Bolton, fama y condena

4. LES CAE BIEN

ALANA

Cuando al fin me tranquilizo regresa el causante de mi vergüenza, como si nada hubiera pasado. Saluda muy amable a mi familia, parece caerles mejor que yo, porque a mí me saludaron con menos cariño. ¡Traidores!

Se sienta y pasa a explicarnos los platos, los cuento y noto hay uno extra, este atrevido, los conoce un poco más de un mes y se une a nuestras cenas familiares. No sé qué cara tengo hasta que mi hermana interrumpe mi pelea interna con él.

- Está rico, ¿cierto? – susurra - puedes creer que no estudió en ningún lado reconocido, es puro talento.

- Me sorprende tenga un lugar tan pequeño cuando todo es tan bueno.

- La gente busca nombres más que sabor, por eso mamá quería que vinieras, él no le pidió nada, pero ella quería le des una mano con promoción. Ya sabes, una publicación tuya llega a millones en el mundo.

Lo veo enseñarle a mi hermana pequeña, Lili, cómo armar su taco y siento ternura, parece buena persona. Es callado en comparación con este ejercito extrovertido que tengo por familia, a mí me ha ignorado, siendo frío las pocas veces que interactuamos, pero se nota gentil con ellos, lo que al final me importa.

- ¿Les parece si nos tomamos una foto? – me animo.

- Ay, empezaste – el amargado mayor, Benji, vira los ojos como siempre.

- No seas odioso y posa – mi mamá le pega en el hombro – tú también Gael, ven, queremos una foto con el chef, ponte a lado de Ala – lo veo entrecerrar los ojos como si le hubieran pedido tomar veneno. ¿Es enserio? Sabrá cuántos tipos pagarían por estar a mi lado en una foto, pongo la misma mirada para que sepa que tampoco estoy feliz con la situación. Bueno, algo, porque huele rico.

Después de la foto más incómoda, veo las miradas de mi mamá y entiendo, me necesita de influencer. De todos soy quien tiene la fama, después de papá, para bien y para mal, aunque más mal que bien.

- Vaya, llevamos semanas comiendo aquí y es la primera vez que compartes una comida completa, hablamos, me gusta – mi mami le sonríe.

- Hoy es un día más calmado. ¿Y qué los trae a este país? por cierto – pregunta.

- Tú sabes – responde Emmet - alejarse de un divorcio complicado, filmar, huir de fotos eróticas, vacaciones de la universidad, turismo, lo usual – Thais le da un codazo en el estómago, ante la mirada de confusión de Gael.

- ¿Qué hemos hablado Emmet? – lo regaña mamá.

- No es correcto hacer bromas privadas para ver la cara de espanto de otros – recita como niño regañado.

- ¡Exacto! lo siento Gael – lo mira - aunque todo lo que dijo es verdad – se lleva un bocado de su plato a la boca, todos asentimos como si fuera lo más normal.

- Mmm… ok, les traeré más bebidas, ya regreso – sale caminando, mejor dicho, huyendo nuestro chef.

- Creo que lo asustamos – se ríe Tahís.

- Nath está llegando – habla emocionado Emmet, ella junto con Cata, son nuestras mejores amigas en todo el mundo. Benji empieza a toser atorado por la comida, mamá le pasa agua y Emmet le pega en la espalda – me escupiste.

- Perdón, se me fue mal la comida.

- Estás rojo – mamá lo ventea - ¿nervioso?

- No estoy nervioso, ella no me pone nervioso. ¿Quién cree que me pone nervioso? – todos alzamos la mano, menos Luna que bueno, no entiende aún.

- ¡Hello! – hace su entrada la despampanante rubia con un vestido que deja poco a la imaginación y sus botas musleras, esas piernas parecen no tener fin, no importa el frío, siempre luce sexi. Ella dice que ser b***h te da superpoderes para no congelarte.

- ¡Bebé! - me emociono, su energía contagia – te extrañé – nos abrazamos saltando junto con Emmet que se une.

- Holis a todos – besa a mi madre, hermanas y le sonríe a Benji que disimula muy bien la pequeña sonrisa que apareció al verla – estás más guapo que nunca, ¿te lo han dicho?

- Gracias – habla un poquito menos parco que de costumbre.

- Siempre de hielo – le sonríe – algún día te voy a derretir – lo mira directo a los ojos. - Y él, ¿quién es? – pregunta cuando entra Gael - ¿adoptó otro? – le dice a mi madre.

- No, pero ya quisiera. Él es Gael, el chef de este lugar.

- Wow, por lo que veo talentoso – ve la comida – y muy apuesto – vuelve a verlo - las chicas deben pelearse por ti – se acerca a saludarlo con un beso en la mejilla, veo a mi hermano mayor cerrar su puño. Quién lo manda a ser lento.

- Bien, ya que tengo quien me apoye, mostremos este lugar al mundo – me emociono.

Empiezo a grabar historias, muestro mi plato, mi familia, mi amiga, hablo de lo delicioso que estamos comiendo ante el ceño fruncido del chef amarguete que no muestra una pizca de agradecimiento y se niega a salir en cámara. Terminamos de comer, admito, la comida más rica que he probado en este país, Thaís tiene razón, con un poco de publicidad será famoso.

- Bueno, muy rico y todo, pero debo irme – habla mi hermana – dormiré con Mery, está algo deprimida y quiere compañía.

- Siempre quiere compañía y nunca me invita a mí, es más, jamás me habla de eso aunque pasamos juntas todo el día – me quejo, mi madre tose.

- Eso es porque es mi mejor amiga, no la tuya. Trabaja contigo todo el tiempo, más horas de las debe por tus líos, déjame al menos unas horas a solas con ella, ¿no?

- Perdón, qué sensible.

- No quise sonar así bebé – besa mi mejilla mientras me abraza – me voy – se despide de todos, le da un gran abrazo al chef y sale.

- Y nosotros, ¿para dónde? La noche es joven – Nath, siendo Nath.

- Tasha – Emmet la abraza emocionado, quitándome del camino con un empujón – al fin alguien que me entiende, porque estos son unos aburridos – nos señala - Benji nunca tiene ganas, Ala ahora solo pasa cansada y el nuevo – señala a Gael que se sorprenda y se señala a sí mismo confundido – no me ha aceptado ni una sola salida, ¿puedes creerlo?

- Lo siento, mi trabajo requiere que madrugue mucho – se disculpa.

- A mí no me miren – les hablo – tengo llamado en la mañana y anoche no dormí bien gracias a ti – lo empujo mientras se hace el desentendido.

- ¿Qué hiciste anoche Emmet? – pregunta mamá.

- Sí Emmet, ¿qué hiciste anoche? – repito divertida.

- Nada, la gente que inventa cada chisme mami.

- Benji, ¿de verdad no quieres ir conmigo? – le pregunta mi amiga, esta vez su tono es de petición, algo triste incluso.

- Lo siento, mañana debo acompañar a mamá con algunos temas. Además… ya sabes que ese no es mi mundo – luce decepcionada, pero rápidamente cambia su rostro.

- Bueno, entonces somos Emmet y yo.

- Con el tío Lee – habla mi hermano.

- ¿Lee saldrá con ustedes? – pregunta mi madre, mi hermano asiente – bien, me quedo tranquila, evitará hagas alguna tontería. Dile que vaya a comer mañana, nos ha ayudado demasiado estos meses en el país, a conseguir el departamento, carro, chofer y todos los regalos.

- El tío es demasiado genial, yo espero ser como él cuando sea grande. Soltero, codiciado y divertido. Todo un tipazo.

Al final pago la cuenta y salimos, no sin antes una despedida de minutos de mi familia con su nuevo hijo/hermano favorito, no hay cómo dejarlos solos que adoptan otro.

- Gracias por la comida – me despido de última.

- Espero todo haya sido de tu agrado – contesta de lo más frío – me alegra que hayas disfrutado a pesar de la pequeña vergüenza – veo un destello de una sonrisa arrogante, lo sabía, se está burlando de mí y el tema del fan.

- Casi, el puré de mi hermano no estuvo tan cremoso como debería, pero nadie es perfecto, ¿no? – le doy la espalda y me alejo, algo de revancha tuve.