Desde la llamada que recibió no pudo concentrarse más, por ello decidió salir de la oficina y dirigirse a la hacienda, una vez que llegó, Emma se acercó ansiosa, pues lo había esperado todo el día con mucha ilusión. En cuando Marcos, al verla le echo una mirada de disgusto y se dirigió hacia su cuarto, pero Emma no iba a dejarlo ir tan fácil, por ello lo detuvo y cuestionó. —Marcos, te estaba esperando. —¿Para qué?— Preguntó él sin voltear a verla, ella suspiró y dijo. —Para hablar sobre lo… La fuerte voz de Marcos la calló —Alto, no sigas. —Marcos, era mi primera vez, ¿comprendes?—, Marcos recordó haber visto la sangre sobre la sábanas —Lo sé—, dijo con disgusto —Créeme que te lo recompensaré—. Emma estaba completamente feliz, estaba apunto de saltar en una pata cuando escuchó a Marc