Por la noche de ese mismo día, Marcos llevó a su abuela a la hacienda, dada la casualidad que Emma se encontraba en la sala y al ver a Elisa ingresar se llevó una tremenda impresión. De sentada se levantó de un solo, llevó su mano al vientre y sintió un ligero mareo. Pues la mujer se había quedado congelada y al ver a Marcos junto a Elisa, se puso blanca como un papel. Se llenó de temor puesto que se imaginó que Elisa ya le había contado la verdad a Marcos. Las enfermeras contratadas para atender a Elisa se encaminaron a la habitación y prepararon la camilla de la anciana. Luego Marcos bajó y llamó a Emma al despacho, esta última tembló al pensar en todo lo que le iba a suceder por haber intentado Matar a Elisa. Sus piernas temblaban solo de imaginar lo violento que se iba a poner ese