El día de hoy fue uno muy intenso, pero no acaba aquí, hoy es noche de ópera, y llevo dos horas arreglándome para la ocasión. Mi cabello está recogido, mi maquillaje es sutil para acompañar el vestido largo color n***o y con un pronunciado tajo en la pierna. Me miro al espejo una vez más y no encuentro a aquella Valentina simple e insulsa por ninguna parte. Frente a mi encuentro una mujer elegante, y con gran estilo. Busco mi pequeño bolso, y salgo de la habitación para poder bajar al salón donde de seguro ya me espera Alessandro. Bajo lentamente la escalera hasta que llego al último peldaño y me detengo. Él me mira de manera intensa y sonríe para después extender su mano, y yo con mis nervios a flor de piel la acepto para así terminar de bajar —te ves increíble. — me dice mientras que