—¿Tengo que llevar el velo, Adessa? —Preguntó viendo como la mujer le ponía el velo n***o después de haber recogido todo su cabello. —Karim me dijo que solo debía hacerlo si así lo deseaba y no por obligación. —El príncipe está en el desierto majestad y es a donde irá a encontrarse con él. —Dijo la mujer sin apartar la mirada de lo que estaba haciendo. —Allí los lugareños son más tradicionales e incluso los hombres deben ir vestidos de forma tradicional. –Explicó y Rania asintió con una sonrisa débil, entendía que Karim quería respetarlos y le parecía bien. —¿Todavía tiene molestias mi señora? —Algunas. —Contestó con las mejillas sonrojadas, a pesar de los masajes Rania sabía que no iba a caminar bien en todo el día. —Pero estoy segura de que estaré bien. Cuando ya se vio lista para