Romance en luna nueva

¡Hay dolores irreparables!

¡Hay dolores irreparables!

Sophie regreso al trabajo tratando de simular que no había pasado nada entre ella y Dean, que él fuera el hijo de su jefe, le costaba sobrellevar las cosas. Sin embargo, era algo que debía hacer, en la costa no tenía más opción, ese día había trabajado duro, era un día caluroso, afortunadamente para ella, Dean no se había acercado en todo el día, por un momento se imaginó que todo se había quedado hasta ahí.

Sophie estaba cerrando el local, se quitó el abrigo que llevaba puesto y lo ató a su bolso, se recogió el cabello, y arranco para su casa, las calles estaban solas y a pesar de que trabajaba a unas pocas cuadras cerca de su cabaña, debía caminar por un sendero un poco solitario; especialmente esa noche tenía un mal presentimiento, ojeaba hacia los lados, se sentía perseguida, pero no veía nada, empezó a sentir un miedo inexplicable.

De repente por su espalda, un hombre se acercó y con un pañuelo tapo su boca, haciendo que ella absorbiera un liquido que la dejo inconsciente. Sophie de inmediato se desmayó.

Cuando se despertó, estaba amarrada a una cama, a su alrededor había tres hombres, todos más jóvenes que ella, entre ellos estaba Dean.

“¿Qué creíste? ¿Qué ibas a escapar de mi así tan fácil? ¡estas equivocada pequeña Sophie” ella empezó a moverse desesperada, una lágrima corrió por su mejilla

“No me hagas nada por favor, Dean, piensa en que puedes irte a la cárcel por favor”

Los tres hombres se vieron entre sí, se reían y se burlaban en la cara de Sophie.

“Soy el hijo de uno de los hombres más pudientes de esta costa, ¿crees que pueden hacerme algo? Por supuesto que no querida, más bien, vamos a disfrutar de ese cuerpo que tanto está esperando por nosotros”

“No, no, ¿Qué me van a hacer? No”

Dean comenzó a desnuda a Sophie delante de sus otros amigos, quienes estaba excitados por la situación, todos la miraban con deseo y obscenidad, no valían ni las lágrimas y mucho menos las súplicas que ella les decía, lo contrario, parecía que eso aumentaba mucho más su deseo.

“Se los pido por favor, no me hagan daño”

“No te vamos a dejar ir, eres nuestra” Dean arrancó con furia su pantalón, y pasó su nariz por en medio de las piernas de la pobre Sophie, quien con asco prefirió no mirar como estaba siendo abusada por ese vil hombre, de repente ella como podía moverse comenzó a lanzarle golpes, logrando darle uno en el labio, haciendo que la sangre le corriera.

“¡Eres una maldita perra! Dean se abalanzó sobre ella, y le dio un fuerte golpe en rostro, rompiendo su boca y dejándola casi que inconsciente.

Los tres hombres comenzaron a ultrajar a Sophie, haciendo con ella cualquier tipo de cosas, ella trató de defenderse como pudo, pero para una mujer sola e indefensa, la sola idea de defenderse se convierte en una fantasía.

Dean se quedó viéndola, despues de que sus amigos la habían tocado por todos lados, aun él no la habia hecho suya, pero estaba completamente deseoso por estar sobre ella. Pero también disfrutaba verla golpeada y débil, ella se había resistido todo el tiempo a su abuso, así que entre los tres hombres la habían golpeado en su rostro y en su cuerpo, dejándole grandes marcas, provocando mucho dolor solo.

“Sophie, yo pedí de buena manera que fueras mi mujer, pero fue más grande tu orgullo y dignidad, y a mi ninguna mujer me dice que no” Dean se hizo encima de Sophie, le hizo una señal para que sus dos amigos salieran de la habitación dejándolo solo con ella.

“No me hagas más daño por favor” la voz apagada de Sophie le suplicó un poco de clemencia, pero alimentaba aún más a Dean.

Quien, sin ningún tipo de compasión, con su dura virilidad, la penetro acabando por completo con su inocencia, Sophie gritó despavorida, mientras que Dean al darse cuenta de que la estaba despojando de su virginidad, se llenó de más euforia, y no controló su emoción, incrementó su fuerza, y la poseía aún con más rudeza.

Los gritos de Sophie comenzaron a invadir la habitación, mientras que Dean no paraba de hacerle daño, ella no supo ni siquiera cuantos minutos el paso sobre ella, pero fueron eternos, así como el dolor que estaba teniendo al sentir cada uno de sus movimiento dentro de su ser.

Eran desgarradores los dolores, estaba atada, y por poco se ahogaba con su propia saliva, luego de que Dean terminó satisfecho, una mancha de sangre invadió la cama, golpeó nuevamente a Sophie y le dio paso a que sus otros dos compañeros hicieran con ella lo que quisieron.

En medio del llanto y la desolación, la pobre Sophie jamás imaginó que perdería la virginidad de tal forma tan atroz y desconsiderada, el sueño de toda mujer se había convertido en una pesadilla, y ni siquiera sabía si iba a salir con vida de todo eso, en su cabeza solo rondaba la imagen de los pocos momentos felices que pasaron por su vida, cuando era tan solo una niña y estaba con su madre, inclusive los pocos que pasó al lado del hombre había jurado protegerla, pero que en ese instante no estaba a su lado; y ella estaba ahí, condenada a la muerte, sumergida en medio de tres bestias, que solamente habían satisfechos sus necesidades más mundanas destrozando su dignidad, y su corazón.

“Dean amigo ¿Qué haremos con ella después de esto? Si la dejamos con vida, posiblemente nos denuncie ante la policía” Uno de los amigos de Dean le preguntó con preocupación.

“Lo sé, pero es que ella no tiene que salir viva de aquí, además no me lo niegue, fue todo un manjar, haremos como con las otras, simplemente la echaremos al pozo y ya está, ella es una simple forastera que no tiene familia y nadie preguntara por ella”.

“¿Estás seguro amigo?”

“Más que seguro, solamente quería eso de ella, además se lo merece, inclusive llegó a gustarme mucho más, pero la muy idiota no quiso aceptarme como algo más en su vida, entonces ya ni siquiera eso tendrá”

Los tres hombre se rieron entre sí, pero con lo que no contaban era que el vampiro, a pesar de estar tan lejos, estaba divisando todo, que, aunque no lo pudo impedir por la distancia, estaba buscando la forma de llegar hasta allí y cobrar venganza antes del amanecer, Valentín no sabía exactamente que le había pasado a Sophie, pero pudo detectar su dolor hasta Charleston, sabía que ella estaba en peligro y así le costara la vida, iría por ella.