Este último Asintió. Entonces Maite salió de la habitación, secó sus lágrimas y salió lo más rápido que pudo del hospital, lo que menos quería era encontrarse con Marcos. Ángel, quién la esperaba en el coche frunció el ceño al verla triste. —¿Qué sucede Maite? ¿Por qué lloras?— Ella suspiró y dijo —Elisa acaba de despertar. —¿Eso es maravilloso?— Exclamó Ángel — Con ella despierta podrás mostrar tu inocencia ante su nieto y ante todos. —Suena maravilloso, pero Elisa no recuerda nada y lo que es peor, perdió la vista—, dijo al soltar un suspiro y perder la mirada en el paisaje que iba quedando tras de ella. En ese momento, una llamada que ingresó al teléfono de Ángel desvió el tema, este último abrió la llamada y carraspeó la garganta. Maite continúo con la mirada perdida en el lejano b