Ya era tarde para Valentín y Sophie regresar a Charleston, así que tuvieron que esperar el tren que salía al día siguiente. Mientras tanto en Charleston, la luz comenzaba a ocultarse en el horizonte, Elian estaba terminando su turno de trabajo en la factoría, lejos estaba de imaginarse lo que se avecinaba, unos gritos de pánico alertaron a las personas que trabajaban en los primeros pisos. Una parte de la manada de los lobos feroces que había amenazado con invadir la ciudad se estaba acercando, destruyendo consigo todo a su paso, ya habían asesinado a unas cuantas personas que vivían a los alrededores de Charleston. Muchos de los habitantes se escondieron en sus casas, muchos sabían que esto algún día pasaría y buscaron resguardo en unos improvisados refugios. Hacia más de veinte años