Estoy acostada boca abajo en esta cama donde hice el amor por primera vez y aun puedo sentir sus dedos rozándome a pesar de que no está a mi lado porque se fue a buscar algo de comer. No encuentro las palabras para describir todo lo que me pasa por dentro. Quisiera gritarle al mundo entero lo feliz que soy, pero sé que aún no es momento de que nadie sepa lo nuestro. —Principessa.— lo escucho decir y al darme la vuelta para verlo, me quedo sin aliento. Solo lleva su bóxer puesto y camina hacia la cama con una bandeja con comida. Lo observo de pies a cabeza con gran detenimiento y debo admitir que la manera en que su cabello se ha desordenado a causa de cómo enrede mis dedos en el, lo hacen ver demasiado sexy. Me sonríe, se sube a la cama de rodillas, y deja la bandeja a un lado para lueg