Caster tenía las cosas muy claras, él sabía que se convertiria en el rey al momento de morir su padre y se encontraba preparado para el momento en que suceda; sabía también que amar no era algo que se les permitía a la realeza, sus vidas estaban planeadas y calculadas desde el momento de su nacimiento.
Pero también sabía que su corazón no le pertenecía al momento de ver a Gara, la princesa de Arsen una joven muy hermosa e inteligente, con un carácter fuerte y una personalidad encantadora.
La había conocido cuando era sólo una pequeña de diez años y él recién cumplía los 14. La amistad entre los 4 príncipes fue instantánea, aunque con el pasar del tiempo los intereses de Jilian habían cambiado y se enemistó con el que era su amigo de infancia; Caster.
Pero sin quererlo, Caster se enamoró de Gara porque a pesar de ser hermosa; también era una luchadora. Luchaba por la justicia, por la igualdad y por la paz del reino al cuál pertenece.
Y ahí se encontraba ella, en silencio observando hacia los jardines del palacio y él observándola a ella. Gara no era la típica princesa de mirada dulce y frágil, sus ojos claros mostraban la fuerza que poseía y la determinación y valentía que muchos otros no tenían.
-Puede llegar por medio del túnel hacia la biblioteca, está cerrada por fuera. Haré lo imposible para que no la castiguen, su alteza.-
-Te lo agradezco Caster, pero deja de tratarme tan formalmente. Somos amigos después de todo.- le sonrió amablemente antes de entrar al túnel que la llevaría a la biblioteca real.
-Si, somos amigos. Pero desearía que pudiéramos ser algo más.-
Caster no era débil, ni mucho menos cobarde. Pero no podía confesar sus sentimientos hacia la princesa; porque ambos ya estaban prometidos en matrimonio. Él se casaría con la princesa de Sohr y Gara se casaría con el príncipe del reino vecino, los cuales también eran muy buenos aliados de su reino. Caster ya sabía que sus sueños no podían cumplirse, porque la guerra se desataria en el valle al romper un compromiso, él solamente no podía permitir que su amor imposible trajera la guerra.