—Hola. —Señor Heredia, una mujer llamada Liss desea comunicarse con usted. —Páseme con ella—, al segundo siguiente —Dime Liss—, se escuchó del otro lado del teléfono la vos ronca de su jefe —Espero sea algo importante por lo que me estás llamando. —Si… si señor, le llamaba para decirle que su abuela acaba de abrir los ojos, y su amigo Alfonso le necesita con urgencia. —No estás bromeando ¿Verdad? —No señor, ¿cómo cree que haré eso con usted?— “Eso sería tentar al mismo diablo” se dijo para si mismo la secretaria. En cuanto a Marcos quedó atónito —Envía mi avioneta privada, lo más pronto posible. —Señor, su avioneta está llegando a tierras chilenas. —Gracias, qué eficaz eres—, dicho eso, Marcos recogió su equipaje y se marchó. Después de algunas horas ya estaba volando hacia su pa