Encuentros inesperados (1era. Parte)

1311 Words
Al día siguiente New York Williams Algo que pude aprender en todos estos años, fue que debía ser paciente para vengarme, bajar la guardia, si es posible tener a mis enemigos lo más cerca de mí, hasta hacerles creer que ellos controlaban la situación, que yo era una mansa paloma incapaz de doblegarlos, para después cuando ellos menos lo esperaban atacarlos por la espalda, como lo hice con Rupert, ese fue mi maestro para volverme tan frío, tan calculador, y por esa razón tengo todo el tiempo del mundo para ajustar cuentas con Vivian, además que me interesa dar con el paradero de mi padre, pero voy a tener que buscar en cada rincón del país para encontrarlo, porque la arpía de mi madre me impedirá verlo. En fin, en este instante estoy terminando de vestirme con el traje nuevo que me compré, mientras me coloco el saco viéndome al espejo pensando en la chica de la tienda, en verdad fue muy amable conmigo, no voy a negar que es hermosa, tiene unos bellos ojos azules, con una mirada tímida, pero lo malo es que es muy formal, como todos los ingleses y no parece una mujer para tener una aventura, y yo no necesito complicarme la vida con nadie, así que es mejor olvidarme de ella, así estando listo agarro la invitación de la gala de beneficencia, mientras salgo de mi habitación dando unos pasos para bajar por la escalera, decidiendo esperar en la sala a Charlie y a mi madre que me pasarán a recoger en el auto con el chofer para poder llegar juntos como una familia, o fingir que lo somos. Un rato después Paciencia para seguir con mi teatro me repite mi interior, mientras saco fuerzas de lo más hondo de mi ser ante la llegada de mi querida madre, que rompe el silencio con su voz. –¡Williams! Te agradezco está oportunidad que me has dado para superar nuestras diferencias, hijo ¿Puedo darte un abrazo? –me repite mientras se acerca a mí con sus brazos abiertos. –¡Vivian! Yo no estoy listo para dar este paso, te pido que me entiendas, porque todavía me cuestan muchas cosas hacer– le miento. –Williams entiendo que tú todavía tengas ese resentimiento hacia mí, porque yo sé que has pasado por un infierno para estar aquí, pero te juro que hice todo para rescatarte. –Vivian mejor dejemos las cosas hasta aquí, además si de verdad te interesa que vuelva a verte como una madre, lo mejor sería que me dejes ver a mi padre, porque yo lo que necesito es que volvamos a ser una familia– improviso. –Hijo tú padre es un peligro desde el día del accidente de tu hermana, ¿No lo recuerdas? Además, por tu bien es mejor que no lo veas en ese estado, no lo resistirías. –Vivian yo lo juzgaré con mis propios ojos, yo dejé de ser ese niño indefenso que le tenía miedo a todo, incluso te recuerdo que sobreviví a una guerra, al internado, y puedo con todo, déjame ver a mi padre– insisto. –Lo voy a pensar hijo, mejor vámonos a la fiesta– me repite sintiéndome frustrado. ¡Maldita perra! Sabía muy bien que no conseguiría nada por las buenas, pero no voy a conformarme, voy a encontrar a mi padre así sea lo último que haga. Un rato más tarde Adriana Cumpliendo con mi acuerdo con Robert me tocó acompañarlo a sus tediosas reuniones de negocios, claro que esta vez es un poco diferente, porque es una gala de beneficencia y hay personas interesantes en el lugar, incluso mi querido prometido hace las presentaciones debidas. –Señores les presento a mi prometida, la Baronesa italiana Adriana Caprini, está mujer es la responsable de hacerme el hombre más feliz de la ciudad, por ella dejé la soltería– repite mi prometido mientras me da un beso en la mejilla continuando con el teatro. –Ahora entiendo Robert, porque no quieres ausentarte de la ciudad y no te culpo, yo no descuidaría a una mujer como Adriana, es una verdadera belleza– repite Archie Duval. –Señor Duval le agradezco el cumplido, pero en realidad nosotros no nos ausentamos de la ciudad porque estamos buscando socios para nuestra firma, incluso mi familia quiere invertir en una propuesta de Robert– le explico intentando convencerlo de ayudarnos. –Robert deberías charlar con Williams Mckeson, escuche que el muchacho está reestructurando todas sus empresas, tal vez le interese tu propuesta incluso ahora va llegando en compañía de su madre– explica Archie viendo la entrada del salón. ¡Williams! Así que el muchachito no sé ha quedado quieto como me lo dijo, veamos si es capaz de lograr mantener sus empresas en pie, incluso parece que esta será una gala llena de sorpresas después de todo. Un momento después Me escapo a fumar un cigarrillo en el balcón, intentando despejar mi cabeza de tanta charla aburrida, hasta que soy interrumpida por una voz familiar masculina. –¡Baronesa! Por un momento pensé que estaba viendo un espejismo, al verte tan deslumbrante en ese vestido color esmeralda que llevas puesto, en realidad realza todos tus atributos claro que el collar n***o es la cereza del pastel, aunque pensé que no te gustaba mi regalo– me repite al oído sintiendo su aliento en mi rostro. –¡Williams! Sería un desperdicio no usar una joya tan fina, además como tú lo has dicho, combina con el vestido, pero cambiemos de tema ¿Estás aquí por negocios? ¿Solo para divertirte? –respondo buscando su mirada. –¡Adriana! ¿Me estás proponiendo algo? Yo estoy dispuesto a aceptar tus ofertas si cumplen con mis requisitos– me asegura mirándome con malicia mientras se muerde los labios. A este muchachito le gusta jugar con fuego, incluso parece que no le interesa alejarse de mí, como mis otros amantes que apenas pueden salen corriendo, él definitivamente es diferente, claro no pienso hacerle las cosas fáciles, tengo que demostrarle quién tiene el control. Margaret Está noche pensé que solo seríamos Donald y yo cenando en mi restaurante favorito, más no fue así, mi novio me ha invitado para acompañarlo a una gala de beneficencia en uno de los sitios de moda de la ciudad, he tenido que vestirme de acuerdo a la ocasión, con un vestido color rojo escarlata, sin mangas con cuello redondo, la espalda descubierta lo suficiente, y no podían faltar unos guantes largos negros, incluso he dejado suelto mi cabello, al natural, además de maquillarme con tonos suaves, y para completar mi atuendo un pequeño bolso de mano, así doy un respiro antes de salir de la habitación, mientras voy repitiendo en mi cabeza que es un evento más, una oportunidad para pasar tiempo con mi novio, siendo mis pasos los que me llevan al living donde me espera él, en segundos tengo su mirada de asombro en mi silueta. –¡Guau! Amor estás bellísima, voy hacer la envidia de todos los presentes, ¿Nos vamos? –me repite sin despegarme los ojos, dándome su brazo. –¡Donald! Tú también te ves muy guapo en tu traje, vamos– le respondo con una sonrisa en los labios mientras camino de su brazo. Al menos sé que no está ciego, pero tuve que esmerarme para lograr que me mire, incluso me alivia saber que no le soy indiferente, en fin, apenas salimos de la casa de huéspedes me abre la puerta del auto que nos está esperando, para luego subir en el haciendo que el chofer arranque el vehículo, sin poder evitar pensar que me depara esta velada, solo espero que pueda despejar mis dudas, porque no me bastan un par de miradas de Donald, me merezco más de él.
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