Bolton, fama y condena

Es extraño como las heridas de la infancia sin sanar empiezan recién a notarse cuando crecemos, como fisuras en una represa que pensamos son nada, solo unas cuantas gotas, hasta que llega una corriente y arrasa con todo. Aquí están, 4 almas rotas como escombros de lo que fue una familia, una que colapsó con su pilar. Sentados uno a lado del otro viéndose con resentimiento, culpándose por lo que pasó. Para contar su historia debo contarles la de sus padres, al contar eso necesito hablar de los hermanos. ¿Por qué las familias serán tan jodidamente enredadas? Pero bueno, vamos desde el inicio. MESES ATRÁS Alana llega con sus lentes de sol que ocultan un poco su rostro después de una alocada noche de fiesta, baja rodeada por los miembros de su equipo, uno de los cuales le pasa un café que bebe con mala cara. Hace una mueca de disgusto al observar la locación donde filmarán. - Es una porquería – musita al ver la comida que ofrecen - quiero que traigan comida decente, con variedad, que me haga dar hambre y no me revuelva el estómago con solo mirar. - Se le revuelve por el alcohol… - murmulla el asistente de uno de los productores. - ¿Qué dijiste? – lo mira con frialdad. - Que el coordinador de catering eligió este… - Dile que lo cambie - repite con la misma frialdad sin dejarlo terminar la oración. - Enseguida - acepta con resignación el hombre agachando la cabeza. Se acerca al grupo de actores, entre secundarios y extras, que esperan para iniciar las tomas del día, mientras los técnicos preparan cada detalle hasta la llegada del director. - Buenos días - hablan en coro todos, ella solo hace un ademán con su mano sin contestar, se sienta y fija la mirada en su celular. - Deberías responder los saludos – suelta Michael, el actor que protagoniza la historia junto a ella, haciendo que regrese a verlo. - Vengo a trabajar, no a tener un evento social – espeta de mala gana, volviendo a lo que hacía. - Buenos días con todos – saluda el director. Es joven, siendo este su primer proyecto que puede ponerlo en la mira de todos. Luce un poco asustado, emocionado, pero con nervios visibles al ser esta la escena más importante de todas – preparémonos para iniciar este día. - Hola Tom, qué alegría verte – al fin se le distingue una sonrisa – es un gran día para filma. Catalina te envía un abrazo enorme, dijo que intentará escaparse de su familia para venir a celebrar con nosotros cuando terminemos. - Ala, estás hermosa, maravillosa – la abraza haciéndola girar emocionado - Gracias por aceptar ser la protagonista, tú estabas en mi mente desde el principio, pero no pensé lograrlo. Dile a Cata que acepto. - ¡Súper! Me siento honrada de ser parte de esta película – sus compañeros buscan disimular su disgusto, es obvio que actúa para seguir teniendo la atención de los que están arriba. El director se va y le dan la señal de acercarse a maquillaje, empieza a caminar hasta el lugar. - Si que es buena actriz cuando le conviene – murmura una rubia del grupo. - ¿Qué dijiste? – se detiene y regresa a verla. - Yo… yo… - Deberías aprender a cuidar tus palabras, pensamientos de la vida privada de los actores principales cuando estés lejos del set o lo próximo que verás será la puerta de salida, sin posibilidad de volver a pisar otra locación, dedícame mejor a seguir revisando el guión, ¿estamos? – la rubia asiente sonrojada, ante la mirada de lástima de los demás. Se aleja hasta el lugar asignado con el mismo rostro impasible con el que llegó, todos se quedan congelados hasta que cierran la puerta y al fin pueden respirar. - Vaya, realmente es tan mala como dijiste – habla la rubia aún nerviosa, en un tono casi de llanto. - En su reality se veía tan divertida y amable – completa una pelirroja con voz de decepción – y yo que estaba emocionada por conocerla, pensé en pedirle una foto. - Se los dije, en este mundo no pueden confiar en las personas, especialmente en Alana, la reina Bolton, es la peor – sentencia Michael. - ¿Por qué la peor? – comenta un joven tragando saliva. - ¿No conoces los rumores? – vuelve a hablar Michael. - No – niega nervioso. - No deberíamos hablar de eso – dice casi en un susurro la rubia a quien regañó – es mejor revisar el guión como dijo. - Yo no le tengo miedo, fui amigo de ella, su ex y Emmet, uno de hermanos, a quien alejaron de nosotros por su culpa, así que les diré todo lo que deben saber. Para nadie es un secreto que le debe su carrera al esposo de su madre, el gran Jhon Bolton, famoso actor, director y productor, con una extensa trayectoria la cual inició en su niñez. Conoció a su madre cuando ella tenía 5 años, después de un muy secreto y fugaz noviazgo se casaron a penas 6 meses después, mudándose a este país, donde Jhon vivía con Benjamín, su hijo adoptivo de la misma edad que Alana, al que prácticamente esa malcriada eclipsó desde que llegó. Con los años se hizo más y más obvia la mala relación de hermanos que tienen, actualmente a penas y se hablan, busquen si quieren, no hay fotos de solo los dos juntos. - Él es tan guapo, con ese cabello castaño claro, esos ojos cafés – se emociona una de las chicas. - Sí, con ese rostro serio y cuerpo musculoso, ojalá se lo viera más, ni en redes casi está – completa otro. - También adoptaron a otros 3 niños – continua Michael - Emmet, hijo de un amigo de Jhon que murió tiempo atrás. - A mi me gusta ese – habla otra muchacha – con su cabello y ojos negros, no es tan musculoso como el primero, pero tiene un atractivo. Lo vi en un evento, es tan carismático, con una sonrisa coqueta, todo un galán. - El mismo. Luego Thais y Thiago quienes eran hermanos biológicos y lamentablemente él murió al poco tiempo de llegar con ellos. - La hermana a la que le baja los novios siempre, ves un chico con ella y luego con la hermana. Como es morenita, rellenita y con su cabello churón, la otra siempre la hace de menos – comenta un chico. - Y Lilibeth, una pequeña que ya debe tener unos 5 años. - Es pelirroja como yo, con pequitas. Parece una muñeca – Michael se ve molesto por las interrupciones. - De todos sus hijos se notó siempre la preferencia de su madre con ella, la biológica, en eventos de alfombra roja practicamente era a la única a quien llevaban. Incluso en los proyectos de Jhon, era normal que apareciera como actriz secundaria o extra, mientras sus hermanos rarísima vez tenían esa oportunidad. Se hablaba mucho de lo mal que se llevaban todos con la reina, hasta hace unos años que sacaron su serie a modo de reality show donde se mostraban como una divertida familia feliz, asistiendo juntos a eventos, viajes, con una mamá perfecta e incondicional, un padre enamorado que se desvivía por pasar tiempo con ellos y hermanos unidos. Aunque el lavado de imagen no duró mucho – sonríe con burla - como todos saben los padres terminaron separándose, Jhon se fue de la casa, negándose a pasarle pensión a su esposa y luego del excesivo interés que generaron los otros 3 hijos mayores, pues era bastante obvio que nadie eclipsaría a la reina de los Bolton. - ¿Es cierto entonces que la mamá se embarazó a propósito para evitar el divorcio? – pregunta la pelirroja. - Así es – sonríe más – como él se enamoró de Kate, una actriz mucho más joven, hermosa y obviamente famosa por sí misma, Diana se embarazó a pesar de su edad y los riesgos, para evitar quedarse sin su fortuna, por el prenupcial que firmó. Aunque hay quien dice que Luna, la bebé, no es de su esposo, porque hay desfile de hombres famosos y ricos que entran a su casa. Envió incluso a sus 3 hijos adoptivos mayores a universidades lejanas para que no le hablen a su papá de eso y se quedó con la otra pequeña que adoptaron hace menos años y obviamente con Alana, que es la que le genera ganancias para darse la vida de lujos que lleva. - Aunque la bebé es igual a Jhon - habla la pelirroja, era innegable el cabello rubio y ojos azules que ambos compartían, los demás la miran mal – solo digo. Quién diría alguien tan bella como Alana es así – pensó en lo sorprendida que quedó al verla, era aún más hermosa que en las fotos, con su estatura y porte de modelo, cuerpo de sirena, cabello castaño claro, lacio. Pestañas rizadas, cejas frondosas y unos ojos cafés que hipnotizaban – además, en su show se veía tan linda con todos. - Es de lo peor, a mí me alegra mi amigo haya terminado para siempre con ella. Incluso se cambió el nombre al cumplir 18, se puso el apellido de su mamá primero y el de su padrastro de segundo, así de interesada, tratando de borrar del mapa a su verdadero padre al no significarle ningún beneficio. Un infeliz que su madre dejó por pobre y al que no es capaz de ayudar con 1 dólar aunque es millonaria. Sigan mi consejo, es mejor mantenerse lejos de Alana Zarate Bolton, porque tras esa sonrisa, esa inocencia que proyecta, hay muchos secretos que muy pronto mi amigo sacará a la luz, para que al fin caiga de su pedestal la reina de la hipocresía.