Idris asistía a la gala del Emir con su esposa al lado, sin disimular su descontento con la maldita celebración, pero en su interior tenía una pequeña esperanza. —Esto cambia tus planes mi marido. —murmuró Hana. —Ahora el esposo de Rania ya no es nadie, a partir de esta noche el nuevo príncipe heredero será Amín Al Thani y no tenemos manera de unir nuestra familia a él por un matrimonio. Mi hija también es su hermana de leche. —No me preocupa el anuncio que piensa hacer el Emir. Es cierto que ya no me verán con tanto respeto ahora que Rania no será la futura Emira, pero no todo está perdido. —refutó haciendo una mueca. —¿A qué se refiere mi esposo? —preguntó con recelo. —Karim ya no será príncipe, se ha llevado a Rania lejos de aquí. Puedes chantajear al Emir, pero no a su hijo. —No