Perfecto desastre

Capítulo 7: Confesiones sinceras.

Capítulo 7: Confesiones sinceras.

"Vuelvo a encontrarte y haré de todo para no soltarte" - Punto y aparte, Morat.

Mi abuela me había llamado para que fuera un momento donde ella, así que deje de hablar con Sara para buscar a mi abuela para que me dijera que era lo que necesitaba.

Mientras bajaba las escaleras mi cara de felicidad no tenía como esconderse y más cuando ella me había mandado ese pedazo de audio, cantando una canción; había sido tan especial aunque lo hubiera sido más si no hubieran sido precisamente esas palabras,

Habían dolido un poco pero sabía porque lo decía, yo no había sido sincero con mis sentimientos y de verdad tenía que hacerlo; tenía que decir la verdad aunque me arriesgue un poco. Aunque escuchar su voz cantando siempre era un placer.

Habían dos opciones o salgo con Sara o terminó todo con ella y eso dependía únicamente de mi bonita, de ella, porque por mi parte Yo estaba muy dispuesto a empezar algo con Sara.

Si, tenía demasiado miedo de verla en persona y que me viera cojeando y se fuera al instante al verme así, aunque también existía la posibilidad de que a Sara no le importara pero yo ya tenía tanto miedo de soltar la verdad que no sabía cómo decirle.

El martes de la siguiente semana tenía cita para tomar una radiografía, Camila me había aconsejado que lo hiciera al menos una semana antes o menos de mi cita con el ortopedista para que él pudiera ver una radiografía reciente y encontrará el causante de mi dolor. Así estaba un paso más cerca de encontrar mi problema, hallarle una solución y acabar con cada momento de dolor.

Al llegar donde mi abuela ella ya estaba lista para salir, se veía muy bonita y muy bien arreglada así que definitivamente no me cupo duda ella, o ya se había hecho novia de señor, del cual había olvidado su nombre, o estaba por conquistarlo.

— Hola abue, ¿para qué me necesitas?

— Pedí unas cositas a la tienda pero no me han llegado y necesito que estés pendiente de eso y los guardés en la nevera porque son cosas que se dañan muy fáciles. - mi abuela se está poniendo los aretes frente al espejo que había en toda la sala era un espejo de cuerpo completo y ella estaba allí arreglándose.

— ¿y qué cosas son? — pregunté apoyando mi cuerpo en la pared, mientras la observaba.

— Unas legumbres, solo es ese pedido, necesito que las guardés en la nevera solamente

— Ah ya, pensé que eran otras cosas no comida.

— No, son solo algunas verduras y cuando llegue el pedido, te haces algo de comer ¿Bueno? porque hoy no hay almuerzo en esta casa, tu mamá se fue y el pedido no llego para hacer almuerzo y no sé hasta qué horas lo hará, y yo no creo que venga hoy a casa.

— ¿perdón? Abuela cómo que no van a venir hoy?

Apenas hoy nos hablaste de ese señor y ya vas a pasar la noche con él!

— Por eso mismo les conté está mañana, para que no pusieran el grito en el cielo, pensé que era tu mamá la que iba a hacer eso, no tu.

— Pero abuela, a mí no me gusta nada eso. ¿Cómo vas a pasar la noche con un desconocido??

— No es ningún desconocido.

— pues para mamá y para mí sí lo es, y no creo que ella esté muy contenta si se entera de esto.

— Pues entonces llámala y dile que me voy, a ver si entre ustedes dos me amarran a la cama.

— Ay, abuela. No seas dramática, nadie está diciendo que no te vamos a dejar salir. Yo solo digo que me da miedo, no confío en nadie que no conozca bien. Y hasta que no traigas a ese señor a esta casa yo no me quedaré en paz.

— ¿Estarás más tranquilo si te dejo el número de su casa?

— No, me dejas más tranquilo si me das la dirección, para llamarte te llamo a tu teléfono, pero si pasa algo ya sabría dónde encontrarte con la policía.

— Eres tan exagerado como tú mamá.— ella bufo exasperada mientras buscaba algo en su bolso.

— Porque me preocupo por ti abuela, si fuera un mal nieto ni siquiera me preocuparía en saber con quién vas a salir

— No te preocupes tanto cariño, acá tienes la dirección — me pasó un papel con su dirección

— Bueno cuídate mucho y me llamas si llega a pasar algo malo con ese señor, pero por favor prométeme que lo harás.

— Sí mi niño no te preocupes, yo lo hago.

— Bueno abuelita te me cuidas mucho.

— Claro que sí mi niño, no te preocupes por mí y come algo, pero en serio, come algo por favor no me quedo mucho tiempo para prepararte nada, pero tienes mucha comida en la nevera para preparar algo o en cualquier parte llamas otro domicilio o haz cualquier cosa pero come algo antes de ir a trabajar.

— Si abuela, Yo igual ya no tengo que ir a trabajar porque me cambié el turno con otro compañero entonces luego repongo el turno.

— ah bueno mejor, así descansas de la trasnochada de anoche. ¿y ya acabaste organizar, dónde está mis vasos algunos se rompió?

— pero no tengo sueño quizás más tarde voy a dormir, ya los baje, ya están lavaditos y ninguno se murió.

— me alegra saber eso, bueno entonces ya me voy cualquier cosa me llamas a mi o a tu mamá o a la policía, yo me llevó a Pegaso porque va a ir a conocer a sus nuevas hermanas.

Mire hacia el piso donde estaba Pegasso mi abuela le estaba colocando la cadena y tenía una pañoleta en su cuello muy bonita y estaba muy perfumado, él iba a conseguir novia como mi abuela.

— Adiós amor, nos vemos después.

— Abue, ¿Cuántos días te quedas allá?

— Solo está noche, mañana vuelvo.

— Bueno, te estaré esperando.

— Bueno.

Vi como mi abuela tomaba las llaves de la mesa auxiliar que estaba junto a la puerta y salía junto con Pegaso para dirigirse a la casa de su novio o lo que fuera que sea ese señor de ella.

Tomé el teléfono fijo y llame al celular de mi mamá. Me respondió al tercer turno.

— ¿Aló?

— Hola mamá soy yo.

— Hola hijo, ¿qué pasó?

— Mi abuela se fue la casa y que no viene hasta la otra semana.

Amaba hacerle bromas a mí mamá, como no, hacerle bromas a mi mamá era una cosa para gozar todo el día y más cuando se trata de mi abuela ella, siempre trata de cuidarla mucho pero mi abuela era una rebelde sin causa y siempre se salía con la suya y se iba para algún lugar por varios días. No era la primera vez que pasaba la noche fuera de casa pero antes lo había hecho con sus amigas abuelas o sus amigas viejas. Cómo sea.

Pero era la primera vez que mi abuela iba a pasar la noche con un hombre o al menos que me contara y a mí se me hacía demasiado gracioso todo lo que está pasando pero sin embargo tenía muchos nervios de que algo malo Le fuera a pasar.

— David de qué estás hablando como que mamá se fue hasta la otra semana?!

— Pues sí dijo que se iba a ir a vivir con ese señor.

trata de ocultar la risa que estaba que se me salía pero fue inevitable y me carcajee en todo el teléfono.

— ay David eres tan fastidioso, cuando te vea te voy a pegar unas palmadas bien fuertes, no me vuelvas a hacer una cosa de estás en la vida que sabes qué mamá es hipertensa y tiene que mantener sus pastillas y ella nunca las carga a ningún lado, ve a revisar si se las llevó.

Hice caso a mi mamá y me adentre a la alcoba de mi abuela sabía dónde tenía sus pastillas porque muchas veces yo se las tenía que dar así que de ahí no se movían para ningún lado siempre estaban en su tocador en el primer cajón, el cajón de los medicamentos y siempre todo iba a estar ahí.

Por lo general el medicamento le llegaba cada semana así que ya le debía de quedar una pastilla y una caja nueva porque le llega todos los sábados muy cumplidamente, O sea que el día de ayer le tuvo que llegar una caja.

cuando abrí el cajón vi con horror como la caja estaba ahí y cuando abrí un poco más el cajón, todas las pastillas estaban justo ahí dentro; mi abuela no se había llevado sus pastillas y si en la mañana no se toma una por la noche iba a estar muy mal. Ya nos había pegado muchos sustos con sus subidas de presión repentinas.

Mire mi ropa, tenía una pantaloneta y una camiseta básica. junto a la cocina tenía los tenis que me había quitado el día de ayer, gracias a Dios erá desorganizado y no me toca subir a mi pieza a buscar unos, así que rápidamente me puse esos que habían allí, inmediatamente me los puse tomé las llaves de la mesa, en mi otra mano tenía las pastillas de mi abuela y salí corriendo a ver si la encontraba en alguna parte del barrio, quizás no estaba muy lejos.

Esperaba que mi mamá hubiera colgado la llamada porque estoy seguro de que yo dejé el teléfono descolgado por mi mente no pasa ningún escena yo haya puesto el teléfono en su sitio.

Ya llevaba dos cuadras corriendo y mi rodilla empezaba a doler un poco y por ningún lado veía rastros de mi abuela.

Tenía la esperanza de que Pegaso se hubiera quedado haciendo sus necesidades y mi abuela haya tenido que parar con él, pero al parecer no había sido así.

Pare un momento a tomar aire, desde que había dejado el fútbol mi físico ya no era el mismo así que ya me estaba cansando fácilmente.

Justo en ese momento recordé a Sara, ¡por Dios la había dejado hablando sola! ojalá no estuviera pensando nada malo, ahorita llego a casa y le explico todo lo que había pasado, pero lo importante en este momento en encontrar a mi abuela.

Cómo había dejado mi teléfono en alcoba no tenía como comunicarme con mi abuela porque no me sabía el número de ella de memoria pero recordé que tenía la dirección de aquel señor en el bolsillo de mi pantaloneta así que ya sabía Cómo llegar a mi abuela.

Saqué el papel de mi bolsillo y leí la dirección, por el número de la calle no estaba tan lejos pero yo no era bueno encontrando una casa guiandome por el número; pero hoy va a ser la excepción y tenía que aprender sí o sí a buscar una dirección de esta manera.

Caminé durante 3 cuadras más pero cómo me sentía muy perdido pare en una tienda a pedirle ayuda a un señor que me imagino era el dueño de ese lugar.

El amable señor me dió las indicaciones para llegar a la dirección escrita en el papel, solo debía caminar una cuadra derecho y girar a la izquierda. Ya estaba muy cerca.

Al llegar pude ver qué era un conjunto de apartamentos pequeños, no tendría más de 3 bloques y cada bloque era de cinco pisos.

Ahora había un problema, sólo tenía la dirección de los edificios pero no de la dirección de la casa o el número de la puerta, no sabía cuál era y mucho menos me acordaba del nombre de señor ¿que iba a hacer ahora?

Cuando llegué a la portería hablé con el hombre de seguridad, le expliqué que no sabía qué número de la casa era, y mucho menos sabía cómo se llamaba el señor, pero que mi abuela había salido a encontrarse con él. Le dije lo único que sabía, que el señor tenía dos perros era viudo y había sido militar.

— ah sí ya sé de quién me habla, ¿para que lo necesita?

— Mi abuela va a pasar la noche en la casa de él y no trabajo sus medicamentos yo se los traje. Necesito dárselos.

— Bueno pues las puedes dejar aquí conmigo porque ellos no están, tu abuela no ha llegado acá y don Miguel salió, me imagino que encontrarse con ella, quizás vuelvan en la noche así que si quieres me dejas a mí el medicamento, que yo se las hago llegar.

—¿está seguro, no se le va olvidar?

— Tranquilo le doy mi palabra de que lo voy a hacer, si quiere le doy el número de aquí de portería para que me llame para saber si ya llegaron y para que usted este seguro de que yo si le entregué el medicamento.

— está bien, Con eso me deja más tranquilo.

— Bueno pues aquí tiene.

Lo ví escribir en un papel pequeño que al poco rato me pasó con el número del edificio allí escrito.

Le di las gracias y le pase la caja de medicamentos; volvería a casa e igualmente sacaría el número de mi abuela para llamarla y avisarle de que los medicamentos estaban en portería.

Camine de nuevo las mismas ocho cuadras para volver a mi casa muy lentamente esta ves y no corriendo, porque la rodilla estaba resintiendo todo el peso de la caminada así que cuando llegué me sente un momentico a descansar pero antes saqué una bolsa de hielo y me la puse en la rodilla que indudablemente ya está inflamada.

Dure más de unos 15 minutos con hielo en la rodilla, no quería tomarme una pastilla porque como ya dicho, no quería volverme adicto a ellas tenía que enfrentar mi dolor sin nada más.

Después de pasados unos minutos preparé algo rápido para comer de verdad no tenía muchas ganas de hacerlo así que solamente me hice un sándwich rápidamente.

Después de comer subí a mi habitación y toma el celular para responder porque hacía bastante tiempo que la había dejado hablando sola.

Sara: ¿Qué? JAJAJAJAJA, a ver cuentame mas.

Yo: pues entonces resulta que mi abuela cuando salía con Pegasso al parque conocio a un señor y como que ahora son novios y justo ahora ella se fue para la casa de él, bueno salió con él pero esta noche va a dormir con él.

Sara: vaya no sabía que las abuelitas aun hacían eso. Envío el emoji del mono tapando los ojos.

Rei de la respuesta de Sara ella era tan inocente.

Yo: ¿hacían que Sara?, dilo

Sara: Oye no me pongas a decir esas cosas, sabes qué me incomodan.

Yo: Bueno pero es que tú eres malpensada, yo solo dije dormir. — Ella se sonrojo pero no dijo nada — ¿Te puedo preguntar algo?

Sara: ¿Que quieres saber?

Yo: Pero por favor no te ofendas, si no quieres solo no respondas y ya.

Sara: Vale...

P.O.V SARA.

Sabía lo que David quería preguntar, porque yo también quería saber de él quería saber si había tenido alguna aventura con alguna chica pero en especial con la chica de la foto de i********: y si él iniciaba el tema era mejor para mí.

David: ¿Has besado a algún chico o incluso más?

¡BINGO! Ahí estaba la pregunta que quería, ahora sí podía empezar a preguntar sin miedo a que fuera incómodo.

Yo: Te cuento todo si tú me lo dices primero, pero con mucha sinceridad.

David: Oye, eso no es justo bonita.

Amaba cuando David me decía bonita, de verdad me lo creía. Yo no tenía muchos problemas de autoestima pero que el chico que me gustaba me dijera que era bonita me hacía sentir especial y mucho más bonita de lo que ya me sentía.

Empezó a decirme así después de nuestra primera videollamada, cuando él me vio eso fue lo primero que dijo y después ese era mi apodo.

David era un hombre muy tierno pero un poco misterioso muchas veces pensé mandarle ese programa catfish que presentaban hace muchos años, quería conocerlo. Y si él no se dejaba, tenía que buscarlo por mis propios medios.

David: te voy a ser sincero, cuando me dejaste de hablar, volví a abrir la aplicación de citas y conocí varias chicas y nos volvimos muy amigos; aún lo somos, salí con una de ellas, conocí a cuatro en total en la aplicación, solo conecté con 4. Pero de ellas solo conozco a dos.

Yo: dijiste que saliste con una, porque conoces a 2?

David: una de ellas es Camila es médica, bueno esta estudiando medicina y hace días tuve una cita médica y ella me atendió como practicante del doctor que me atendió ese día. ahí la conocí en persona ya habíamos hablado mucho por chat.

Yo: porque tuviste una cita médica, estás bien?

Vi como muchas veces los tres botoncitos se iban y volvían, se iban y volvían. Cómo si estuviera borrando todo lo que había escrito.

Hasta que al final escribio.

David: sólo el chequeo médico de todos los años.

Yo: Ah bueno, Me alegra entonces que estés bien, entonces, quién es la otra chica?

Por fin me había atrevido a preguntar, ahora necesitaba que me contara la verdad, por favor sólo rogaba que no hubiera tenido nada con ella, sólo eso deseaba, que no hubiera tenido ni un poquito de contacto sólo quería eso.

David: Perdóname, nos besamos, sólo nos hemos visto una vez. Se llama Alejandra fuimos a cine y cuando la lleve a su casa ella me besó le respondí el beso pero sólo como 5 segundos después tú llegaste a mis pensamientos y detuve todo.

Cuando leí eso no supe Cómo sentirme al respecto, o sea, la beso pero estaba pensando en mí y por eso se detuvo. ¿que le decía yo? al fin y al cabo no éramos nada y en ese tiempo ni siquiera estábamos hablando. ¿qué quería que hiciera?

Realmente no sabía cómo sentirme ante lo que me estaba contando. Me dolía claro que sí, no era fácil para mí saber que el chico que me gustaba estuvo con alguien más, así haya solo sido un beso de segundo, tenía celos y no los podía negar.

Pero siendo realistas, Yo ahí no pintaba nada. era la vida de él y si él quería podía besar a quién se le diera la gana hasta que quisiera conocerme y por el momento no le veía planes de eso.

Yo: ¿Ella te gusta?

David: No, ella no me gusta.

Yo: Pero te gustó, si no lo hubiera hecho no la hubieras besado.

David: Si, tienes razón. Ella me llegó a gustar un poco, pero muy poco, como que me parecía bonita y ya.

Con cada palabra que decía, mi corazón se iba rompiendo, doblando, quemando... no sé cuál era la palabra para escoger lo que sentía.

No sabía cuánto tiempo había pasado desde el mensaje de David, me había metido tanto en mis pensamientos qué otro mensaje nuevo me sacó de aquí.

David: Sara, me perdonas por eso?

Yo: David yo no tengo nada qué perdonarte, nosotros solamente somos amigos y puedes salir con las chicas que quieras y besarte o incluso más con ellas, yo no tengo nada que hacer ahí y no tienes porque pedirme perdón; realmente es tu vida y si tú quieres hacerlo Yo no soy nadie para impedirlo. Y jamás impediría que tú fueras feliz.

Sequé una lágrima que bajó de uno de mis ojos rodando por la mejilla. ¿qué más le puedo decir?. Yo lo quería y muchísimo, pero ante todo estaba la felicidad de él, aunque fuera con alguien más ¿quién era yo para impedirlo? para mí siempre sería mejor verlo feliz aunque no fuera yo la causante de su felicidad.

David: de verdad yo ya no siento nada por ella, todo fue cosa de semanas, días tu acababas dejarme de hablar y yo las conocí y no sabes cuántas veces las compare contigo pero imposible, nadie se compara a ti. Nadie te llega ni a los talones, tu eres más de lo que alguna vez quise.

Yo: no pongas de excusa que yo te haya dejado de hablar, si yo lo hice fue por ti y no por mí, esperé mucho tiempo que me hablaras y no lo hiciste. Y lo que más me duele no es que te hayas besado con ella. es el hecho de que haya salido con ella y conmigo nunca lo hiciste. Y estoy segura de que a ella no la conociste hace tanto tiempo como a mí y sin embargo yo que recibo de ti? ¡nada! Y eso David, es lo único que me duele sé y estoy segura de que si en este momento te pido salir me vas a decir que no ¿o me dirías que sí.?

David: No

Su respuesta cayó como un balde de hielo sobre mí. Él era increíble, no podía creer qué de nuevo se negara a conocerme, a salir conmigo, tenía demasiada rabia. David me confundía muchísimo porque hablaba muy lindo pero a la hora de actuar no hacía nada. Y eso ya me tenía cansada.

Yo: no puedo creer que a pesar de todo hagas eso, te fui sincera con respecto a cómo me sentía sabiendo de ella pero total sé que no tengo ningún derecho porque no soy nada de ti y ya me quedó muy claro. no quiero que dejemos de hablar, realmente no lo quiero, pero tú sabes lo que siento por ti y para mí no es fácil saber y ser consciente de que hay otra chica que también siente algo por ti. Y siento de que yo ya sobro acá, yo pensé en mis falsas ilusiones de que podíamos llegar a ser algo más que amigos.

»Pero como siempre me equivoqué y esa es una de las razones por las cuales nunca dejaré de ser una fracasada en la vida.

»Y para responder a tu pregunta de antes, no: yo no he salido, besado, visto o hablado con otros chicos porque mi mente siempre te tuvo a ti a pesar de todos los meses que hayan pasado sin hablarnos; tú siempre estabas ahí y aún estás. Y sé que estarás por demasiado tiempo.

»Pero realmente no sé cómo sacarte de mis pensamientos, aunque lo deseo con todas mis ganas, porque no deseo enamorarme yo sola, no deseo no ser correspondida. Es la primera vez que siento algo por un hombre y no quiero hacerlo sola para tener una experiencia fea y después no creer en el amor, yo quiero y sueño con algo real con un amor de película con un amor que no se esconda y que se deje ver ...

y yo siempre creí que eras tú pero si tú eres capaz de salir con otras chicas y no conmigo es mi señal de que tú no eres el chico para mí y espero que seas feliz con alguna de ellas o con otra pero de verdad deseo toda tu felicidad y que tengas mucho amor en la vida yo por mi parte seguiré siendo tu amiga y seré feliz y le daré gracias a Dios por tus logros mientras trato de quitarte de mi mente y de mi corazón y no vayas a decir nada que me impida hacerlo; porque la decisión ya está tomada y estoy segura porque yo cumplo mis metas de que te que te sacaré de mi vida y te juro que lo haré. Tarde o temprano lo haré.