CAPÍTULO DIECIOCHO Las aguas se agitaban alrededor de Ceres mientras navegaba hacia la isla. Empujaban su pequeña barca, casi como si las mismas corrientes se hubieran creado para ahuyentar a la gente de este lugar, que se suponía que no estaba ni vivo ni muerto. Quizás había sido así. Ceres había visto cosas más raras. Pensaba en Thanos mientras navegaba hacia la orilla. Parecía estar muy seguro cuando le pidió que se casara con él. Ahora mismo, Ceres no parecía segura de nada. Parecía que todo lo que había sucedido desde el principio de la rebelión la había dejado con la sensación de que su vida era un terreno inestable, sin espacio para poder construir algo permanente sobre él. Ceres dirigió de nuevo su atención a lo que estaba haciendo a tiempo para mover la barca alrededor de las