Al segundo siguiente Albert dio la vuelta y regresó a casa. No era mucho lo que se había alejado de la mansión, por lo que cuando estaba por llegar a la entrada de su casa vio a su mujer subirse a un auto desconocido. —¡No!—, el temor de que Rebeca lo abandone invadió su cuerpo y empezó a pitar. Al ver el auto de su esposo Rebeca sintió el pánico crecer. Albert empezó a seguirlos y el auto en el que iba su esposa pisó más el acelerador. La lluvia que caía se intensificó más. Minutos después de una corrida de rápidos y furioso, el auto en el que iba Rebeca se parqueo en un extenso terreno, ahí se encontraba la avioneta privada esperando por ellos, tan pronto como el carro se paró todos se bajaron, Alex que tenia 8 años corrió hacia la avioneta y Rebeca llevaba en sus manos a Maite. Todo