Valerie y Joseph finalmente habían alcanzado consumar ese amor y ese deseo que tanto se había manifestado entre sí, todo parecía incluso sacado de un cuento de hadas, era increíble que todo sucediera de una manera tan natural y linda, capaz estaban destinados a estar juntos desde el primer día y la vida se los estaba recompensando de una manera como esta, permitiéndoles ser ellos mismos y dejandolos vivir experiencias inolvidables juntos. Al regresar a la camioneta ambos arreglaron la parte trasera para después montarse en sus asientos correspondientes, Joseph puso en marcha el motor de su camioneta para así regresar al hotel junto con Valerie, no planeaba regresar a su casa. - Entonces, ¿te quedarás el resto de madrugada en mi habitación? — preguntó Valerie algo emocionada -