ALLY
Nos quedamos en silencio un rato, hasta que el aparato se apaga, lo retiro y ayudo a Eric a ponerse su ropa interior, un chándal y una camiseta básica, por mi parte, me quito los pantalones cortos que le había robado y me pongo mi ropa, un jean oscuro y una camisa de botones semitransparente.
- ¿Cómo te sientes? – le pregunto
- Muy bien gracias a ti –
Me acerco a la cama y me siento junto a él para ponerme las medias y mis botines.
- ¿Vendrás mañana? –
- Aquí a la casa no, mañana tengo otro paciente que atender en la mañana, pero te veré en el hospital para tu prueba eléctrica –
- ¿Paciente hombre o mujer? –
- ¿En serio Eric? –
- ¿Qué? Mi virilidad no es lo único que estamos redescubriendo, debo decirte que soy un poco posesivo –
- Es bueno que lo menciones porque yo también lo soy, así que más te vale que no coquetees ni dejes que te manoseen las enfermeras –
- Recibido jefa –
- Lo digo en serio Eric, soy muy celosa –
Eric sonríe como si se hubiera ganado la lotería, toma mi rostro en sus manos y me da un beso que me deja sin aliento, jadeando disfruto de su nariz acariciando la mia.
- No sé exactamente que siento por ti Ally – yo asiento porque somos dos en este barco – no quiero hacerme ilusiones ni hacerte ilusionar, así que toma muy en serio mis palabras, no sé cómo vaya a quedar después de la cirugía, me refiero a física, emocional y psicológicamente, lo único que quiero que me prometas es que, si por alguna razón todo falla, no te quedes estancada conmigo –
- Y tenías que cagarte el bello día –
- Lo digo muy en serio Ally – dice mirándome a los ojos, hay dolor en ellos - me encantas, me encantó haber estado contigo, te deseo como nunca he deseado a una mujer, quiero tener mis manos sobre ti todo el tiempo y más ahora que sé con certeza lo suave que es tu piel, lo delicioso que se siente tu coño apretándome la polla, lo excitante que son tus gemidos, lo espectacular que te ves montándome como una amazona –
- Eric – susurro con deseo contra sus labios, él me muerde el inferior suavemente antes de continuar
- Quiero todo eso más de lo que jamás pensé que lo querría alguna vez, pero no voy a ser un obstáculo en tu vida Ally, no te voy a encadenar a estar en una relación con un minusválido sabiendo que allá afuera hay buenos hombres y completos que pueden hacerte feliz y darte todo lo que yo no –
- ¿Y si no me importan esos hombres? ¿Y si solo me importas tu? –
Eric se queda callado un momento, suspira y niega con su cabeza.
- No estoy seguro de ser bueno para tener una relación seria, no ahora al menos –
- ¿Por tu discapacidad? –
- Eso y, ¿ya viste mi rostro? Has visto y tocado todas mis cicatrices Ally, no te voy a condenar a la vergüenza de estar con alguien desfigurado –
- Desfigurado mis calzones – siseo enojada, tomo su rostro entre mis manos y acaricio con mis pulgares sus cicatrices – estas, estas son las marcas de tu fuerza, sobreviviste a lo improbable, sobreviviste y saliste adelante, ¿crees que me importa la estética de ellas? ¿Te has visto realmente al espejo? La semana pasada cuando te afeitaste casi me desmayo de la impresión, eres guapísimo, las cicatrices solo te dan un aura de chico malo sexy que me tiene la ropa interior hecha un desastre – él sonríe y me anima a continuar - ¿Y tu cuerpo? Realmente espero que no estes hablando mierda de tu delicioso trasero o estos brazos – digo acariciando ahora sus bíceps – o esta fuerte espalda que me pone tan cachonda – lo rodeo con mis brazos y paso mis uñas sobre su espalda ganándome un suspiro, sus ojos se iluminan con deseo – vuélvete a mirar en el espejo Eric, tienes el combo completo y me encantas, más ahora que sé que puedo quitarte lo gruñón llevando tu polla al fondo de mi garganta, me encantas aún más –
- Ally – Eric gime mi nombre – aun nos quedó pendiente el 69 –
- Y lo haremos, solo si nunca jamás vuelves a decirme todas esas estupideces – digo antes de besarlo
Lo beso con toda la lujuria que siento, transmitiéndole mi deseo sincero, me desabotono los jeans y meto una mano entre mis bragas, estoy empapada, recojo mi humedad en mis dedos y cuando los saco me aparto de la boca de Eric, él mira de donde salió mi brillante mano, abre la boca y los recibe, gime mientras chupa mis dedos, limpiando mi excitación.
- ¿Esto te parece no estar interesada en tu cicatrizado cuerpo? –
Saco mis dedos y vuelvo a besarlo, percibiendo mi sabor en su boca, sin embargo, no solo siento como la lujuria empieza a consumirme, también hay rabia, así que termino el beso y me levanto de la cama, Eric tiene una erección en sus pantalones y digo al diablo, me arrodillo entre sus piernas, saco su polla y me la como hasta llevarlo al orgasmo, Eric cae en la cama gimiendo mi nombre, trepo por su cuerpo y me cierno sobre él.
- Regla número dos de lo que sea que sea esto entre nosotros; NUNCA vuelvas a compararme con la estúpida de tu ex, si tú y yo estamos juntos, estamos juntos exclusivamente, sin perjuicios ni estupideces, trabaja en tu trauma Eric, no me pongas cargas que le pertenecen a otra perra, que descanses –
Me bajo de la cama, recojo mis cosas y salgo de la habitación, si bien aún estoy excitada, la furia se abrió camino y recorre todo mi ser, sé que lo que le hizo su ex fue horrible, pero nunca he llevado bien que me comparen, así que antes de que mi malhablado malgenio estalle, me concentro en mi dignidad para salir de la mansión Barbosa con la frente en alto, aunque lleve el corazón pesado por su tacita comparación que me quemó más de lo que estoy dispuesta a reconocer.
Estoy en problemas…
- - - - - - -
ERIC
- Eres un estúpido – me regaño mientras me guardo el m*****o en los pantalones
Había disfrutado tanto con Ally, que por un momento me permití fantasear con un futuro y empezó a ganarme las inseguridades sobre mi apariencia, mi ex hizo un gran número con mi ego, pero ella y Ally son polos opuestos y yo acabo de insultarla al compararla.
Ally se gana la vida rehabilitando personas que hemos pasado un infierno de dolor, claramente no le incomodan las cicatrices ni las discapacidades y por supuesto que no va a definir a las personas por ellas, mucho menos a mí.
- Mierda, mierda, mierda –
Me impulso en la cama hasta llegar a la mesita de noche y ojalá pudiera patearme el trasero, mientras yo la insultaba, ella hasta me había subido mi merienda vespertina y dejado mis medicamentos junto a ella, siempre cuidándome.
- Soy un imbécil –
Me tomo los medicamentos junto al tentempié y luego le escribo un mensaje de texto a Ally disculpándome, espero su respuesta, pero esta llega dos horas después, en forma de un escuálido emoji de pulgar arriba, suspiro devastado.
- ¿Todo bien hijo? – pregunta mi padre quien me acompaña en el montacargas rumbo al comedor
- Creo que volveré a mi habitación, he perdido el apetito –
El montacargas llega al primer piso y mi padre evita que lo accione para que suba de nuevo poniéndose frente al tablero, cruza sus brazos sobre su pecho y me mira con una ceja levantada, obviamente espera una explicación.
- ¿Es sobre Ally? –
No puedo evitar tensarme, ¿lo sabe? Mierda esto es malo, papá es muy amigo de Raphael, si llego a decir algo que pueda comprometer la profesionalidad de Ally, papá hará un escándalo y ni hablar de mi madre, tengo que elegir mis palabras con cuidado, asiento y digo:
- Hice un comentario desafortunado, la ofendí, le envié un texto disculpándome cuando se fue y hasta ahora me contesta con un emoji –
- ¿El del dedo medio? – pregunta mi padre con una sonrisa burlona
- Hubiera preferido ese, solo es un pulgar arriba –
- Bueno hijo, te he enseñado mejor que enviar un simple texto de disculpa – el saca su celular del bolsillo y luego el mío tiene un mensaje suyo – ese es el contacto de la floristería que le encanta a tu madre, hazlo mejor Eric, Alondra es una chica muy especial y no solo ha sido de gran ayuda para ti sino también para Ashley, anoche justamente me dijo que quería retomar la terapia como Ally le recomendó, así que, discúlpate con clase y respeto Eric Alexander –
Auch, aun en la mitad de mi treintena, duele que mi padre use desaprobatoriamente mi nombre completo para regañarte, así que asiento y obedezco a su orden silenciosa de ir al comedor cuando abre la puerta del montacargas y señala la salida con la cabeza.
Cenamos en familia sin más contratiempos, Ashley me cuenta que decidió regresar a la terapia y le encantaría que en un futuro podamos ir todos juntos como familia, acepto porque sé que lo necesitamos, se vienen nuevos cambios y sé que hay muchas heridas psicológicas que se abrirán nuevamente en nosotros, así que si, haría todo en un abrir y cerrar de ojos por la mujer que me ha criado.
- Hijo, estuve hablando con Finn, le di los estatutos de la empresa para que me ayudara a conseguir una prórroga para ti y para mí como CEO –
- Lo llamaré más tarde para que me ponga al corriente, gracias papá –
- Mis dos años se terminan en tres meses, creo que en vista del buen resultado que has tenido con la rehabilitación física, podría ser un buen tiempo para pensar en volver a tu puesto, silla de ruedas o no –
Suspiro cansinamente, silla de ruedas… Si bien mi relación con el aparato ha mejorado, aun no es mi artilugio preferido.
- Papá, no tengo idea como quedaré con la cirugía, quiero que todos estemos consientes que es un protocolo experimental, puede funcionar o no, entonces no quiero darte una respuesta ahora, dame al menos dos meses, algo podré resolver en ese tiempo –
- Necesitas ponerle más positivismo y fe a la cirugía cariño, Ally dice que parte de la recuperación de los pacientes es la actitud con la que afrontan los procedimientos –
- Tu madre tiene razón hijo, pero entiendo tu punto, creo que tenemos el tiempo perfecto para pensar en alguna solución según sea tu evolución –
Asiento no confiando en mi boca, ya me equivoqué hoy con Ally por dejar que mis palabras se tiñan con pesimismo e inseguridad.
Cuando retiran nuestros platos, aprovecho y envío un mensaje a la floristería, rápidamente me contestan y me asesoran sobre las mejores flores para una disculpa, me decido por los tulipanes blancos y una nota: “Lo siento nena, a veces mi boca es más rápida que mi cerebro, trabajaré en ello, lo prometo. Tuyo, Eric.”
Tomamos el postre en la sala donde nos relajamos viendo una película de Disney, la floristería me confirma que mis flores fueron entregadas, dos minutos después, Ally me manda una foto de ella abrazando sus flores, y un texto.
Ally: Considérate perdonado, ¿cómo supiste que los tulipanes blancos eran mis favoritos?.
No puedo evitar la enorme sonrisa que se forma en mis labios.
Eric: Quisiera llevarme el crédito, pero solo fue una casualidad.
Eric: La florista dijo que simbolizan el perdón y la paz.
Ally: Elegante decisión señor Barbosa, me encantaron.
Eric: Me alegra cariño.
Eric: Aunque me alegra más haber sido perdonado.
Ally: Creo que también te debo una disculpa… no debí irme así.
Eric: No, no debiste, me hubiera encantado comerte el coño de nuevo.
Ally: ¡ERIC!
Mi risa llama la atención de mis padres.
- ¿Vez eso esposo? Esta riendo y mandándose textos – ríe mi madrastra
- Oh si, lo veo esposa –
- Que refunfuñan ustedes dos ancianos –
Ashley me lanza un cojín a la cabeza y solo por cortesía no lo esquivo.
- A quien llamas anciana jovencito maleducado –
Aprovecho el intercambio de cojines para evitar el tema, mis padres se ríen a carcajadas y cuando Ashley vuelve su atención al televisor, le asiento solemnemente a papá, él sonríe entendiendo y asiente en respuesta, he restablecido mi honor de caballero y el estatus quo con Ally, la vida es buena.