Tracy Estoy en la cafetería, realmente odio este trabajo, empezando desde servir, hasta las quejas o indecisiones de los clientes. Si vas a ordenar decide de una y no te quedes por media hora pensando que vas a comer. Estoy dispuesta a ayudarlos a decidir por medio de una pistola, decidan ahora. Hallaré la forma de cobrartela Jujitsu, cada vez que te burlas y en eso mi celular vibra. La doña está sirviendo postres y al dar una mirada a la pantalla es el susodicho, ni pensar puedo, enseguida hace acto de aparición. Tengo que responder, aunque la doña se enoje, luego de la visita del idiota de Henrik, no ha parado de aconsejar para que salgamos agarrados de manos y casados en una casita con hijos e perro, por favor. —Disculpa debo atender esta llamada, es mi hermano —Dios me libre de tene