—¿Por qué dice mi madre que no debemos levantar la mirada del suelo mientras esté Jax aquí de visita?–Preguntó Dalia, la hermana de Karim de apenas once años, dando vueltas alrededor de la mesa donde Malika, Aisha y Rania tomaban el té mientras que la esposa de su hermano mayor organizaba los asuntos de su gran proyecto. —Dice la Emira que el señor Jackson Kavanagh es un hombre nacido del pecado y por eso su mirada puede llevarnos a arder en el infierno para toda la eternidad. Ese señor es el pecado personificado y su apariencia física puede llenar nuestra mentes de pensamientos impuros. – Contestó Aisha y la niña empezó a reírse. —Que cosa más tonta, yo no sé lo que es un pensamiento impuro, ¿qué es Rania? –Preguntó la niña con interés y pasó los dedos por sus largos cabellos oscuro