Después de tanto pensarlo decidí ir. Me puse un vestido fácil de quitar, salí del departamento nerviosamente, poco a poco me acerqué a su puerta y toqué tímidamente. En pocos segundos esta se abrió dejando ver a un Asthon con el dorso medio descubierto con un pantalón de mezclilla. Me quedé viéndolo embobada.
—Por favor pasa—me invitó amablemente—.¿Quieres algo de beber?—preguntó colocándose a mi lado.
Me puse nerviosa ante su cercanía.
—No gracias—conteste tartamudeando, me maldije a mi misma por estar tan nerviosa frente a él.
De repente él se colocó detrás de mi, sentí su respiración cerca de mi oreja izquierda. Tragué en seco ante su acción.
—Estas un poco tensa—me dijo —. No te preocupes tengo algo Para ayudarte a quitarte el nerviosismo y seguir el juego—complementó colocando un pañuelo alrededor de mis ojos—. Sin la vista podrás disfrutar por completo el placer que te daré y como te lo he mencionado en la nota: me suplicaras que te bese hasta hacerte mía—dijo está vez besando mi cuello, eso hizo que me estremeciera por completo—¿Estas lista?—preguntó de nuevo.
Sus palabras solo provocaron que la adrenalina y el placer recorrieran cada poro de mi cuerpo.
—Si—afirme dejando a un lado todas mis dudas y miedos. Estaba dispuesta a dejarme llevar por el momento.
Luego de vendarme los ojos, quitó el cierre de mi vestido, este cayó al suelo donde solo me había quedado con las bragas puestas, ya que sostén no llevaba. Me sentía nerviosa, ya que no miraba nada con el pañuelo. Luego me tomó de la mano y me mostró con el tacto una mesa de vidrio, si mi memoria no me fallaba era la misma donde lo había visto follar. Tragué en seco ante esos recuerdos.
—Recuéstate y déjate llevar—me dijo Asthon.
Hice lo que me pidió, me recosté sobre la mesa la cual era amplia y horizontal, ya que mi cuerpo encajaba casi a la perfección, me pregunte mentalmente cuántas veces este objeto había sido utilizado para este tipo de cosas. A pesar que estaba prácticamente con un desconocido, la excitación era mayor. En ese momento sentí cuando me quitó las bragas, luego pude sentir sus respiración en mí pecho, luego sentí sus labios besando mis senos, de uno pasó al otro, después los mordió para luego jalarlos exquisitamente. Gemí por el placer que mi cuerpo recibía, comencé a sentir mi coño demasiado húmedo y contraído, mis pezones eras mordidos y lamidos de una manera extraordinaria que provocaba que me mojara cada vez más. Luego Asthon fue bajando por mí abdomen dejando besos por su camino, luego tomó con sus manos mis piernas dónde las beso, luego se acercó a mí vientre, me estremecí cuando sentí sus besos tan cerca de mí coño.
—Ya puedes quitarte el pañuelo, necesito que me mires cuando devore tu rico coño—me ordenó en un tono dominante, mientras abría más mis piernas.
Nerviosamente y excitantemente me quité el pañuelo, encontrándome con un Asthon mostrando su cuerpo ejercitado completamente desnudo y con la polla dura visible. Me mordí levemente el labio inferior con solo imaginarme su polla dentro de mi. Él comenzó a chupar mí clítoris suavemente, luego jaló mis labios vaginales para después chupar de nuevo mí coño, pero esta vez con un ritmo acelerado, me sentía demasiado húmeda y excitada, no creía que duraría tanto tiempo sin correrme. Sin embargo, de repente se detuvo. Vi cuando se alejó de mí para acercarse a un frasco que tenía sobre un estante, saco un condón y se lo puso, luego tomó mis piernas y me jaló hacia él. Después tomó su propia polla y lo puso en la entrada de mí coño—.¿Lo quieres?—me preguntó refiriéndose a su polla.
—Si—respondí con la voz excitada.
Después de mí respuesta, tomó mí mano y me levantó de golpe, quedé sentada sobre la mesa, él se acomodó entre mis piernas quedando siempre de pie, nuestros rostros estaban a pocos centímetros, lo que provocó que nuestros labios casi se tocaran, su acción me había sorprendido.
— Primero deberás suplicarme que te bese—me dijo acercando su dura polla en la entrada de mí v****a, como si quisiera torturarme. Esa sensación fue maravillosa, lo deseaba con desesperación, necesitaba que me follara al instante—.Dilo—pronunció de nuevo recordándome lo que debía decir.
La excitación estaba al máximo y el placer también, así que dije lo que él quería escuchar.
—Bésame, Asthon Moore—le dije casi en un susurro realmente excitada.
Él simplemente sonrió satisfecho, en ese instante me follo duro, lo que provocó que gritará aun con más fuerza de placer. La mesa temblaba y se movía ante sus embestidas, sus penetraciones eran tan deliciosas que me sentía en otro mundo. No pasó mucho tiempo cuando me corrí placenteramente; sin embargo, él no me dejaba de follarme, claramente tenía más resistencia que yo. Luego me pidió que me levantara de la mesa y que me pusiera de espalda, le hice caso, me apoye con las manos sobre ella y abrí de nuevo mis piernas. Él comenzó de nuevo a follarme está vez haciendo penetraciones más profundas y pausadas, mientras que con su mano masajeaba mi clítoris. No pasó mucho tiempo cuando de nuevo el placer creció dentro de mi. De repente quitó su mano de mi clítoris para chuparse los dedos con mis juegos.
—No solo tu coño es delicioso sino todo de ti—pronunció en un tono excitante—.Córrete de nuevo para mi —me dijo mientras me follaba duro. Sus embestidas tenían un ritmo perfecto, mí coño estaba más húmedo, y el deseo se expandía por mí cuerpo. Sentí mis paredes contraerse de nuevo por otro orgasmo que estaba experimentando en ese instante, cuando terminé lo escuché quejarse levemente, él al parecer también se había corrido. Me sentía algo cansada, pero satisfecha como nunca antes. Poco después caí a la realidad comencé a vestirme, cuando terminé lo observé; él ya estaba vestido con su pantalón de mezclilla mostrando su tórax, luego se dirigió a la cocina para servirse un trago
—.¿Quieres uno?—me volvió a preguntar.
—No, así estoy bien—respondí—.Debo irme, gracias por la invitación— le dije apenada, quería salir corriendo, ya en ese momento se me había pasado el valor.
Ni siquiera espere que dijera algo mas, simplemente salí del departamento apresuradamente. Cuando llegue al mío cerré la puerta, estaba sorprendida de muchas maneras, no podía creer que había caído en su juego, y lo peor de todo es que logró que le suplicara para que me besará para follarme, pero no lo culpaba, ya que esos instantes con él había valido la pena.