Realmente creía que conocía a Alessandro por completo, pero hoy me he dado cuenta que no es así, hoy he descubierto que cuando él quiere puede ser misterioso y eso no sé si me guste tanto. Desde que han muerto mis padres los misterios me dan miedo porque ya no sé con qué más pueda llegar a encontrarme en esta vida que por momentos siento que no es la mía, ya que no se parece en nada a quien yo era en San Francisco. A él esta situación parece divertirle porque lleva una estúpida sonrisa tatuada en su rostro que no se le ha quitado desde que hemos estado almorzando el día de hoy y en verdad siento que me estoy perdiendo parte de la broma o quizás soy yo su broma y no me lo quiere decir. Bajo del auto sin decirle una sola palabra y de la misma manera voy y entro a la casa para saludar Eliza