El hombre del otro lado del teléfono, hablaba con tanta fuerza que parecía reventar sus tímpanos —Explícame qué diablos significa esto ¿Por qué demonios no me avisaste?
—Marcos cálmate.
—¿Qué me calme? Me pides calma cuando me llega una notificación de que se abrirá el caso de la mujer que intentó matar a mi abuela. No puedo calmarme.
—Maite ya está libre—, dijo el abogado y Marcos se levantó de un solo.
—Repite lo que dijiste..
—Creo que deberíamos vernos y hablarlo personalmente.
—Si, quiero que me lo digas personalmente. Te espero en el lugar de siempre—, dijo Marcos tirando el teléfono con fuerza.
Solo de pensar que Maite ya estaba libre lo enfureció, agarró su chamarra y caminó a pasos largos, salió de su casa para encontrarse con su abogado. Al llegar le fulminó con la mi
