Ella también está obsesionada con el vampiro

1053 Words
En su lugar, Brenda estaba haciendo hasta lo imposible por poder conquistar el amor de Valentín, estaba planeando la forma de llegar a él y ser suya de nuevo, pero no solo eso, formalizar lo que ya habían comenzado. Así que, en un estilo muy seductor, se vistió con un hermoso vestido de color oscuro que resaltaba sus curvas, ceñido a su cuerpo, un maquillaje bastante llamativo, sus labios rojos, y unos tacones altos, se colocó un abrigo abierto que dejaba ver como iba vestida y en poco tiempo despues tocó la puerta de los Von Strudel. Lea fue quien abrió, y al verla, sintió como un punzada se lavó dentro de su pecho, era como si el mal se hubiera presentado a su puerta. “¿Quién eres tú? ¿y qué vienes a hacer en mi casa?” Brenda la miró de arriba abajo, y le esbozo una leve sonrisa con la comisura de sus labios. “Me imagino que tu debes ser lea, la hermana mayor de Valentín, he venido porque quiero hablar con tu hermano, me llamo Brenda Willys, soy amiga de él.” “Pues no creo que él tenga una amiga como tú, así que sugiero que te largue” Lea le mostró sus afilados dientes y le hizo un gesto de disgusto. “Podrías preguntarle querida cuñadita, de ahora en adelante yo seré parte de esta familia” Lea negó con la cabeza confundida, y más cuando su hermano estaba parado detrás de ella. “Si Lea, ella es mi amiga” la gruesa voz de Valentín le replicó a sus espaldas “¿Qué? Valentín debemos hablar un momento a solas” “No es necesario hablar, no tenemos nada de qué hablar, de ahora en adelante no tengo porqué consultar todas mis decisiones con ustedes lea, y esta es mi casa al igual que de ustedes” Lea apretó los dientes y los puños de sus mano, si Sophie no le traía un buen presentimiento, la mujer que estaba frente a ellos, mucho menos, ella le daba una muy mala espina, sin embargo atendiendo a la solicitud de su hermano, se adentro dejándolos a solas. “¿Qué estás haciendo aquí Brenda?” “Vine a verte, n o contestas mis llamadas, parece que el teléfono inteligente no es lo tuyo, además tampoco hemos hablado de nuevo desde la noche que fui enteramente tuya Valentín, y la verdad es que te extraño demasiado” Brenda se abalanzó al cuello de Valentín, se quedó mirándolo profundamente y sin pensarlo dos veces, empezó a besarlo apasionado, Valentín no comprendía la razón del porque no podía resistirse a lo que ella le estaba haciendo, e inexplicablemente le siguió el juego. Él tomó su rostro a dos manos y comenzó a devorar su boca con su lengua y los besos se fueron convirtiendo en apasionadas caricias, se fueron hacia dentro del umbral de la mansión, y era como si una malévola fuerza atrapara a Valentín a seguir besándola. La botó sobre un gran sofá, y comenzó a quitarle la ropa, sin ni siquiera importarle en el lugar en el que estaban, era como si estuviera poseído por el deseo de estar con ella. De repente Morgan carraspeo su garganta, deteniendo a Valentín, que avergonzado cayó en si de nuevo y le coloco la ropa a Brenda, quien apenas se carcajeaba por lo que estaba pasando. “ Valentín debemos hablar de inmediato” Morgan le dijo a su hijo con una voz firme “¿De que tenemos que hablar padre? Esta tambien es mi casa” “Claro que tambien es tu casa, pero quién manda aquí soy yo y he hablado con Lea y me ha dicho algo muy importante, y de nuevo no voy a poner en riesgo a mi familia por tus deseos carnales así que de inmediato debemos hablar” “No voy a hablar contigo y menos de la cantidad de estupideces que dice mi hermana, no importa lo que ella tenga para decirme de ahora en adelante voy a estar con Brenda, te guste a ti o no le guste a nadie, n o me importa” Valentín tomó a Brenda de la mano y se la llevó fuera de la mansión, mientras que ella sonreía como si se hubiera ganado el mayor de los premios, logrando así su cometido. “Gracias por defenderme mi amor, yo sabía que estarías conmigo” “Inexplicablemente quiero estar contigo, tienes una fuerza que me atrae, pero no estoy enamorado de ti, es solo un deseo s****l que no puedo controlar, y espero que me perdones por eso, porque en realidad no quiero hacerte daño Brenda” “No me haces daño en ninguna medida Valentín, soy la mujer más feliz del mundo al ser tu más grande deseo, quiero estar a tu lado y ser tu mujer, te adoro” Ella de nuevo se abalanzó a su cuello y se besan apasionados, Valentín la llevó de la mano hasta su auto y condujo hasta su cabaña, en donde había tenido a Sophie las veces anteriores, ni siquiera terminaron de llegar, cuando él salvajemente arrancó el vestido de Brenda, se quitó su ropa y quedaron completamente desnudos uno frente al otro, él la miraba con deseo, con ansias con necesidad, mientras que ella, se abría completamente para él. Él bruscamente la puso contra la pared, y comenzó a besarla, sus manos acariciaban todo su cuerpo, pero el deseo que sentía por ella, era muy oscuro, no era lo mismo que sentía cuando estaba con Sophie, todo lo contrario, en esta oportunidad solamente sentía pasión desenfrenada. Ni siquiera tuvo necesidad de acariciarla más cuando de repente, la estaba haciendo suya, sus gemidos eran feroces, y la forma de penetrarla era inclemente, mientras que las uñas de Brenda se perforaban en la espalda de Valentín, él estaba completamente hechizado de lujuria y de placer, cada vez acercaba más sus dientes al cuello de Brenda, con el profundo deseo de chuparla por completo. Cuando se derramó dentro de ella, ella le acerco su piel con la intención de que él la mordiera para convertirla en vampiro, pero él volvió en sí y no lo hizo, no en ese instante, su respiración agitada ni siquiera le permitía pensar bien.
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