CAPITULO CINCO

2095 Words
ALONDRA - Tus hombros, tu espalda, estas muy tenso, ¿te molesta si te doy un masaje? – Tras mi pregunta, Eric se pone más tenso, se aclara la garganta y me arrepiento por unos segundos de haberlo sugerido. - Hazlo – Su voz es casi un susurro y si no estuviéramos solos y en silencio, me lo hubiera perdido. Me quito los guantes y saco un frasco oscuro que tiene aceites esenciales de romero, eucalipto, ravintsara y lavanda especial para relajar, aliviar el dolor y las contracturas. Froto mis manos para calentarlas y aplico el aceite en mis palmas antes de ponerlas sobre la espalda de Eric, él da un leve respingo, pero se queda quieto y callado, así que continuo con el masaje. Aplico la presión necesaria para descontracturar los músculos de su cuello y espalda, si bien ha perdido una parte importante de su masa muscular, se nota que antes se mantenía en gran forma física, su espalda es ancha y sus hombros redondos, sus brazos aun tienen una buena definición muscular. Bajo mis manos por su columna, evitando donde están sus cicatrices y haciendo presión en sus caderas, hacia su espalda baja, Eric se aclara la garganta y se mueve un poco. - ¿Duele? – - No – Su ronca voz me hace creer que puede haberse dormido en algún momento del masaje, sonrío y sigo con mi labor, me salto sus glúteos porque, si bien puede ser importante relajarlos ya que pasa mucho tiempo sentado, no me parece bien hacerlo en la primera sesión, tal vez mas tarde cuando estemos un poco mas en confianza, así que voy directo a sus muslos, evitando bajar demasiado hacia su área poplítea, ya que nos dijo antes que tenía cierta sensibilidad. - Alondra detente – dice luego de unos minutos Automáticamente retiro mis manos de su cuerpo, el se apoya en sus codos y se agarra el cabello en la base de la nuca, me limpio con una toallita húmeda las manos y me siento junto a él, teniendo su cara a la altura de la mia. - ¿Dolió? – - No – Suspiro aliviada de no haber aumentado su dolor. - ¿Cómo te sientes? – - Mejor – Eric me mira directamente a los ojos – gracias – - Con gusto, cada vez que tengamos una sesión voy a hacerte este tipo de masajes para ayudarte a aliviar la tensión de tus músculos, así que necesito que seas muy sincero si en algún momento mi toque te hace sentir incomodo o te duele, ¿sí? – El asiente y vuelve a esconder su cara en el hueco de la camilla. Eric es un hombre complejo, orgulloso hasta mas no poder, supongo que tendré que tenerle mucha paciencia. - Te molesta si limpio el exceso de aceite? – El niega con su cabeza y sonrío, tal vez pincharlo un poco más no le haga mal. - No que no te molesta o no que no te toque – Su suspiro frustrado me hace reír y tengo que apartar mi vista de su cuerpo, el vuelve a poner sus brazos contra su cuerpo y habla. - Haz lo que tengas que hacer – - Bien, puede que las toallitas las sientas frías – Le advierto antes de ponerme a limpiarle el cuerpo, limpio sus piernas con mucho cuidado dado que no quiero que vuelva a dar el respingo de antes. - Listo – anuncio cuando termino – vamos a sentarte para que vuelvas a la silla o a la cama, como prefieras – - No – - ¿Eh? ¿Por qué no? - - Solo… déjalo así – - Oye, ¿en serio estas bien? – - Estoy bien Alondra, solo necesito unos momentos, ¿podrías dejarme solo? - - Sobre la camilla, no, seria irresponsable de mi parte – - Créeme, no voy a moverme – muerde - ¿Tuviste una erección? – tanteo Eric suspira con fuerza y creo que le he atinado. Hace un año, atendí a un ex militar que había tenido perdida de musculo debido a metralla en una de sus giras y necesitaba usar ortesis y le estaba ocasionando mucha tensión la falta de costumbre al aparato, durante nuestras sesiones le hice masajes y algunas veces la reacción que había tenido era igual a la de Eric y fue cuando tuvo una erección, involuntaria, puede darse, debido a la relajación, la estimulación de zonas erógenas, no fue algo s****l de ninguna parte, pero por supuesto, es incomodo para los hombres que les pase. - No te preocupes si tienes alguna en nuestras sesiones, es bastante normal que pase, la piel es el órgano más extenso del cuerpo y tiene terminales nerviosas que se estimulan con el masaje – le explico tratando de calmarlo - Casi tres años sin tener una y va y pasa justo hoy, contigo – murmulla - Oh, ¿debería sentirme alagada? – - Cállate – - En serio Eric, que la tengas es una buena indicación que tus nervios reaccionan mejor de lo que pensábamos y créeme, nunca le tomaría mal a un paciente que tenga una durante un masaje – - Ok – - Dejando eso de lado ¿Te sientes mejor? – - Si – - ¿Puedo llamar a la ayuda? – - Si – Dejo de atormentarlo y le doy un momento solo mientras le envió un mensaje a mi papá, pidiéndole que suba para ayudarme con Eric. Cuando llegan, su padre busca ropa para él y al verlos ayudarlo a sentarse, salgo unos minutos de la habitación, afuera me encuentro con Ashley. - Ally, ¿qué tal?, ¿cómo esta?, ¿cómo lo ves? – me ataca a preguntas apenas me ve - Tiene potencial, Ashley, cuando te encontré en el jardín con tus plantas, creo que vi una piscina – - Si, tenemos, pero la hemos abandonado, mi hija era quien la usaba más y bueno… - - Entiendo, creo que la terapia en el agua será de mucha ayuda para Eric – - Esta bien, le pediré al personal que la limpie muy bien y la llene – La puerta de la habitación de Eric se abre y mi padre nos invita a pasar a ambas, Ashley corre al lado de Eric y lo ataca con las mismas preguntas que me hizo a mí. - Estoy bien, me siento bien, Alondra es muy buena con su trabajo - La tensión de hace unos minutos se dispersa en nuestra interacción, mi padre le informa que debe seguir haciéndose algunas pruebas, análisis y estudios de imagenología para ver en que punto estamos partiendo ya que los estudios que tenemos son de más de un año, cuando tuvo control con sus médicos por última vez. - Kurt esta arreglando tu entrada al hospital para que todo se te haga lo más rápido y discretamente posible – - Bien – - Marcus y Ashley pueden venir con nosotros si te sientes más cómodos tenerlos allí contigo – - No soy un niño, puedo ir por mi cuenta – - No se trata de edades Eric – le reprendo – tus padres son tu red de apoyo, cada paciente que entra a un estudio o procedimiento debe tener a alguien cercano – Eric me fulmina con la mirada, pero después suspira y asiente, muero por verlo sin barba, estoy segura que debajo de ese descuidado vello, esta sonrojado, si su nariz es un indicativo. - - - - - - - - Ahora vamos a procesar todas las imágenes y en un momento las estaremos subiendo a la interfaz del hospital para que las puedan tener – Nos dice el técnico que nos ayudo en los estudios de Eric, mi Padre con ayuda de un enfermero, pasan a Eric a la silla de ruedas y lo llevan a la siguiente sala de procedimientos. - Gracias, estaré pendiente a la actualización – Salgo y los sigo, cuando llego encuentro a una enfermera explicándole a Eric que va a necesitar su muestra de sangre, la cara que le hace Eric, no le surte efecto y ella le casi que le restriega los senos en la cara. Si, el tipo esta bueno, pero ¿en serio? Es un paciente por el amor de Dios. Me acerco a ellos y pongo mi mano en el hombro de Eric, miro a la enfermera y le elevo la ceja, ella automáticamente, se endereza y empieza a conservar la distancia, suerte que mi temperamento me presida. Todos en este hospital saben que soy una fiera defendiendo a mis pacientes. Ella termina de tomar la muestra y sale de la sala de procedimientos a llevarlos al laboratorio, Eric palmea mi mano en su hombro y yo me alejo, mi papá saca a Eric rodando la silla y me mira un momento, niego con mi cabeza y el asiente. Papá sabe que, si hay algo que no puedo manejar, acudiré a él o a mi tío Kurt. Papá lleva a Eric hasta su habitación, van hablando de basquetbol y como no se nada de deportes, me quedo revisando la interfaz del hospital esperando actualizaciones de los estudios que le hemos hecho a Eric a lo largo del día. Ayudo a mi papa a bajar la cama hasta una altura donde el mismo Eric es capaz de pasarse de la silla a la cama con poca ayuda, luego de acomodarlo, llamo a la estación de enfermeras para solicitar comida para él. - La comida de los hospitales no es la más famosa, pero la cocina de aquí es bastante decente – le digo - Gracias, la verdad es que si tengo hambre y no me importará comer insípido – - Puedo conseguirte golosinas de la máquina expendedora – - No, mañana tiene la electromiografía y la conducción nerviosa, cero dulces, después de esos estudios, tal vez si – - Aguafiestas – decimos al unísono mi tío Kurt que esta entrando a la habitación y yo - Hola Eric – le saluda - ¿Qué tal te sientes? – - Cansado – - Bueno, por hoy ya hemos terminado así que no te preocupes, ya no te molestaremos más – Eric asiente – aquí traigo una de las radiografías que te tomamos hoy, es la que más me inquietó, tu densidad ósea está un poco comprometida – - Eso que es? - - Significa que has perdido un poco de minerales esenciales en tus huesos y necesitamos actuar para evitar fracturas espontaneas o fragilidad extrema en tus huesos, sabes que debes someterte al menos a un par de cirugías para corregir algunas cosas y tus huesos van a estar comprometidos, entonces iniciaremos un régimen de calcio y minerales para que te ayuden – le instruye mi tío - Genial, más medicamentos – resopla Eric - Será solo una que otra intravenosa, no exageraremos tampoco, pero si quiero ver como evolucionas en alrededor de un mes, además de la alimentación balanceada – - Lina lo verá pasado mañana para ajustar su dieta – anuncio - Perfecto – En ese momento, una enfermera y Ashley entran con la comida de Eric, los dejamos solos para que él coma y se relaje después de tanto ajetreo médico. Afuera nos encontramos al señor Marcus quien esta rellenando unas formas que le entrega una enfermera. - ¿Y? ¿Cómo le fue? Díganme la verdad, ¿Creen que si sea candidato para el implante? – nos pregunta devolviendo los formularios a la enfermera - Mañana lo sabremos a ciencia cierta – le contesta mi papá - Pero para ser sinceros Raphael, tu hijo tiene un camino duro por delante con la rehabilitación – dice mi tío - ¿A qué te refieres Kurt? – - Su densidad ósea esta comprometida, no al nivel de una osteoporosis, pero si se acerca a la osteopenia, además de la atrofia muscular en las piernas, son dos factores preocupantes, el haber abandonado por tanto tiempo la rehabilitación no fue una decisión inteligente si me permites la sinceridad – - Lo sé – dice el señor Marcus, se ve devastado - Pero no hay nada que no podamos recuperar con un poco de tiempo y fisioterapia – digo acercándome a mi tío y pellizcándole disimuladamente en el brazo - cierto tiito querido – - Por supuesto – me responde entre dientes con una media sonrisa Papá nos sonríe dándose cuenta de nuestro intercambio y continúa explicándole a Marcus más sobre los próximos estudios a los que Eric deberá someterse.
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