Sophie abrió los ojos con dificultad, no recordaba de inmediato que era lo que había sucedido, sintió un fuerte dolor de cabeza, la luz de una lámpara sobre su cabeza destello sus ojos, dificultando aún más volver en conciencia. “¿Cómo te sientes preciosa?” Una voz gruesa, pero con un tono cariñoso, le habló a su oído. Ella se sobresaltó al ver a quien tenía al frente. “¿qué estás haciendo aquí?” le preguntó incrédula al verlo. “Te llame por mucho tiempo a tu número de teléfono, pero nadie me contestó, insistí de nuevo y una enfermera fue quien atendió la llamada, me contó lo que pasó con tu madre, y pues bueno, viaje desde Charleston para venir a hacerme cargo de ti” Sophie sintió como su respiración se entrecortó, Valentín estaba ahí delante de ella, era como un sueño, jamás se