es una chica muy inteligente y amable – dice mi padre ayudándome a bajar las piernas para sentarme en el borde de la cama – no la hagas sentir mal, ¿si hijo? –
- Me comportare – digo entre dientes
El asiente sin creerme mucho y sale a buscar mi silla de ruedas, odio esa cosa, me hace sentir aun peor de lo que me siento, inútil.
Cuando regresa seguido de Raphael con una maleta grande, de Alondra supongo, me ayuda a desvestirme, me pasa una bata de baño, Raphael sale del balo y entre los dos me ayudan a sentarme en la fastidiosa silla, en eso salen del baño mi madrastra y la doctorcita que me está fastidiando más que la silla.
Lo sé, no me ha hecho nada malo, pero su actitud de sol radiante me fastidia, ella cree que todo va a estar bien, pero, ¿qué mierda sabe? Puede que maneje la teoría, pero la puta practica y vivencia es asquerosa y es mucho peor de lo que ella cree, ella jura poder ayudarme, que esto saldrá bien, llenando a todos con maldita esperanza que no siento, solo lo hago por Ashley y también por papá, darles un poco de tiempo para que se resignen a lo que ya he tenido que hacer yo, no volveré a caminar y punto.
- Veinte a treinta minutos de relajación deberán ser suficientes por ahora para calentarle y relajarle un poco los músculos –
- Tiempo perfecto, gracias Ally – responde papá muy complaciente - necesito comentarte algunas cosas de la empresa así que me podré sentar junto a ti mientras te das tu baño – me dice mientras guía la silla de ruedas hasta el baño
Le doy una mirada de muerte a la doctorcita cuando paso junto a ella, su sonrisa de sol decae un poquito y antes que pueda esbozar la mía, su sonrisa de oreja a oreja regresa, bien, creo que puedo presionar algunos botones allí.
- Bueno campeón, vamos a sentarte en el borde para que te puedas quitar la bata y deslizarte al asiento –
- ¿Estas disfrutando esto? – pregunto al escuchar su diversión en su voz ¿campeón? No me había llamado así desde la secundaria
- ¿Qué cosa? –
- Bañarme como si fuera un niño –
- Oh vamos hijo, sabes que la hora del baño con papá siempre fue divertida –
- Cuando tenia seis y tu traías todos esos juguetes y dejabas que taponara el desagüe con los más pequeños –
- Eso volvía loco a tu abuelo y Dios santo no quiero recordar todas las facturas del fontanero –
- Buenos tiempos, debo confesar que disfrutaba ver como el abuelo te regañaba –
Mi papá se ríe mientras me ayuda a acomodarme en el jacuzzu, el agua está a la temperatura perfecta, el leve hormigueo persistente que he tenido desde hace un tiempo se calma a los pocos segundos, muevo los dedos de los pies, o al menos lo intento, alcanzo a medio cerrar las primeras falanges y eso que hago mucha presión.
- Eric, se supone que debe ser relajante – dice pasando su dedo por mi entrecejo fruncido - ¿necesitas el retrete en su lugar? –
- Ja, ja, ja, que gracioso eres viejo – suspiro y trato de relajarme un poco – estaba intentado mover los dedos de los pies – confieso
- ¿Y qué tal? –
- Misma mierda, diferente día –
- Bueno, eso es bueno –
- ¿Hablas en serio? –
- ¿Puedo ser sincero sin que te molestes? – yo asiento – sí, es muy bueno, has pasado tanto tiempo sin ejercitarte, renunciaste a la fisioterapia cuando dijiste que se sentía horrible que te tocaran, te has recluido en tu habitación por tanto tiempo, que realmente hijo tenia mucho miedo que hubieras perdido lo poco que recuperaste tras las últimas cirugías –
- Bueno, mierda, tienes un gran punto –
El asiente y se sienta junto al jacuzzi, lo empotramos de manera que se conjuntara hacia la ducha formando una estación donde podemos poner cosas, pensé en cosas sexys con una chica realmente cuando pedí este diseño, básicamente una encimera a mi entera disposición con la altura perfecta… pero bueno, le sirve ahora a mi padre para que se siente.
. Cuando Raphael me llamó y me pregunto cómo estabas, por un momento no supe que contestar – papá hace una pausa y se aclara la garganta – no quiero parecer impositivo en tu vida hijo, pero como padre mi misión es ayudarte siempre, y creo que esta vez necesitabas una intervención y estoy seguro que Raphael puede ayudarte -
- Solo acepte esto para que ustedes tuvieran descanso en sus conciencias, no te hagas ilusiones viejo, no volveré a caminar, ahora, ¿Qué era lo que me ibas a mostrar? -
Mi padre suspira cansado, se que no he sido el mejor de los hijos últimamente, pero él y Ashley necesitan entender y aceptar la realidad.
- Estos son los diseños de Flora para la próxima colección –
Saco las manos y las seco en una toalla antes de tomar su celular y mirar los bocetos, algunos son parecidos a lo que está de moda con el toque distintivo de Flora, sastres con blusas de transparencias, una lencería muy bonita, vestidos de noche con muchos brillos, elegantes y por últimos algunos bocetos para vestidos de novia y esmóquines para los novios.
- Están bien, pero siento que les falta algo –
- Ella dijo lo mismo, me pidió que te los mostrara, estamos lejos para la presentación de los bocetos, pero esta pasando por un bache de creatividad, dijo que la ayuda del genio de ZoB no le caería nada mal –
- ¿Los trajiste en papel? –
- No, pero puedo pedirle que los envíe si estás dispuesto a ponerle tu magia –
Soy el CEO, bueno, en el momento lo es mi padre, CEO interino, sin embargo, siempre me ha llamado la atención el diseño de modas, mamá tenia esta ilusión y magia para crear, siempre quise creer que le había heredado eso, pero mi verdadera pasión son las finanzas, los números tienen esa magia que hace vibrar mi ser, ayudar a crecer la empresa y hacer negocios, esa emoción me mantenía en fila a diario, así que dejé la parte creativa para mis ratos libres para desestresarme.
Fue cuando conocí a Flora, una chica algo extravagante con un gusto peculiar y un talento esplendido para diseñar piezas para todos los círculos y estratos sociales, tipos de eventos y cuerpos, así que obviamente, la fiche, le tengo un contrato con tantas comodidades como ella pidió y un gran sueldo, y porque no lo haría, al fin y al cabo, Flora es la gallina de los huevos de oro de nuestra compañía, podrán acusarme de lo que quieran, pero estúpido no soy.
- Hazlo, tal vez viéndolo en papel me fluye algo –
- Eric –
- Hmmm –
- Tu pie –
Miro hacia donde mi papá ve asombrado y abro mucho los ojos, inconscientemente he estado moviendo el pie derecho, un movimiento pendular, sutil, suave y constante.
- Alondra tenía razón, relajarte era la clave –
- Apenas es un movimiento espasmódico, no te ilusiones – le reprendo
Cambio de tema para no darle trascendencia al tema del movimiento de mi pie y seguimos hablando de los pendientes de la oficina, papá dio un paso al frente por mí, pero las reglas de la empresa nos están mordiendo el culo.
Según los estatutos un CEO encargado o interino no puede estar en la silla presidencial por mas de dos años, primeramente, se hizo cargo nuestro socio más cercano, Stefan, pero el estuvo solo un año en el puesto ya que su mujer tuvo trillizos y el decidió dar un paso atrás y estar mas como socio en las sombras que como alguien activo en la oficina, aunque cada que lo necesitamos, viene en nuestra ayuda.
- Los rumores empezaron a correr por los pasillos, hay apuestas de quien va a ser el nuevo CEO interino, que, porque no hay uno permanente ya que tu estas retirado, etc., ¿qué vamos a hacer con eso hijo? –
- Es nuestra empresa papá, no una democracia – digo devolviéndole su teléfono
- Tenemos socios y una junta a la cual rendir cuentas hijo, no podemos simplemente hacer lo que nos plazca a la buena de Dios –
- Entonces toma tu el control total, no tendrás que consultarme nada, llévate por delante un golpe de estado y acalla todos los chismes de corredor –
- Hijo, yo me jubile hace cinco años, te pase la antorcha, estoy aquí para apoyarte, creo que puedes regresar a tu puesto, con silla de ruedas no eres menos inteligente –
El cambio de mi humor puede palparse en el aire, odio la maldita silla de ruedas, no permito que nadie me vea montado en esa cosa, jamás dejare que la bola de serpientes que hay en el mundo de la moda me vea como un lisiado inútil.
- No –
- Sullivan quiere el puesto y no precisamente de interino –
- Sobre mi cadáver –
Intento levantarme y resbalo, papá corre y me ayuda a no caer de cara al agua, decido que el baño se terminó, el me ayuda a terminar de asearme y luego a ponerme ropa interior y un albornoz, me sube a la asquerosa silla y me saca del baño.
Al regresar a mi habitación me quedo con la boca abierta, parece que me fui por días, mi cama estaba volcada, las ventanas abiertas, el aire fresco entrando, había velas y un olor como a lavanda, Claire, una de las chicas del servicio, esta sacando un sesto de ropa sucia y mi madrastra y Alondra traen sabanas limpias.
- ¿Qué creen que hacen? – pregunto
- Un poco de limpieza – me responde Ashley acercándose a mi con una almohada en las manos – no seas grosero y espera unos minutitos –
Mi padre se ríe detrás de mi y se queda viendo a su mujer hacer y deshacer en mi habitación.
- ¿Esto también iba incluido en la “intervención”? – pregunto haciendo las comillas en alto para que el las vea
- Espera nada más que otras cosas puede inventarse Ashley –
Papá no puede contener la risa, pasan unos minutos y las mujeres por fin desocupan mi habitación, dejándome a solas con Alondra, Raphael y mi padre.
Junto a mi cama hay una camilla de masajes que antes no había y los hombres me ayudan a subir a ella, Alondra me explica que necesita hacerme una exploración, su padre toma mis signos vitales y mi padre me ayuda luego a ponerme boca abajo.
- Voy a usar guantes, pero si te molestan podemos probar sin ellos, algunos pacientes con lesiones en los nervios pueden desarrollar hipersensibilidad –
Tras esa breve explicación, siento sus manos haciéndome presión en la nuca, le voy indicando mi nivel de sensibilidad hasta que llega a mi coxis, ella va dándole indicaciones a su padre quien esta tomando notas en un cuaderno, hace lo mismo cuando pasa a mis brazos y después a mis piernas.
- Justo ahí – digo cuando su mano se pone detrás de mi rodilla derecha – duele, quema, no sé porque ahí es mas sensible, pero si quiero doblar la rodilla, simplemente no funcionan – respondí sintiéndome frustrado
- Puede ser una disfunción del nervio peroneo común – contesta Raphael – anotare un ultrasonido de los nervios a las demás pruebas que debemos hacerle –
La revisión siguió, me ayudaron a girar, hice algunos estiramientos con ayuda de Alondra, luego volvieron a girarme e hice nuevos estiramientos.
- Bueno, Eric, creo que con esto tenemos bastante, ¿Cómo te sientes? –
- Como masa de pan –
La risa de Alondra me hizo sonreír muy a mi pesar, debía admitirlo, era muy profesional y cuidadosa en como me trataba y la sensación de sus manos sobre mí, no me era para nada desagradable.
- ¿Puedo tocarte sin guantes? –
- Depende de donde –
- Tus hombros, tu espalda, estas muy tenso, ¿te molesta si te doy un masaje? –
Y bueno… sentí que algo se movió debajo de mi cintura y sin ayuda.