Por otra parte, en el hospital, cuando Emma despertó una enfermera se encontraba ahí, al ver la mujer despierta sintió tristeza.
—¿Cómo está mi hijo?— Fue lo primero que pregunto. La enfermera no quiso ocultar nada así que le dijo la verdad.
—Lo lamento, pero perdiste tu bebe, no pudimos hacer nada—, un grito se escuchó desde el lejano cuarto de hospital. Emma apretó las sábanas y Maldijo a Maite, juró en sus adentros que un día se vengaría de ella, porque por su culpa había perdido a su hijo y la posibilidad de casarse con Marcos, porque se imaginaba que a esas alturas, Marcos ya debía saberlo.
En la misma ciudad, pero en prisión, Ángel gritó —Largo de aquí—, le dijo a Marcos, puesto que la presencia de ese hombre estaba afectando la estabilidad emocional de Maite. Las palabras del a
