Capítulo 6: Mensajes por instagram
"Que loco que podamos ver la misma luna y el mismo sol y no podamos mirarnos a los ojos" - Anónimo.
Después de enviar el mensaje tiré el celular a algún lugar de la cama, pero esta vez active el sonido de las notificaciones para estar pendiente por si me respondía el mensaje. Para no pensar tanto en ello empecé a ordenar mi habitación.
Me paré justo en la entrada y observe el panorama frente a mi, sin lugar a dudas era un desastre total ¿Eso que colgaba del tubo de la cortina eran unos de mis boxer? ¿Cómo llegaron allá?
¿Por donde tenía que empezar? Miré la cama, no estaba tan desordenada solo se tendía y listo, el escritorio estaba lleno de papeles, libros, vasos y ropa todo eso demasiado amontonado en mi pequeño escritorio.
Y por último miré el armario, estaba segurísimo de que estaba a punto de explotar, la puerta no cerraba del todo y tenía miedo de que al acercarme y abrir la puerta toda la ropa me cayera encima.
Sigilosamente me acerque al armario, era un armario de una sola puerta lo bastante alto que se podía en este cuarto, puse mi mano en la manija y delicadamente tiré de ella.
En efecto el armario hizo una especie de explosión y yo quedé lleno de ropa.
Esto es peor de lo que pensé que sería.
Empecé a escoger mi ropa, hoy iba a hacer una lavada para el mes, o bueno, al menos quince días. Empecé a tirar camisas sucias a un lado y pantalones a otro lado, las medias y la ropa interior las colocaba en otro lado.
Olía prenda por prenda y la iba tirando a la cama si olía bien y al piso si olía mal, cuando el armario quedó vacío sonreí con orgullo, ahora solo iba a doblar la ropa de la cama mientras ponía a lavar y a secar la otra parte de la ropa que estaba sucia. Cuando miré la cama solo ví un jean y dos camisetas básicas blancas ¿Y toda mi ropa?
Miré hacia el piso y obvio, toda mi ropa estaba ahí ¿Toda mi ropa estaba sucia? Me entró una especie de asco por mi mismo, debía de empezar hoy mismo mi desorden, no podía seguir así.
Recogí toda la ropa en una sábana que también estaba sucia la metí toda allí y amarré las puntas de la sabana creando una especie de bolsa con la sabana. Baje aquella gigante sabana para poner a lavar de una vez, creo que escuche a mi celular vibrar mientras bajaba la escalera pero no le puse atención.
Cuando llegué al lugar donde estaba la lavadora y la secadora deje la bolsa de sabana en el piso y la abrí, no era tan tonto, sabía que se tenía que escoger la ropa por color. Lo había aprendido después de haber mezclado mis camisas del colegio con un jean n***o y haber perdido esas camisas e ir al día siguiente al colegio en ropa.
Yo la tenía fácil porque la mayoría de mi ropa era blanca o negra, así que empecé escogiendo esos colores. Al final tenía tres montones de ropa: Uno blanco que era el más grande, seguido del n***o por muy poco y por último uno de color que no era mucho pero era suficiente para que al menos pudiera lavar toda mi ropa de color junta y no tener que meterla junto con la de mi mamá o mi abuela.
Fui a buscar en el cuarto de mi madre unas sábanas limpias y algún cubrecama no tan afeminado. Lo mejor que pude conseguir fue una sábana floreada pero conseguí un cubrelecho beige así que no importaba la sabana, total no se iba a ver.
Subí también la escoba y el recogedor, una bolsa para la basura, trapos para limpiar el polvo y ambientadores en spray.
Empecé recogiendo el escritorio, la ropa que antes se encontraba allí ahora hacía parte de alguna de las montañas que estaban junto o dentro de la lavadora.
Recogí todos los papeles que necesitaba y los que no los fui dejando a un lado para llevar al reciclaje de la unidad, otros papeles que estaban manchados con jugo si los boté a la bolsa que subí para la basura, descubrí que tenía muchas envolturas de mecato quienes también fueron a parar a la bolsa de basura.
Cuando mi escritorio quedó libre de objetos extraños saque el computador y limpie todo el escritorio muy bien con los trapos que había subido, primero le pasaba uno húmedo para quitar manchas y mugres y después pasaba uno seco para terminar de limpiar el polvo y secar.
Cuando el escritorio estaba limpio y seco puse el monitor de mi computadora a quien también limpie con un líquido especial que tenía para pantallas. Dí vuelta al teclado y vaya basurón que salió de ahí, salió un maní casi entero.
Después de limpiar el teclado lo pusé en su lugar junto al mouse e igualmente limpie muy bien la torre. Doble la única ropa que me quedo limpia y la metí al armario.
Ya solo me quedaba tender mi cama, barrer, trapear y listo. Por el momento eso era todo. Antes de empezar con la cama baje a sacar de una vez la ropa de la lavadora y meterla en la secadora y de paso para meter la otra tanda y aproveche para bajar los vasos que había dejado en la puerta de la habitación.
Como lo dije, lo hice. Saque la ropa y de una vez encendí la secadora con ella adentro y metí el siguiente montón de ropa a la lavadora y le di al botón de iniciar a ambas máquinas, continúe a la cocina para lavar los vasos y al acabar volví de nuevo a mi habitación ahora sí para organizar la cama.
Levanté el colchón para cambiarlo de lado, mi abuela siempre decía que eso se tenía que hacer regularmente, nunca había entendido para que pero eran palabras de la abuela y yo no iba a contradecir sus dichos. Así que como decía mi abuela le di la vuelta al colchón, al levantarlo todo lo que estaba allí cayó al piso y de entre eso pude distinguir el golpe seco de mi celular al tocar el piso.
Corrí a levantarlo, al hacerlo solté un suspiro muy hondo al ver que la pantalla no se había rajado ni un poco.
Tenía varias notificaciones así que decidí descansar un poco mientras las veía.
Habías varias del grupo de w******p de futbol que tenía con mis amigos, hablaban de que hoy iban a salir a jugar a las cinco de la tarde y los que quisieran llegarán allá.
Tenía un mensaje de un compañero del trabajo, lo abrí muy interesado en lo que él me pudiera decir:
Adrian: "Hola amigo, tu me podrías cambiar el turno de hoy. O sea yo te hago el tuyo hoy y ya cuadramos con el jefe el día en que puedas hacer este turno otro día, Por favor, necesito estar libre este miércoles tengo un compromiso muy importante al cual no puedo faltar y el jefe me dijo que quizás tu me podrías ayudar. El jefe si acepto en hacer el cambio"
Aparte me adjunto pantallazos de la conversación con el jefe cuando dio el permiso para cambiar de turno.
Yo: Hola Adrián, esta bien. No tengo ningún problema con cambiarte el turno hoy, entonces hablaré con el jefe a ver que día me lo pone.
Adrián no se demoró ni un minuto para responder, quizás estaba esperando la respuesta.
Adrián: Muchas gracias hermano, te debo una.
Yo: Con gusto.
Busqué entre los contactos a mi jefe de una vez le preguntaría que día le cubría eso porque con la universidad en la semana me quedaba un poco difícil.
Yo: Buen día don Armando, Adrián ya me puso al tanto sobre el cambio de turno, le quería preguntar cómo haría yo para cubrir las horas de hoy.
Mi jefe no contesto al instante así que yo me metí a i********:. No, no había olvidado que esperaba una respuesta de Sara pero quería hacer un poco de tiempo para enfrentar el momento.
Con todas las notificaciones ya revisadas entré a i********:. Tenía un mensaje de ella.
Sara: Necesito olvidarte, pero como podrás darte cuenta no soy capaz.
Yo: No lo hagas, no tienes que hacerlo. Empecemos de nuevo por favor. Volvamos a ser amigos. ¿Quieres?
Sara: Te he extrañado mucho.
Esa fue su respuesta y para mi fue mas que suficiente.
Yo: Y yo a ti bonita, demasiado.
Sara: Cuéntame algo de lo que hayas hecho en este tiempo que no hemos hablado.
Yo: extrañarte.
Sara: David...
Me la imaginé rodando los ojos como muchas veces hacía, ay corazón, el amor es grande.
Yo: jajajajaja, pero si es verdad. Bueno, he estado muy ocupado con la universidad y comencé a trabajar los fines de semana.
Sara: Genial ¿Y en que trabajas?
Yo: En bodega de un almacén.
Sara: Pesado el trabajo entonces.
Yo: Si, bastante ¿Y tu que has hecho?
Sara: Estudiar, estudiar y estudiar. No he hecho más que eso, cada semestre se vuelve más difícil. Estoy agotada.
Yo: Oye, tómatelo con calma, tu eres muy inteligente, no descuides tu salud por la universidad. Ya veras que conseguiras todo sin necesidad de estresarte.
Sara: Sí, lo sé. Sé que no debería de atormentarme tanto la universidad pero es que si no termino ¿Qué hago?
Yo: Cualquier cosa que tu hagas siempre vas a hacerla bien.
Sara: No creo tanto esas palabras que escribes, muchas cosas en mi vida siempre salen mal.
P.O.V SARA
David: Cómo que te sale mal por ejemplo
"Como tú" quise decirle pero no quería que todo se volviera incomodo entre nosotros, llevábamos un buen rato hablando y yo estaba tan feliz de hacerlo que no quería decir nada que estropeara nuestro progreso.
Yo: No me pongas atención con eso, estos diciendo bobadas, no dormí nada anoche.
David: Yo tampoco dormí mucho anoche, y perdoname por no responder tu mensaje al instante, pero apenas lo ví cuando te respondí. Llegué muy cansado y caí rendido, luego me desperté y ya no pude seguir durmiendo, es raro porque estaba pensando en ti.
Mi corazón dio un mini salto al saber eso.
Yo: ¿En serio? Entonces será cierto eso de que si sueñas con una persona es porque se durmió pensando en ella, porque yo soñé contigo después de conciliar el sueño.
David: Estás muy segura de que me dormí pensando en ti.
Yo: No, no. No quería que se viera de esa manera, solo estaba diciendo algo que escuché muchas veces.
Ay por Dios, me estaba avergonzando en este momento, yo y mis tontas ilusiones siempre creyendo que él se la pasaba pensando en mi como yo en él.
David: Sara..
Yo: Dime. - Mordí mi labio mientras veía los tres puntos que significaban que estaba escribiendo.
David: No lo dudes nunca, no tienes porque hacerlo. Si estaba pensando en ti, gran parte del tiempo lo estoy haciendo.
Mi suspiro fue tan profundo que estoy segura de que salió de mi alma. Si es verdad lo que él decía, no tenía sentido porque salía con otras, ¿porque conmigo no lo hacía? ¿Sería este un buen momento para preguntarle eso?
Una parte de mi quería reclamarle por todo eso, pero mi parte racional me decía que no lo hiciera que las cosas estaban bastante claras, el quería que yo estuviera en su vida pero como amiga, el mismo lo había dicho y yo, tan masoquista c
omo siempre preferiría eso a no tenerlo o hablar con él.
El amor me hacia soltar estupideces y recordé la canción de El embrujo de Morat. En la parte que dice:
Preferí ser tu amigo y callar
Evitarte no me funcionó
Y cuando otros te hicieron llorar, yo te amaba por dentro
Como no sabía que responderle a David, grabé un audio cantando justo esa parte de la canción.
Yo amaba a Morat, eran mi banda favorita del momento, cada una de sus canciones tenía una parte de mi. Siempre me estaba identificando con algun parrafo, sus letras eran tan perfectas. Tan pero tan perfectas.
Mi teléfono vibro anunciando una nueva notificación. Cuando lo abrí era un mensaje de audio de David, ¿Estaba lista para escuchar su voz? me quedé mirando el botón de darle play bastante rato, si no estaba lista no me importaba pero yo necesitaba volver a escuchar su voz rasposa y grave.
Mensaje de voz de David: Es lo más perfecto que he escuchado en mi vida, tienes una voz tan preciosa como tu. Extrañaba tanto escucharte, no sabes cuan feliz me hiciste solo con eso. Eres hermosa.
Yo: Gracias, gracias. Eso ya lo sabía pero igual es bonito que me lo digan :v
David: Tan modesta como siempre.
Yo: y para siempre.
Davida: Jajajaja, oye espérame un momento que mi abuela me esta llamando, por cierto, imaginate que se puso de novia con un militar retirado.
Yo: ¿Qué? JAJAJAJAJA, a ver cuentame mas.
David se demoró bastante tiempo en responder, así que mientras el me contestaba, me levanté del sofá donde estaba acostada todo el tiempo y comencé a hacer el almuerzo, ya era la 1 de la tarde y por lo general yo siempre almorzaba a las 12:30m, no me gustaba comer a deshoras porque luego se me alborota la gastritis y no quería que de nuevo pasara eso.
La última vez que me paso, me obligaron a terminar la botella completa de esa leche de magnesio cómo se llamará, había sido tan asqueroso que no quería volver a pasar por lo mismo nunca jamás en mi vida
De verdad había sido una experiencia tan aterradora que tenía mucho miedo de que volver a pasar lo mismo así que siempre trato de almorzar a la misma hora para que mi gastritis no regresara.
Sí puede que solamente fuera un medicamento pero para mí era el peor de todos y mi estómago no quería recibir más de él.
Busca en la nevera alguna carne o pollo congelado, quería comer alguna proteína asada con alguna ensalada.
Como ya había mencionado antes a mí me gusta mucho cocinar así que generalmente todas las comidas me las hacía yo misma.
Mi amor por la cocina nació un día qué sigue de la universidad muy estresada y agotada por todo el trabajo diario así que quería comer algo y comer algo y comer algo y mis ansias empezaron con la comida.
El primer semestre comí tanto que había subido 10 kilos, y para una persona como yo que era chiquitica se nota demasiado el cambio hubiera preferido que esos 10 kilos se hubieran convertido en un músculo en glúteos en alguna parte que funcionará con mi cuerpo pero no habían decidido entrar a parte que no tenían nada que hacer ahí, y a los meses siguientes cuando me miré al espejo y vi que tenía unos cachetotes y una barriga como un camionero decidí empezar a comer saludablemente.
Así que ya entraba la cocina pero a empezar a cocinar muy suavemente empecé viendo vídeos de YouTube leyendo recetas por internet y así poco a poco fui aprendiendo a cocinar.
Deje de comprar la comida chatarra de la universidad y en cambio llevaba coquitas con comida saludable pero eso sí no faltaban mis fines de semana donde me daba el lujo de comerme algo bien bueno con mucha grasa.
Los dulces no se quedan atrás pero a mi parecer los dulces no me engordaban, así que comía dulces casi todos los días, así sea un bombón algo dulce yo tenía que comer para concentrarme.
Encontré la nevera unas alitas de pollo y pobre a hacer la nueva receta de alitas con salsa BBQ que había visto por YouTube, preparé todos los ingredientes y el video y empecé a seguir los pasos
En todo este tiempo David no me había hablado así que revisé mi celular por última vez y como no obtuve respuesta de él, me dediqué a cocinar.
La salsa barbecue se hacía desde cero con Coca cola, panela y salsa de tomate. jamás hubiera imaginado que se iba a ser así de fácil, pero quedó deliciosa y muy fácil de hacer sólo se tenían que mezclar todos los ingredientes y dejar que el fuego los fuera espesando.
Para las alitas de pollo decidí que ya no las iba a ser asadas si no fritas porque quedaba mejor así con la salsa qué había hecho.
En la nevera había un poco de ensalada que quedó del día de ayer así que me serví en un platico un poquito de ella y aparte hice una limonada.
Mi almuerzo está preparado.
Antes de sentarme almorzar revisé nuevamente mi celular, David no había dado señal de vida en ningún momento.
Mientras almorzaba pensaba en lo loco que había sido volver a hablar con David, si bien siempre me imaginé volver a hacerlo creí que iba a ser igual de raro e incómodo que la vez pasada, que por tal motivo me hizo dejarle de hablar porque me sentía demasiado incómoda.
Pero esa vez quería creer que íbamos muy bien, si bien no estábamos empezando una relación, es más, ni siquiera sabía aún si todavía le gustaba a David, aunque con todo lo que decía era imposible que mi corazón no se ilusionara fácilmente. Debía de ser precavida para no cometer errores y pisar en falso tras una ilusión.
Yo nunca me había enamorado de nadie y cuando conocí a David supe que era el hombre que yo siempre había soñado aunque jamás lo había dicho, yo no había sido la típica niña que ya sabía desde pequeña que se iba a casar con alguien de tal Y tal forma yo nunca había soñado con eso.
Pero con David todo había sido diferente, sí bien no pensaba en vestido novia o en bebés pensaba en algo mejor, pensaba en un futuro donde nos apoyamos mutuamente en nuestras metas, lo que había conocido de David era que era un muchacho que siempre tenía sueños y metas y que todo lo que hacía lo hacía por ir tras de ellos y eso para mí era más importante que cualquier cosa en el mundo.
Yo había aprendido que las cosas materiales se van, se acaban, pero lo que sentimos es muchísimo más importante y si queremos durará toda la vida.
Yo quería graduarme de mi carrera y ser una de las mejores ingenieras civiles que habrían en el país. Quería ser muchos proyectos que le sirvieron a la comunidad y que me reconocieron a mí por ser la cabeza de ello.
Yo no quería lujos, yo no quería nada material que fuera pasajero yo quería algo que poco a poco pudiera conseguir con mi propio esfuerzo.
Estaba ahorrando desde muy pequeña para comprarme una casa y por lo visto ya estaba casi casi que a la meta de comprar un terreno sobre plano con aquel dinero.
Una casa me duraría toda la vida y seria mi rinconcito donde vivíria tranquila y en paz, en esta casa con mis padres muchas veces no tenía eso así que quería un espacio propio y sólo para mí que me permitiera tener esas comodidades.
Mis metas son claras Y definidas desde que yo era muy pequeña Pero había alguien que estaba haciéndome que ampliará aquellos proyectos.
Y es que yo no me había dado cuenta que mis planes sonaban muy aburridos si solamente me incluyen a mí misma, entonces aquí mi mente me decía que debía de buscarme a alguien con quien compartir esto.
Quizás no compartir mi casa, no vivir con alguien justo ahora, aún estaba muy joven para eso y quería independizarme y saber lo que sentía vivir sola por un momento. Pero si me decía mi mente, que en algun momento iba a necesitar a alguien que me diera la mano y me apoyará ahora sentimentalmente porque el corazón necesita más cuidado que cualquier cosa en el mundo y yo deseaba con mi alma que aquella persona que cuidara mi corazón fuera David y no sé cómo iba a lograr lo que mi mente pensaba, pero era mi nueva meta y si yo, en lo que llevo de vida había cumplido mis metas hasta el momento, está no me quedaría grande y la conseguiría si o si.