Una vez que la doctora abandonó el despacho. El nudo atascado en la garganta de Santiago rodó y con él se desprendieron gruesas lágrimas. Sollozo y maldijo no poder llorar libremente. - Adelante. Pronuncio al limpiar las lágrimas con el dorsal de sus manos. - Santiago, vi salir la doctora... Le basto ver el rostro de Santiago, para deducir que alguna triste noticia había recibido, bueno, al menos para Santiago, porqué para ella sería una gran noticia si Lucero se muriera. Sonrió en sus adentro y suspiró. - ¿Que sucede Santi?, ¿Que te dijo la doctora?, ¿es sobre Lucero?, te hablo de Lucero ¿verdad? Lorena ansiaba una pronta respuesta que le alegará el corazón, al no obtenerla se paró a un costado de Santiago que contemplaba fijamente el jardín. Y con una preocupación falsa al igual